Las fronteras de Misiones seguirán cerradas y restringen ingresos desde el exterior
El Gobierno nacional prorrogó hasta el 9 de abril próximo los pasos habilitados para el ingreso al país e incluyó desde el martes 16 al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery “como corredor seguro” para ingresar al territorio nacional, que vuelve a abrir después de siete meses cerrado por obras de remodelación. Esto ratifica el bloqueo fronterizo en Misiones, que fue fundamental para evitar el contacto con los casi 2,5 millones de contagios que hay en el sur de Brasil y Paraguay y al mismo tiempo, para generar un inédito crecimiento de la economía local.
Así fue informado por medio de la Disposición 563/2021 de la Dirección Nacional de Migraciones, que firma su titular, Maria Florencia Carignano, publicada hoy en el Boletín Oficial.
La norma establece la prórroga de las medidas que establecían como lugares autorizados para ingresar al país el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de la localidad de Ezeiza, el Aeropuerto Internacional San Fernando y el Puerto de Buenos Aires (Terminal Buquebus).
La novedad es que el Gobierno ratifica que, a partir de este martes 16 de marzo, también estará habilitado el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery “como corredor seguro para el ingreso de personas al Territorio Nacional”.
Luego de haber permanecido siete meses inactivo por obras de remodelación en las pistas y en el sector de arribos y partidas internacionales, el Aeroparque pondrá en funcionamiento desde el lunes una pista nueva que será más larga, más ancha y que llevará al aeropuerto a subir dos categorías dentro de la escala internacional de posibilidades de operación con bajas condiciones de visibilidad y seguridad.
Junto con la habilitación aerocomercial, también abrirán todos los comercios que están dentro del aeropuerto y que tuvieron que cerrar sus puertas en agosto pasado.
Sin embargo, el Gobierno nacional oficializó la decisión de reducir la frecuencia de los vuelos que llegan al país desde el exterior, y se reiteró la recomendaciones de diferir los viajes al extranjero, en particular a los mayores de 60 años o personas que integren los grupos de riesgo, por la situación derivada de la pandemia de coronavirus.
A través de esta medida, se decidió mantener reducidas las frecuencias de vuelos provenientes de México y Europa al 30% de la capacidad y, desde ahora, ese mismo límite regirá para los aviones que lleguen desde Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Chile.
Además se incrementa en un 10% las restricciones que ya existían para los arribos de Estados Unidos y en un 20%, para los de Brasil.
La decisión publicada hoy explicita que la Dirección de Migraciones, así como la Administración Nacional de Aviación Civil y el Ministerio de Salud, “coordinarán las acciones necesarias para determinar los cronogramas de vuelos y la cantidad de pasajeros y pasajeras que ingresarán en forma paulatina y diaria al país, especialmente a través de vuelos provenientes de México, Europa, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Chile, Estados Unidos y Brasil , manteniendo reducidas las frecuencias de vuelos de pasajeros a México y Europa en un 30 %”.
Explica que se hará “reduciendo las frecuencias de los vuelos de pasajeros a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Chile en un 30%, incrementando en forma adicional a la reducción pautada por la Decisión Administrativa N° 155/21 las frecuencias de vuelos de pasajeros a Estados Unidos en un 10 % y a Brasil en un 20 por ciento”.
Hacen mención asimismo a los nuevos linajes del virus detectados y también la situación de la región del continente americano, con números de contagiados en alza en Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Según se indica, la autoridad sanitaria -de acuerdo a la situación epidemiológica existente en origen y/o destino- podrá “pautar obligaciones a los operadores de transporte, transportistas y tripulantes, incluyendo establecer su testeo para determinar que no sufren de COVID-19, previo al ingreso al país, u otras que estime pertinentes”.
Por otra parte, se recomienda a “los nacionales o extranjeros residentes en el país y, en particular, a los mayores de 60 años de edad o a personas pertenecientes a los grupos en riesgo definidos por la autoridad sanitaria, diferir sus viajes al exterior, cuando no respondieran al desarrollo de actividades esenciales”.
“La salida y el reingreso desde y hacia el país implicará la aceptación de las condiciones sanitarias y migratorias del país de destino y de la Argentina al regreso, asumiendo las consecuencias sanitarias, legales y económicas derivadas de la misma”, indica la norma.
Entre esas cuestiones, se encuentra “la imposibilidad de iniciar el viaje con síntomas compatibles con Covid-19, la necesidad de contar con un servicio de salud del viajero en el exterior para la cobertura médica y/o aislamiento, y de denunciar los lugares en donde estuvo en los últimos 14 días previos al reingreso al país”
Además, “deberá darse cumplimiento a las condiciones impuestas por la autoridad sanitaria nacional y someterse al control de las Autoridades Provinciales, de la ciudad autónoma de Buenos Aires y Municipales, en sus respectivas jurisdicciones y ámbitos de su competencia”.