La noticia que nos gustaría tener en los diarios
“Extra, extra! La inflación fue del cero por ciento. Obviamente no estamos hablando de la Argentina, pero tampoco es Canadá, Australia o Alemania; estamos hablando de un país latinoamericano, como el nuestro e incluso con históricas desventajas en cuanto a riqueza comparado con la Argentina: estamos hablando de Chile.
Efectivamente, Chile logró una tasa de inflación del 0 % en noviembre de 2018 comparado con el 3,2 % que arrojó el Indec para el mismo mes en este lado de la cordillera. Pero no es casualidad de un mes, si miramos octubre de 2018, mientras que Argentina tuvo la inflación más alta desde 1991, con 5,4 %, en Chile el mismo dato fue de 0,4 %. Si queremos amargarnos más, estimamos que en la Argentina la inflación 2018 va a ser del 47 por ciento, aproximadamente mientras que la de Chile con suerte llegue al 3 %. O sea, para echar más leña al fuego, podemos decir que la inflación de un mes promedio de la Argentina es más alta que la de todo un año en Chile.
Bueno, pero… deben estar en recesión, ya que la caída de precios está relacionada con la caída de actividad como le pasó a Argentina en 2000. Lejos de la realidad, el indicador mensual de actividad económica de Chile muestra que en octubre su economía creció 4,2 % y 3,2 % en los últimos 12 meses; o sea más crece la actividad económica y más baja la inflación.
Para que se vea con claridad desarmé los datos en dos gráficos comenzando por el año de máxima inflación de Chile registrado en el Banco Mundial.
De los años marcados hay dos que me parece importante resaltar: en el año 1974 la inflación Argentina era de 31%, mientras que la chilena era de 679 % . Once años después, la situación era prácticamente al revés, Argentina 626 % y Chile 42 %.
Siguiendo con los años, podemos resumir que si bien la inflación fue notoriamente inferior a la de los 70s y 80s para ambos países; desde el 92 en Chile nunca volvió a superar el 13 % mientras que en la Argentina este año llegaremos al 47 %.
Como lo hizo:
El caso de la economía Chilena es bastante particular hoy en Latinoamérica, pero en los 70 la situación no eran muy distinta; y por ende su inflación tampoco: Al igual que el resto de los países de este, sur tenía una fuerte dependencia del valor de las materias primas (el cobre en este caso) y cuando estos bajaban, se resentía toda la economía y por ende los recursos fiscales. A esto se sumaba el intento de hacer política anticíclica elevando el gasto público por medio de la emisión monetaria y terminaban en tasas de inflación de tres dígitos (igual que acá).
En el año 75 se produce un cambio de política, se genera un brutal ajuste que hace que un déficit de cuenta corriente de más de 6% del PBI (similar a nuestro país antes de la devaluación de este año) se convierte en superávit en 1976. La inflación bajó considerablemente, pero siempre en torno al 30%, entonces a mediados de 1979 hicieron la solución argentina de los noventa: ataron su moneda al dólar y aquí consiguieron de nuevo una baja considerable.
Pero atar la moneda de un país subdesarrollado a otro desarrollado puede traer más problemas que soluciones y con la apreciación del dólar de principios de los 80, se dieron cuenta que no podían sostener su convertibilidad y soltaron el ancla del dólar.
La inflación volvió a subir junto con la devaluación del peso chileno, pero en los años de máxima, apenas superaba el 20%; y creo que aquí está un hecho clave a resaltar: entrar en la Convertibilidad no es la única manera de bajar la inflación y salir de ella no necesariamente te lleva a un proceso de alta inflación, luego de los ajustes propios del cambio de sistema Chile siguió teniendo una política fiscal austera, y a pesar de que como todo el hemisferio sur sufrió la recesión económica de la década perdida de Latinoamérica, lo hizo sin inflación.
La historia continúa y es muy interesante, podemos sintetizar que a fines de los 80 se le dio mayor autonomía al Banco Central ante nuevas presiones inflacionarias y este volvió a trabajar con metas graduales hasta que hoy pueden anunciar inflación 0 y con crecimiento de la economía.
Lecciones varias
Las académicas: tuvieron inflación con déficit, bajaron el déficit y bajó la inflación (visión monetarista cumplida). Después, sin déficit seguían teniendo alta inflación (visión heterodoxa) y aplicaron otras medidas hasta solucionar el problema.
Probaron todos los instrumentos: metas de inflación, convertibilidad, control de las variables monetarias, cada uno cuando dejaba de servir el anterior, pero nunca cambiaron el objetivo; que era eliminar la inflación.
En Argentina, en cambio como somos muy vivos la hacemos al revés. La bendita conferencia del 28 D, cuando se flexibilizaron las metas de inflación, fue usar el mismo instrumento, pero cambiando el objetivo y así estamos hoy.
Si vas a hacer una mesa, pero algunas maderas son más gruesas o duras y se te está complicando, cambia de martillo y los clavos; pero no te olvides que estás haciendo una mesa. En cambio si con el mismo martillo, como se te complica, decidís hacer una silla porque es más fácil, terminas haciendo un engendro que no te sirve ni para comer ni para sentarte…. pero eso sí; los clavos y maderas que echaste a perder los vas a tener que pagar igual ¿Se entiende?