Dólar planchado: El Central y el FMI reforzaron el plan “Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está”, hasta las PASO
En una jugada un tanto sorpresiva y con algunos datos económicos que habilitaban a pensar en una baja en las tasas de interés que ahogan la economía, el Banco Central salió a reforzar su política monetaria “dura” que tiene por objetivo mantener el dólar planchado o lo más quieto posible.
El Banco Central emitió hoy un comunicado en el que divulgó las decisiones que adoptó el COPOM, como se denomina el Comité de Política Monteria y que tienden a garantizarle a los inversores y especuladores que las tasas de interés seguirán tan altas como hasta ahora, al menos hasta unos días después de las PASO del 11 de agosto.
En efecto, el Central informó que no va a retocar la tasa de referencia de las Leliq que está en 58% anual hasta que no se conozca el próximo dato de la inflación que divulgará el INDEC el jueves 15 de agosto, cuatro días después de que se celebren las primarias en todo el país.
De esta manera el BCRA le está diciendo al mercado: sigan apostando al peso que vamos a hacer todo lo posible para que el dólar no se mueva.
Minutos después de conocerse el comunicado del COPOM, el vocero del FMI salió a apoyar las decisiones del Banco Central. El vocero del organismo, Gerry Rice, dijo que las modificaciones “garantizarán que la política monetaria se mantenga orientada” a bajar la inflación y un “buen funcionamiento del sistema financiero”.
Cambio para que los Plazo Fijo no se vayan al dólar
Otra modificación que adoptó el Banco Central es el permiso para que los bancos puedan integrar encajes en 3 puntos porcentuales adicionales con Leliq, en lugar de dejar ese dinero inmovilizado en el organismo y sin recibir remuneración alguna.
Hay que aclarar que cuando un depositante deja su dinero en un banco, la entidad debe constituir un encaje. El encaje es una porción del depósito que no se puede utilizar para invertir en Leliq (el negocio más lucrativo, menos costoso y menos riesgoso que tienen los bancos hoy) ni para prestar a un individuo o empresa.
Como consecuencia del encaje, los bancos no pueden traspasarle a los ahorristas en Plazo Fijos, toda la tasa de interés que reciben por las colocacioes en Leliq (el viernes era de 58,7% promedio el rendimiento). Hoy el mejor Plazo Fijo, según el sondeo de Economis en las páginas web de bancos, estaba en torno al 50% que ofrecía el Banco Nación. En tanto, los mejores rendimientos de bancos privados tenían tasas del orden del 45%.
Para entender estos cambios hay que tener en cuenta que por un lado, los datos económicos habilitaban a pensar en cierto ablandamiento de la política monetaria. Sobre todo, la estabilidad cambiaria que lleva más de 10 semanas, la baja en la inflación de junio a 2,7% tan celebrada por la Casa Rosada y algunos datos de ventas minoristas que hablan de una cierta recuperación de junio contra mayo en términos desestacionalizados.
La economía real y en especial las pymes están pidiendo a gritos un ablandamiento de una política monetaria durísima, signada por las altas tasas de interés que está ahogando a las pequeñas y no tan pequeñas empresas.
En Misiones, por ejemplo, la industria yerbatera vio frenada su expansión debido a esto. Las empresas que exportan y las que abastecen al mercado interno podrían despachar más, pero no lo hacen porque con estas tasas exhorbitantes, no quieren endeudarse con bancos para comprar yerba canchada y reponer stocks.
Para el Gobierno, el padecimiento de las pymes debe esperar un poco más ya que lo más importante es asegurarse calma cambiaria hasta después de las PASO.
El endurecimiento responde a temores bien extendidos en la city porteña. ¿Hasta cuándo va a durar la pax cambiaria? ¿Cuándo comenzará la dolarizació de las carteras? Como se denomina en la jerga cuando todos esos dólares que vinieron de afuera para apostar al carry trade (la bicicleta alentada por el Banco Central) quieran volver a pasarse a moneda dura para salir del país y cerrar el negocio.
Es cierto que el escenario de dólar quieto lleva más de diez semanas, pero nadie cree que en la Argentina de hoy que esto dure para siempre. Todo el mundo está mirando de reojo el próximo cimbronazo o un recrudecimiento de las turbulencias.
“Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está”, decía la canción que cantaban los niños. Jugar es igual a hacer dinero con las altas tasas de interés que ofrece el Banco Central, aún a costa de ahogar la economía. Pero todos juegan con el oído aguzado a ver si hay movimiento en el bosque, porque el lobo anda por ahí, no muy lejos, agazapado.
El lobo es el regreso de la turbulecia cambiaria, el “cuco” del dólar picante y buscando un nuevo precio de equilibrio. El juego es divertido (rentable), pero pasajero y todos los actores del mercado lo entienden así. El BCRA lo entiende así mejor que nadie y por eso salió a apretar las tuercas para no tener sorpresas antes de las PASO.