Iguazú da la nota: un boliche lleno y ahora un casamiento, que tuvo que ser suspendido por la Policía
Hace una semana, en Puerto Iguazú el boliche Leblond tuvo que ser clausurado por violar todos los protocolos de prevención del coronavirus, con exceso de público y baile sin distanciamiento social. Pero la ciudad que vive del turismo y más necesita de un estatus sanitario libre de contagios, parece no aprender la lección. Apenas unas horas después de que se reabra en prueba piloto el turismo interno, la Policía tuvo que intervenir para frenar un casamiento con más de 70 invitados.
Este sábado a las 13:30 a raíz de llamados telefónicos a la comisaría Cuarta, los efectivos fueron alertados que en el Salón “Don Julio, en la calle Irupe del Barrio Santa Rosa había una fiesta masiva.
Constituida la comisión policial constata la veracidad de lo denunciado, observándose en el lugar unos 30 vehículos estacionados entre automóviles y motocicletas.
El ingreso al salón estaba cerrado con un portón de hierro y candado, por lo que se solicitó la presencia de los organizadores de la fiesta, hasta que apareció el novio: Angel Arcenio Silvero, de 51 años, quien estaba celebrando sus nupcias con Vanesa Alvez y “compartiendo el festejo con familiares y amigo”.
Los policías tuvieron que explicarle los decretos provinciales y nacionales vigentes con respecto al aislamiento social obligatorio y la prohibición de realizar eventos con grupos grandes de personas, y se le invitó a que finalice el evento y que la personas se retiren del lugar.