Misiones resiste el efecto recesión y sostiene un bajo desempleo

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En base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el INDEC informó que la tasa de desempleo afectó al 9% de la Población Económicamente Activa (PEA) en el 3° Trimestre de 2018 (+0,7 p.p. respecto al mismo período de 2017). Esto implica un aumento de 10,4% en la cantidad de desempleados.
Por su parte, la participación en el mercado laboral durante el 3° Trimestre de 2018 alcanzó 46,7% de la población de referencia (31 aglomerados urbanos), lo que implica un incremento de 1,9% i.a. de la cantidad de personas que ingresaron al mercado de trabajo, por encima del crecimiento poblacional (aproximadamente 1% anual). Además, la tasa de empleo fue 42,5% de la población de referencia, lo que significa un aumento de 1,1% en la cantidad de ocupados.
Como contracara, el desempleo en Posadas volvió a caer en comparación con el tercer trimestre del año pasado y se mantuvo estable en relación con el segundo de este año. La desocupación se ubicaba en 4,1 por ciento al tercer trimestre de 2017 y ahora se redujo a 2,4. Sin embargo, hubo un fuerte salto en la subocupación, lo que va de la mano de la pérdida de poder adquisitivo: se pasó de 5,5 a 11.3 por ciento.
En el ámbito nacional, según un informe de Ecolatina, la “mini recuperación” del empleo contra el 9,6 por ciento del segundo trimestre, obedece a la expansión del cuentapropismo (+2,5% i.a.), ya que la cantidad de asalariados creció sólo 0,6% i.a en el 3° Trimestre de 2018.
Dentro de los trabajadores en relación de dependencia, el crecimiento de los empleados formales fue de 1,3% i.a., lo que significa que se frenó la expansión del empleo informal, que creció sólo 0,3% i.a., cuando lo había hecho en torno al 5% i.a. a lo largo del primer semestre.
¿Qué implica esto?
En primer lugar, si se considera la participación en el mercado de trabajo, se observa una desaceleración en el incremento de individuos que participan en el mismo, ya que la tasa de actividad se expandía en torno al 3,5% i.a. desde el 4° trimestre de 2017. Esto puede deberse a que en ausencia de oportunidades de empleo producto de la caída de la actividad económica, las personas se encuentran desalentadas y dejan de participar del mercado de trabajo.
Por otro lado, en contraposición con la evolución de los asalariados formales que mostró la EPH (+1,3% i.a.), el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) reflejó que la cantidad de asalariados registrados (sumando sector público y privado) se mantuvo estable (+0% i.a.) en el 3° Trimestre de 2018. Esta diferencia con el dato de la EPH se debe a que este último surge de una encuesta que no abarca la totalidad del país, mientras que SIPA sí lo hace. En consecuencia, si tomamos como cierto el estancamiento del empleo asalariado registrado (dato de SIPA), la contracara del crecimiento de los ocupados (en torno al 1%), efectivamente es una expansión del cuentapropismo y del empleo informal.
De todos modos, por el momento no se observa que la caída en el nivel de actividad haya tenido un correlato en el empleo. Por caso, durante el 2° Trimestre de 2018 la actividad cayó 4,2% i.a. y el empleo creció 2% (+1,5% i.a. según SIPA). Asimismo, la contracción fue de 3,5% en el 3° Trimestre del año y el empleo avanzó 1,1% i.a. (+0% según SIPA). Es decir, pese a la recesión, no hay destrucción de empleo. Sin embargo, el ajuste en el mercado laboral impactó en el salario real, que retrocedió 2,7% i.a. en el 2° Trimestre del año y 9,6% i.a. en el 3° Trimestre del año.
Pese a que el piso de la actividad se daría en el último trimestre del año, los problemas en el mercado de trabajo persistirán en los primeros meses del año que viene dado que el mismo opera con cierto retrasos. Por cuestiones estacionales, el desempleo difícilmente trepe a dos dígitos, pero el aumento en la desocupación podría ser significativo. En consecuencia, la tasa de desempleo para el último trimestre del año sería de 9,5% (+2,3 p.p. que en igual período de 2018).
Adicionalmente, no se espera un repunte del mercado de trabajo en 2019: las contrataciones están en mínimos históricos y la aparente poca flexibilidad del empleo ante la recesión puede implicar que una eventual recuperación no se traduzca en un boom de empleo, especialmente debido al estancamiento de la inversión. En este sentido, vale destacar que la mayor sensibilidad del empleo informal ante los vaivenes económicos serán los que expliquen los cambios en el nivel de empleo durante lo que resta del año y el próximo.

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