En cuatro meses se alcanzaría la mitad de la inflación de 2018

Compartí esta noticia !

Según el último informe de la Fundación Capital, en los primeros cuatro meses del 2018 ya se estaría alcanzado casi la mitad de la meta inflacionaria total prevista por el Gobierno para todo este año. La Fundación también asegura que no se cumplirá con el objetivo de terminar el 2018 con una inflación del 15% sino que sería de los 18 puntos, incluso con una desaceleración en el segundo semestre.
En sintonía con la mayoría de las consultoras, la Fundación Capital estimó que este año tampoco se cumplirá con la meta inflacionaria anunciada en diciembre pasado por el Gobierno nacional cuando admitió que no lograría cumplir sus objetivos y tuvo que ‘recalibrar’ los porcentajes para los próximos años ubicando la meta de 2018 en un 15 por ciento. La organización también advirtió que en cuatro meses ya se estaría alcanzando la mitad de ese porcentaje.
Según la Síntesis Económica Semanal que elabora la Fundación Capital, Diciembre volvió a mostrar una fuerte aceleración de la inflación, que alcanzó el 3,1% mensual a nivel nacional, convirtiéndose en el mayor registro del año. Los fuertes aumentos en los servicios regulados (9,1% mensual) volvieron a impulsar la inflación del último mes.
“El atraso de los aumentos de tarifas, inicialmente programados para el bimestre octubre-noviembre, generó una fuerte concentración de incrementos en el último mes del año. Así, los regulados explicaron más de la mitad de la inflación del mes (1,8 puntos del 3,1% total). Esto se dio principalmente por las subas exhibidas en el rubro vivienda y servicios básicos (17,8% mensual) y, en segunda instancia, transporte (3,2% mensual) impulsado por los combustibles”, explica el informe.
La Fundación Capital también destaca que la inflación núcleo fue del 1,7% mensual, acelerándose respecto del 1,3% mensual registrado en octubre y noviembre y manteniéndose en línea con el promedio del año (1,6%).
Proyectando los resultados de 2017 a este año, se advierte que si bien se dio una importante desaceleración de la inf lación el año pasado, aún con ajustes tarifarios de por medio, “los desafíos continúan siendo por demás significativos. El 2018 ya cuenta con un arrastre de 10 puntos, a lo que habrá que sumarle los aumentos tarifarios ya anunciados. Asimismo, romper con la inercia inflacionaria que ya lleva una década en torno al 20% será uno de los principales retos”.
A continuación las conclusiones del informe sobre el desenvolvimiento de la inflación en 2018:
A días de finalizar el 2017, el gobierno anunció un cambio en las metas de inflación para el período 2018-2020. En la práctica, implicó retrasar un año el objetivo de alcanzar una inflación de un dígito, previsto ahora para 2020 (5%). En esta línea, se modificaron al alza las metas para 2018 a 15% (desde 10% ±2%) y para 2019 a 10% (desde 5% ±1,5%).
El anuncio por parte del M inistro de Hacienda con la presencia de los principales responsables del equipo económico es reconocer que la inflación no es sólo un problema del Banco Central y que con la tasa como única herramienta no alcanza. De hecho, todos los brazos de la política económica deben operar en el mismo sentido para lograr una verdadera desaceleración del nivel general de precios. Habrá que ver los siguientes meses si esto efectivamente se traduce en una mayor coordinación. En adelante, para analizar el sendero de inflación habrá que evaluar no sólo el desempeño de la política monetaria, sino también la evolución de la política fiscal (tanto del gasto como de la recaudación) y del financiamiento en pesos (que podría imprimirle menos presión a la emisión monetaria).
El cambio también implica que el proceso de desinflación se está dando más lento de lo inicialmente esperado y que probablemente continuará siendo gradual y complejo, con una inercia todavía elevada y fuertes ajustes de tarifas pendientes.
El anunció de las metas de inflación tuvo impacto en el mercado cambiario, que ya venía recalentado. En efecto, el dólar registró un alza de 70 centavos ese día, aunque al día siguiente retrocedió (50 centavos) acercándose al valor previo. Vale aclarar que cuando el dólar es noticia, las expectativas de inflación también suelen verse afectadas.
En este contexto, la posición que fuera a tomar el Banco Central ante las nuevas metas se ubicó en el centro del debate. El martes pasado el BCRA redujo su tasa de política monetaria 75 puntos básicos a 28% n.a.. Sin embargo, la baja fue menor a la esperada por el mercado.
Esto se evidenció en el dólar que recortó parte de la suba previa y en los bonos CER que bajaron al día siguiente. La reducción, que previamente s e veía hacia fines de marzo, fue más bien una señal política. En la práctica, el sesgo antiinflacionario continúa ya que la tasa sigue siendo casi 3 puntos positiva en términos reales. Con fuertes aumentos tarifarios pendientes y expectativas de inflación bien por encima de la meta, no pareciera haber margen para un relajamiento fuerte de la política monetaria. Si bien habrá nuevas bajas, el mismo Banco Central aseguró que “será cauteloso en la adecuación de la política monetaria al nuevo sendero de desinflación”.
Cabe destacar que los primeros meses del año ya cuentan con un cargado cronograma de aumentos, que le pondrá un piso elevado a la inflación. En primer lugar, se sentirán los efectos de segunda ronda de los aumentos en tarifas de diciembre de 2017, como electricidad, gas y naftas. Además, se espera un nuevo incremento en los combustibles de entre 5% y 6%, que si bien todavía no se concretó, dejará un arra stre para febrero, mes en el que también aumentarán las tarifas de energía eléctrica (20%) y las prepagas (4%).
A su vez, se llevará a cabo el primer tramo del incremento en el transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires, que implica un aumento en los colectivos del 33% y en los trenes del 38% en promedio en el segundo mes del año. Sin embargo, éste no será el único ajuste, el anuncio de la Red SUBE involucra una convergencia gradual del boleto mínimo de colectivos de $6 a $10 (+67%) y del tren de $2 a $3,25 (63%) y de $4 a $7 (75%) para mitad de año, por lo que se esperan subas en abril y junio.
La inflación en abril volvería a acelerarse, con el aumento en las tarifas de gas (40%) y el segundo tramo del aumento en los colectivos y trenes (13% y 9%, respectivamente), a los que se le sumaría el subte (47%), pendiente de audiencia pública. De esta forma, si bien a partir de mayo la inflación comenzaría a desacelerarse, sólo el primer cuatrimestre terminaría con 7 puntos de inflación, casi la mitad de la meta anual.
Por el lado de las expectativas de inflación, según el relevamiento de la Universidad Di Tella, estas se mantienen estancadas en torno al 20% hace más de medio año. Esta inflexibilidad a la baja evidencia que quebrar la inercia inflacionaria va a ser difícil. Las expectativas juegan un rol fundamental en la formación de precios. De hecho, la evolución de esta variable será clave en medio de las discusiones paritarias que ya comenzaron, pero que se concentrarán en mayor medida en el segundo trimestre con los datos de los “calientes” primeros meses. Así, si bien el gobierno quiere establecer la nueva meta del 15% como parámetro para las negociaciones, con un máximo del 16%, los gremios ya elevaron sus reclamos, más cercanos al 20%. En este sentido, el establecim iento de cláusulas gatillo, como ocurrió en 2017, podría ayudar a resolver algunas negociaciones. Si bien el gobierno había dejado trascender que no iba a convalidar este tipo de mecanismos, lo cierto es que se están considerando. En efecto, los empleados estatales de Córdoba ya firmaron un aumento del 11% con cláusula gatillo automática. No obstante, la verdadera prueba de fuego será la paritaria de los bancarios, maestros bonaerenses y comercio, negociaciones claves para otros gremios.
En conclusión, la inflación se desaceleró fuertemente en 2017, aunque se mantuvo bien por encima de la meta. En este sentido, costará romper con una inercia que ya lleva una década. El 2018 terminaría en torno al 18%, registro por encima del objetivo oficial. Si bien prevemos que continuará el sendero de desinflación, los desafíos hacia adelante son más que importantes. En este sentido, habrá que monitorear cómo evolucionan las expect ativas, variable clave en la formación de precios, en un contexto de incrementos de tarifas públicas y aumentos salariales.

About The Author

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin