Construcción reclama al Gobierno una deuda de $400.000 millones
El presidente de la Cámara de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, hizo públicas las dificultades que atraviesa el sector de la construcción.
El presidente de la Cámara de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, hizo públicas las dificultades que atraviesa el sector de la construcción debido a una deuda significativa del Estado. Según Weiss, el Gobierno adeuda aproximadamente $400.000 millones, correspondientes a unas 3.500 obras que estaban en marcha durante el último año de la administración de Alberto Fernández.
Este panorama se agravó con la llegada de Javier Milei al poder, quien paralizó casi por completo la actividad del sector, salvo algunas excepciones.
Weiss explicó que la deuda se originó en el período de septiembre a noviembre del año pasado. “La deuda del Gobierno nacional es de obra ejecutada en el período septiembre, octubre y noviembre del año pasado, porque el plazo de pago de la obra pública es de 60 días desde la presentación de factura. Es decir que lo que se ejecutó en septiembre vencía en diciembre y no se pagó. En octubre y noviembre, ni que hablar. Hubo algunos pagos esporádicos de esa deuda, pero el grueso de la deuda sigue sin pagar, unos $400.000 millones”, detalló Weiss durante la convención anual de la CAMARCO en La Rural de Palermo.
Al ser consultado sobre si el Gobierno había propuesto algún plan de pago, Weiss fue categórico: “La respuesta es nada”. A su llegada, el Gobierno de Milei se enfrentó a 3.500 obras en marcha, las cuales se detuvieron en su mayoría para priorizar el equilibrio fiscal, salvo algunas excepciones como la reversión del Gasoducto Norte y la Cárcel de Coronda, que se reactivó por pedido de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Superávit fiscal: ¿A qué costo?
En mayo, el Gobierno acumuló un superávit financiero de $1,18 billones y uno primario de $2,3 billones, según datos del Ministerio de Economía. Este logro, sin embargo, no contempla la deuda de $400.000 millones con las empresas de obra pública. Weiss advirtió que el sector enfrenta un doble problema: la deuda en sí misma y la falta de intereses sobre la misma.
“El Estado argentino no paga intereses a la deuda, por lo tanto, si nos cancelan lo que nos deben del año pasado, nos pagan cada vez menos”, afirmó Weiss.
El retraso en el pago de la deuda parece ser una estrategia del Gobierno para mantener el superávit fiscal, aprovechando la licuación de la deuda. “El Gobierno posterga el pago porque privilegia el superávit y les viene bien porque la licuación es más grande”, explicó Weiss.
La paralización de la obra pública ha tenido un impacto devastador en el empleo del sector. “Nosotros somos el sector que, fuera de los jubilados, más está sufriendo el ajuste”, aseguró Weiss. La detención de las obras significó la pérdida de aproximadamente 100.000 empleos directos desde mediados del año pasado, y podría resultar en la pérdida de otros 100.000 empleos indirectos.
El secretario general de la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Gerardo Martínez, especificó que “en lo que va del año el sector perdió unos 130.000 puestos de trabajo”, como consecuencia directa de la paralización de más de 3.500 obras públicas en todo el país. “Esta crisis es mucho peor que la de 2001”