El impulso más común durante los meses más cálidos con el afán de refrescarse, es tomar una ducha de agua bien fría, sin embargo son las duchas de agua templada las que verdaderamente ayudan al cuerpo a sentir alivio ante la ola de calor. La clave está en saber regular la temperatura del agua y entender la reacción del cuerpo a este estímulo.

La piel contiene receptores, responsables de sentir el tacto, dentro de los cuales se encuentran los termorreceptores, capaces de percibir y responder ante los cambios de temperatura.Es por ello que una ducha fría (debajo de los 25°C) causa el efecto refrescante solo al principio ¿porque solo al principio? Porque si el agua se encuentra muy por debajo de la temperatura corporal, nuestro cuerpo responderá de manera opuesta a la deseada ya que se irrigará mayor cantidad de sangre y por consiguiente se generará aún más calor.

Es debido a esto que los expertos aconsejan tomar una ducha de agua templada (30ºC.), así el cuerpo activará los mecanismos de defensa propios para perder temperatura de manera rápida y así la sensación será más duradera. En este sentido, termotanques como los de Longvie, empresa de electrodomésticos nacionales con más de 100 años que continúa acompañando los hogares de las familias Argentinas, facilitan la fácil regulación de la temperatura del agua. Su línea de termotanques eléctricos y productos tecnológicos, de simple instalación y aspectos fundamentales para los consumidores, están al servicio de duchas templadas en cualquier época del año en su hogar.