El back-up: la clave para minimizar los daños ocasionados por un ataque informático
Los ataques por ransomware, como en el caso del virus “Petya”, cifran los archivos de las computadoras, dejándole a los usuario dos opciones: pagar para recuperarlos, o despedirse de ellos y formatear el disco.
Hay una infinidad de recetas para mejorar la seguridad y prevenir estos y otros ataques, pero me concentraré en cómo minimizar su efecto para que sea sólo un contratiempo. La clave es respaldar, hacer back-up regularmente.
El respaldo es un proceso lento y tedioso. La clave de un respaldo minimalista es concentrarse en los archivos clave, aquéllos de nuestra propia autoría, o que no podremos obtener de otro lado. Por suerte la mayor parte del contenido de nuestro disco duro se puede volver a conseguir.
Para minimizar el esfuerzo de respaldo, podemos ignorar:
• Programas. Se pueden volver a instalar.
• Todo aquello descargado de internet. Se puede volver a descargar.
• Adjuntos del correo electrónico. Se pueden volver a descargar.
• Películas, música. Se pueden recuperar de donde se obtuvo originalmente.
Usualmente sólo nos quedan los documentos de nuestra autoría. Lo más práctico es acostumbrarse a guardarlos en alguna carpeta separada del resto, separada de lo que no requiere respaldo, y sincronizar esa carpeta con la nube, con servicios como Dropbox, Google Drive, IDrive, Mega, etc. Algunos prefieren subir los archivos a la nube “manualmente”, repitiendo la operación una vez por semana.