“El té misionero está a la altura de los mejores del mundo”
En la Semana del Té Argentino, Misiones es protagonista porque produce más del 90 por ciento de este alimento en América. Un aspecto poco conocido se vincula a las investigaciones técnicas en torno a esta planta.
Todo comienza con el trabajo de “mejoramiento de té” del INTA en 1958 con la llegada a Misiones de Renato Chini, doctor en Agronomía. De esta manera se inicia el desarrollo del té clonal. “Un clon es un conjunto de plantas obtenidas por métodos donde no interviene la semilla. Esta población de planta es idéntica, con igual comportamiento”, explicó Fontana.
En este sentido detalló: “Contamos un banco de germoplasma con 203 materiales introducidos y en colección; y 24 clones inscriptos en el INASE”. Fontana contó que los 24 clones “están seleccionados por rendimiento, por calidad de taza, calidad química, y adaptabilidad en el medio ambiente”.
En esta historia del mejoramiento del té en el Inta, mediante el desarrollo de clones se sintetiza el trabajo realizado en la EEA del INTA Cerro Azul, junto al ingeniero Sergio Prat Kricun, para que actualmente la provincia de Misiones cuente con un material genético que presenta los mayores rendimientos del mundo.
En este contexto, el ingeniero Fontana contó la oportunidad en la que participó de una serie de pruebas con técnicos del Norte y Sur de India, Taiwan, Sri Lanka y Sudáfrica. “En las evaluaciones realizadas, se detalla la composición química del té de las cinco regiones con teales. Y nuestro té está a la altura, en calidad y composición química, de los mejores del mundo”, relató Fontana.
Máquinas made in Misiones y nueva generación
Otra innovación del té misionero es la tecnificación de todo el proceso. Desde la cosecha hasta el empaquetado está mecanizado. Ese desarrollo se hizo en Misiones. Uno de los precursores fue Julio Lory quien hace 50 años comenzó a cosechar con una pequeña máquina fruto de su invento en conjunto con otros productores.
Lo cuenta Jorge Lory, hijo de Julio. “Mi padre, comenzó a mano cosechando, como era antes. Luego diseñó una máquina pequeña con otros productores de la zona. Fue avanzando y desarrolló una cosechadora autopropulsada con asiento. En los años 70 se le ocurrió hacer una máquina usando tractores, los traían usados desde todo el país”, relató Jorge. Y dijo que continúan fabricando ese mismo modelo, con algunas mejoras, pero básicamente se parece a la máquina original.
“Hace cuatro años se incorporó a la empresa mi hijo David. Estudió ingeniería electromécanica en Oberá y se sumó al taller. Comenzó con muchas innovaciones, llegando a fabricar una máquina de transmisión hidráulica que tiene cabina con confort, aire acondicionado, 4 x 4, cien por ciento fabricada aquí”, explicó orgulloso Lory.
Máquinas y desarrollo biotecnológico son de exportación, made in Misiones.