G20: qué negociará Macri con Trump y los líderes de China, Rusia y otras potencias

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El Presidente tendrá una intensa agenda. Se reunirá con varios de los mandatarios de las principales economías del mundo. Qué busca en cada mano a mano
En pocos días, Buenos Aires se convertirá en la “vidriera política” más cotizada a nivel global. Con la presencia nada menos que de los líderes como Donald Trump, Xi Jinping, Vladimir Putin y Angela Merkel, entre muchos otros, Mauricio Macri se está por calzar el traje de anfitrión y los ojos del mundo se posarán sobre él.
Así, la Ciudad se convertirá en el epicentro de la cumbre del G20, que se celebrará entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre y que convocará a mandatarios de las grandes potencias. Y este año, sin dudas, será una cumbre trascendente y con condimentos que la diferenciarán de ediciones anteriores: a la polémica por el alerta que lanzó el gobierno británico sobre posibles ataques terroristas, se suma la tensión política y comercial a nivel global que gatilló la contienda entre dos “peso pesados” como Estados Unidos y China.
Embarcado en una guerra de aranceles y trabas a las importaciones, Trump estrechará la mano de su par del gigante asiático. Y el mundo estará pendiente de este cruce. A su vez, Macri, como anfitrión, se juega mucho de su imagen política a nivel internacional: el hecho de que coincidan en un mismo lugar todos estos líderes y que, en paralelo, se produzca una “contracumbre” comandada por Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, sumado a una cobertura periodística a gran escala, como poquísimas veces se vio en la Argentina, conformará una gran prueba de fuego para el “operativo blindaje” que desde hace un año ha venido planeando el Gobierno.
Sin embargo, asumir los riesgos que forman parte de cualquier cumbre de esta envergadura se justifican en los beneficios que pueden generar. De hecho, para el macrismo este encuentro puede ser capitalizado como una suerte de relanzamiento, en momentos en que los problemas de la economía vienen diezmando su capital político en el plano interno.
En los diversos “tête à tête” que el Presidente y su equipo tendrán con líderes de las principales potencias, de hecho, no se apunta únicamente a lograr una foto vacía de contenido: se persiguen objetivos concretos a nivel político, financiero y económico.
“Esta cumbre del G20 es el corolario de una Argentina que se reinsertó en el mundo y que se ha vuelto más confiable. Y este no es un tema menor en un escenario mundial tan complejo a nivel comercial y político. Tener a todos estos líderes en un mismo plano, podrá ayudar a terminar de impulsar algunas inversiones y más acuerdos en cuestiones financieras”, plantea Raúl Ochoa, co-chair por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) en el Task Force Trade, Investment & Tax Cooperation del T20, el think tank del G20
“Estamos por asistir al evento más importante de la diplomacia en la historia argentina”, plantea Fabián Calle, analista internacional y profesor de la Universidad Austral, quien agrega que “el hecho de que quienes comandan a las potencias económicas tengan reuniones individuales con el Presidente, sin dudas es trascendente”.
En concreto, se espera que el mandatario firme cerca de 100 acuerdos de cooperación. ¿Pero qué objetivos persigue el gobierno de Macri con esta cumbre? ¿Cuál es el “punto por punto” que intentará negociar en sus encuentros más relevantes?
Trump: la era “post limones”
Si bien será una rápida visita la del presidente de los Estados Unidos –llegará el jueves 29 a la noche y partirá 24 horas después-, llegará habiendo tenido un gesto clave hacia el Gobierno argentino: ya se oficializó la revisión de las medidas antidúmping al biodiésel nacional, un “castigo” arancelario que frenó negocios de u$s1.500 millones anuales.
En la industria confían en que este mano a mano será clave para avanzar en el acuerdo final, especialmente tras los cambios que se introdujeron en el régimen de retenciones y que desactivaron, en parte, los argumentos de que la Argentina está subsidiando al “bio”.
Pero la revisión, en la práctica, puede demorar meses. De modo que los funcionarios están pendientes de un gesto político que acelere los tiempos, luego de un mes en el que hubo ocho grandes plantas en el polo santafecino, dedicadas a la exportación, totalmente frenadas.
Trump llega también con la “chapa” de aliado luego de que pulseara a favor del Gobierno en la negociación con el FMI, para garantizar calma en el frente financiero. Y Macri, durante el mano a mano, le agradecerá el gesto.
“Trump que ha sido un actor central en la ayuda a la Argentina. Sin el activismo del presidente de los Estados Unidos y de una decisión política de su administración, el paquete del FMI no hubiese llegado a los u$s57.000 millones. Ni siquiera hubiera superado los u$s24.000 millones, monto que no hubiese calmado los movimientos especulativos. Ese gap, el Gobierno se lo debe a la intervención de la Casa Blanca”, apunta Calle.
Otro tema de agenda es el Sistema Generalizado de Preferencias. Macri también le agradecerá a Trump el regreso de la Argentina a este mecanismo que permite exportar determinados productos sin aranceles.
El SGP ya está activo: según datos de Cancillería, en ocho meses se realizaron exportaciones a los EE.UU. por u$s200 millones con este beneficio. Esto equivalió al 6,6% del total despachado a ese destino, pero el objetivo del Gobierno es llevarlo al 10%, el nivel que tenía antes de que el entonces presidente Obama lo anulara durante épocas de Cristina Kirchner.
El ingreso de la Argentina a la OCDE es otro tema de agenda. Macri lo ve como un objetivo clave para potenciar la llegada de inversiones.
Trump ya se pronunció a favor de la inclusión, como una forma de darle otro espaldarazo, justo en la cuenta regresiva hacia las elecciones 2019. Sin embargo, su visión choca con la resistencia de parte del bloque europeo.
Según Ochoa, también podría tocarse el tema de la Alianza del Pacífico, el bloque que impulsan economías como Chile, Perú y Colombia y del cual Macri ya dio muestras de querer sumar más activamente a la Argentina. “A Trump, preocupado por el avance de China en la región, es un punto que sin dudas le despierta algo de interés”, plantea el experto que Task Force Trade, Investment & Tax Cooperation del T20
En el plano político, trascendió que Trump apuntará a lograr un mayor pronunciamiento de la Argentina en contra del gobierno de Maduro en Venezuela. Y ahí también entra a tallar otro tema clave de agenda: la llegada de Bolsonaro al poder en Brasil, el militar nacionalista que rechaza fuertemente la ideología de Maduro.
A propósito: la invitación al flamante presidente electo del país vecino llegó a Itamaraty Sin embargo, terminó declinándola dado que tiene pautada una cirugía vinculada con el ataque que sufrió en plena campaña.
Por eso, la primera reunión entre Macri y Bolsonaro va tener que esperar al mes de enero.
“La relación bilateral necesita de un nuevo activismo presidencial, porque quedó reducida al nivel de secretarios y ministros. Es fundamental relanzar este vínculo, tratando de adecuar el Mercosur a las necesidades de las cuatro economías”, planteó Calle.
Macri – Xi Jinping: financiamiento y obras
Las expectativas oficiales respecto de la cumbre con el líder chino son muy altas. El equipo de Gobierno, tal como ya viene negociando, aspira a cerrar múltiples acuerdos.
De hecho, el propio embajador argentino en el gigante asiático, Diego Guelar, anticipó que se firmarán “cerca de treinta protocolos en todas las áreas”.
De todos, el tema financiero es el que más interesa a Macri, a punto tal que China volvió a convertirse en un sostén importante para evitar la volatilidad cambiaria.
Los bancos centrales de la Argentina y del gigante asiático ya activaron un swap por el equivalente de u$s10.100 millones y acaba de confirmarse la ampliación –que se integra a las reservas internacionales, en yuanes- por casi u$s18.800 millones. El acuerdo fue resultado de la gira del titular del BCRA, Guido Sandleris, por Beijing.
Además de estos avances en materia de cooperación financiera, el Gobierno busca que China refuerce sus inversiones en el país. Según el último dato, las mismas se ubicaron por encima de los u$s1.200 millones, pero con un potencial superior a los u$s8.000 millones, en áreas como infraestructura y energía de diversos tipos.
En este contexto, trascendió que se hará fuerte hincapié para que empresas chinas ingresen al programa de participación público-privada (PPP) y trascendió que se podría hablar de oportunidades en Vaca Muerta.
En este punto, Ochoa hace una aclaración: “Se va a tener que debatir más profundamente el nivel de componentes locales, para garantizar que la producción nacional, especialmente de las Pymes, pueda verse beneficiada con estos acuerdos, algo que no estuvo tan contemplado hasta ahora.
El encuentro con Xi Jinping también servirá para hablar sobre comercio: el Gobierno busca que se ponga en práctica un protocolo que permite exportar cortes de carne enfriada (los más caros), que ya está firmado peor no operativo. Además, quiere que se habilite el ingreso de productos clave para las economías regionales, como carne de cerdo, miel y diversas frutas.
Todo esto, con el gran objetivo final de nivelar el saldo comercial bilateral, que en 2017 tocó un récord de casi u$s8.000 millones.
¿La parte más incómoda de esta bilateral? Sin dudas pasará por el futuro de la central nuclear Atucha III, que el macrismo busca patear para adelante. Ya hubo tensión en una negociación previa, cuando se decidió achicar el proyecto, ahora valuado en cerca de u$s8.000 millones. De ese total, China se iba a encargar de financiar el 85%.
Macri – Putin: inversiones, PPP y ciberseguridad
Macri y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, volverán a verse tras el encuentro que tuvo lugar el 26 de julio en Johannesburgo, en el marco de la cumbre de los BRICS.
Entre ambos mandatarios hay muy buen feedback, aseguran desde Cancillería, principalmente por los esfuerzos que desplegó ese país durante todo el operativo del ARA San Juan.
Por lo pronto, fuentes diplomáticas rusas ya adelantaron que en este tercer mano a mano que tendrán ambos mandatarios está previsto un diálogo “en todos los niveles”, con la posibilidad de suscribir numerosos acuerdos de cooperación bilateral. El que trascendió es sobre ciberseguridad.
Pero el macrismo tendrá como principal objetivo insistir con la llegada de más inversiones rusas, también bajo el esquema de los PPP. Así, el tema vuelve a reflotarse tras haber sido tratado en la bilateral de Sudáfrica y que, todavía, no arrojó mayores resultados.
Al igual que en el caso de China, el Gobierno aspira a tentar a Putin con el potencial que tiene el desarrollo de Vaca Muerta.
Macri – Theresa May:
Tras años de una relación prácticamente congelada durante la gestión de Cristina Kirchner, que apoyó su decisión evocando la Guerra de Malvinas, Macri tomó el camino opuesto.
Un dato es que, en la cumbre del año pasado, May canceló casi a último minuto la reunión con Macri, alegando “problemas de agenda”. Ahora tendrán un mano a mano, que se realizaría en Costa Salguero y con una agenda abierta, en la que tendrá un lugar una mención sobre la soberanía argentina en las isalas.
Pero también, Macri y la primer ministro británica hablarán sobre la posibilidad de avanzar con un acuerdo entre el Mercosur y esa nación, un objetivo que cobró interés tras el Brexit y las mayores dificultades que tiene esa potencia para colocar su producción.
Además, habrá una agenda más global, con temas de política internacional, como el creciente proteccionismo y la guerra de aranceles que vienen librando países como Estados Unidos.
Macri – Angela Merkel
La canciller alemana, Angela Merkel, le había confirmado a Macri, en una conversación telefónica realizada en septiembre, que iba a asistir a la cumbre. Se espera que el mano a mano se de el viernes 30, durante la mañana, en la residencia de Olivos, previamente al plenario de presidentes.
Al igual que en el diálogo que anterior, el encuentro se enfocará en una agenda más “macro”, comenzando por la defensa del libre comercio frente al avance de medidas proteccionistas a nivel global.
En este sentido, analizarán los avances del acuerdo Mercosur-Unión Europea, en el que todavía faltan negociar el 10% de los capítulos, a lo que se suma la incertidumbre que generó el triunfo de Bolsonaro. Así, mientras hay funcionarios que se esperanzan con arribar con todo listo para la cumbre, buena parte de la diplomacia argentina considera que todavía está “verde”, especialmente a nivel político.
En paralelo, durante la cumbre con Merkel, Macri aprovechará para plantearle oportunidades de inversión en materia de energías renovables. Claro que antes de tocar este tema el Presidente deberá hacer referencia al freno de la represa de Chihuidos -por cuestiones de presupuesto-, cuya obra iba a correr por cuenta de un consorcio integrado por Voith Hydro.

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