El jefe de la DGI firmó el ascenso para su pareja siete días después de asumir
Siete días después de que el presidente Javier Milei lo designó como nuevo titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez promovió bajo su propia órbita a su pareja, que ascendió a un cargo público preferencial, salteando rangos intermedios, y con una suba salarial de varios millones de pesos, según surge de disposiciones oficiales y fuentes del organismo.
Vázquez favoreció a María Eugenia Fanelli, que pasó de desempeñarse como jefa de una sección técnico jurídica, con un sueldo de bolsillo que oscilaría entre los 3,8 y 4,2 millones de pesos, a asumir al frente de la Dirección Regional Centro II de la ciudad de Buenos Aires, con un salario neto que rondaría entre los 7 y 8 millones de pesos, según sea su antigüedad y otras particularidades, según un artículo de La Nación.
La designación de Fanelli consta en la Disposición 182/2024. Vázquez la firmó el 1 de noviembre y se publicó un día después en el Boletín Oficial junto al desplazamiento del hasta entonces titular de esa Dirección Regional, Luciano Botto Rostom, al que Vázquez envió 100 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires, a la Regional de Mercedes, donde a su vez desplazó a quien estaba a cargo.
Al promover a Fanelli, Vázquez llevaba una semana en su nuevo cargo, tras la publicación de su propio nombramiento en el Boletín Oficial, el 25 de octubre. Lo firmó Milei junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich –con firma delegada por viaje del ministro de Economía, Luis Caputo-, y sin la firma del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ni de la entonces titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Florencia Misrahi.
Así, con su única firma, Vázquez ubicó a Fanelli al frente de Centro II, una de las Direcciones Regionales más importantes del área metropolitana. Quedó a cargo de fiscalizar a empresas medianas y grandes con domicilio tributario en el centro porteño y que por su facturación están a un paso de entrar en la órbita de Grandes Contribuyentes Nacionales.
El mes pasado Vázquez fue denunciado en la Justicia a raíz de una investigación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y el diario La Nación, con el apoyo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés), que reveló que en 2013 había comprado tres departamentos en Miami, por unos 2 millones de dólares, nunca registrados en las declaraciones juradas que está obligado a presentar en la Oficina Anticorrupción (OA). Al momento de asumir al frente de la DGI, seguía siendo el dueño de dos de esos tres inmuebles por más de 1,6 millón de dólares.
Ascenso
La designación de Fanelli conllevó, en los hechos, un ascenso sustancial. La abogada de 44 años pasó de ocupar una jefatura de Sección a liderar de manera “interina” una Dirección Regional, salteando las jefaturas intermedias de División y, en ciertos sectores de la ex-AFIP, de Departamento, que conllevan crecientes responsabilidades, pero también un salario más elevado y otros beneficios.
En ese sentido, Fanelli pasó de integrar el lote de funcionarios medios a bajos de la DGI que conforman los “grupos” 22 o 23 dentro del escalafón interno a cobrar el salario asignado para los miembros del llamado “Grupo 26″. Es decir, los funcionarios de carrera de más alto rango dentro de la ARCA.
La designación de Fanelli generó ruido dentro del organismo tributario. Fue calificada como “inusual” y “anormal”, y como un nombramiento que podría colisionar con el código de ética interno o constituir una “incompatibilidad manifiesta”, según estimaron fuentes de la AFIP que ocuparon puestos de máxima importancia dentro del organismo durante las presidencias de Milei, Alberto Fernández y Mauricio Macri.