Programa Ciudadano de Acción y Transformación Misionera para la Unidad
Sin dudas que para sortear las barreras habituales de las propuestas políticas debemos trabajar denodadamente en la elaboración de un programa de consenso y acción política que defina la construcción, la representación y delimite claramente los márgenes de acuerdos posibles siendo coherentes con una estrategia nacional de Unidad y de conducción exclusiva de Cristina Fernández de Kirchner, en quien confluyen y reposan los sueños y expectativas del Campo Nacional y Popular cuya columna vertebral sin dudas es el peronismo y contiene a las fuerzas políticas aliadas, el movimiento obrero y sus bases, las pymes y el ciudadano común que, luego del 9 de diciembre de 2015, y casi por mandato de CFK, viene a interpelarnos a la dirigencia y, porqué no, a la política toda sobre las referencias, las formas, las representaciones y, fundamentalmente, el programa de gobierno que legitime el ejercicio de los mandatos para que no suceda lo que en estos últimos tres años con muchos pícaros y avivados. El programa no limita: delimita y compromete. Es general y amplio. Unidad Ciudadana Misiones tiene un primer paso que dar y es el abordaje de los temas centrales de un futuro gobierno, que se desarrolle en lo estratégico y que considere lo local, lo misionero, nuestras costumbres, tradiciones y necesidades.
Qué pensamos sobre esta política forestal absolutamente concentrada y exclusivamente extractiva que tiene Misiones de largo tiempo donde, como no sucede en ningún lugar del mundo, el dueño de la tierra es dueño de la materia prima, de los factores de la producción, y del poder político concentrado en la zona del Alto Paraná. Cuál es la consideración que tenemos al respecto de la política turística actual, el monopolio en su explotación, la renta y la necesidad de discutir en profundidad al respecto de la Función Social de los Recursos Turísticos, incluso su incorporación como un principio constitucional para la elaboración de garantías ciudadanas en materia de mejoras en infraestructura y calidad de vida, no solo del turista y/o de quienes explotan esos recursos.
Tratar en profundidad el tema del Agua (con mayúscula), particularmente sobre la naturaleza de Derecho Humano Esencial del Acceso al Agua Potable, como así sobre el concepto de la Huella Hídrica como valor a agregar en la cadena del producto y como herramienta de redistribución social que equilibre las tradicionales desventajas de nuestros productores ante los poderosos sectores para quienes producen o de quienes dependen. Discutir sobre la figura del Ombudsman o Defensor del Pueblo Misionero quien pertenezca ciertamente a la oposición política en la provincia y pueda sortear las calamidades que produce la ley de lemas y sus consecuencias sobre la calidad institucional; Defensor que también ostente personería ambiental para la tutela de nuestros recursos naturales y ancestrales.
La matriz productiva y sus métodos de siglos pasados tiene que ser parte de dicha discusión de esta Nueva Misiones, los paliativos sobre las condiciones de vida de los tareferos o de los tabacaleros no son suficientes y requieren la presencia del Estado de Derecho y la aplicación de normas laborales y de sentido común. Interpelarnos sobre la gran deuda social del estado misionero que consolida la situación de indefensión de un sin número de misioneras y misioneros, a esta altura ya de segunda generación, que se verifica sobre todo en las villas y asentamientos en derredor delas grandes ciudades de nuestra provincia y exige inmediata puesta en marcha de un Plan de Contingencia Social Profundo para esos miles de coprovincianos sin políticas públicas específicas y serias. Redefinición de la lógica impositiva misionera, inconstitucional y absurda, sin creatividad, que sofoca y mal dispone la iniciativa privada, particularmente de la pequeña empresa. Discusión sobre la estructura del Estado Misionero, las empresas del estado rentables y deficitarias, las fundaciones, cooperativas y otras instituciones de tercerización que permiten los altos niveles de precarización laboral y descentralización administrativa encubierta. Magnificación de los altos níveles de femicidios, embarazos a edades prematuras, violaciones y maltratos de todo tipo en números mucho mayores que la media del país y que exigen un inmediato programa de prevención que incluya a las organizaciones sociales, a las instituciones educativas y a las fuerzas de seguridad entre otros actores esenciales vinculados a este grave problema social.
Estos, entre tantos temas nos demandan diálogo, debate y construcción de un Programa Ciudadano de Acción y Transformación Misionera para la Unidad. Y para esta construcción, porque es Ciudadana, la discusión debe ser pública y participativa, que exceda al claustro, que incluya al/la tarefero/a, al motosierrista, a la guía turística, a la ama de casa, al docente y sus alumnos, al comerciante y sus clientes, en un Congreso Ciudadano quizás.