¿Que pasará con las low-cost y la ampliación de Aña Cuá? Dos cuestiones que esperan señales en esta transición
A partir de hoy los actores económicos tienen todas las miradas puestas en la reacción de los mercados tras la dura derrota que sufrió ayer el Gobierno Nacional.
¿Qué sucederá con el dólar, las tasas de interés, los bonos y el riesgo país? Es la pregunta que se hacen todos por estas horas.
Sin embargo, más allá de estas primeras cuestiones inmediatas. Hay algunas cuestiones económicas de fondo que también requieren de señales en esta transición que se abre hasta la definición de octubre sobre quién será el próximo Gobierno en la Argentina.
Dos de ellas tienen un especial vínculo con Misiones y la región.
En primer lugar, el proyecto de ampliación de la represa de Yacyretá, con una inversión estimada en 600 millones de dólares para poner tres turbinas en el brazo Aña Cuá.
Hace apenas tres semanas -el 23 de julio pasado- se anunció la adjudicación de los consorcios ganadores para los dos trabajos principales. Rovella Carranza, en UTE con otras dos compañías (Astaldi y la paraguaya Tecnoedile), realizará la obra civil y la alemana Voith Hydro construirá las turbinas kaplan.
Sin embargo, los contratos aún no se firmaron. El de la alemana es por 93 millones de dólares y la obra civil cotizó a 193 millones de la misma moneda.
Desde lo formal, todo indica que no debería haber ningún tipo de demora en los plazos y en las próximas semanas deberían rubricarse los compromisos. Las autoridadades de la EBY señalaron en Ituzaingó que Macri quería que antes de fin de año estuvieran empezando a realizarse los primeros trabajos, movimiento de suelos, etc. Incluso el presidente tiene una visita agendada en Ituzaingó para el 23 de agosto, dentro de apenas 11 días.
El futuro de las low-cost
Otra cuestión de alto impacto en Misiones y que ahora aguarda señales por parte del sector político es el futuro de las aerolíneas low-cost, con Fly Bondi, Norwegian, Jet Smart y Andes a la cabeza.
Estas aerolíneas surgieron tras una fuerte vocación política de la Casa Rosada por abrir los cielos y permitir a estas empresas funcionar con sistemas de contratación mucho más flexibles que los que tienen los duros sindicatos aeronáuticos que imperan en Aerolíneas Argentinas, Austral y LAN Argentina (o Latam).
Hace unos meses el CEO de Flybondi reconoció que la aerolínea frenó el ritmo de expansión en parte por la indefinición política. Las low-cost podrían seguir operando, claro está, pero requieren de una firme señal de que el próximo Gobierno seguirá apoyando este sistema, sea del color político que sea.
Un dato más. Economis se comunicó la semana pasada con la Junta de Accidentes de Aviación Civil (JAAC) y en estos días se conocerá el dictamen de la investigación por el accidente que ocurrió en Iguazú en julio del año pasado, cuando un vuelo dio un “panzazo” en plena carrera y debió abortar el despegue, sin que se registran víctimas.
Ese hecho, catalogado por la JACC como un “accidente” (el organismo evalúa “indicentes”, “indicentes graves” y “accidentes) es el primero y único que se registró en la aviación comercial desde la llegada de las low-cost. Este dictamen de la JACC podría constituirse en un análisis sobre la seguridad del sistema low-cost en la Argentina.