A una década de la tragedia del Paraná
Se recuerda el décimo aniversario de la tragedia deportiva más importante de la historia en la provincia de Misiones. Ocho nadadores perdieron la vida en la competencia del “Cruce del Paraná” el 16 de enero de 2010. Era la edición n° 80 que terminó de la peor manera.
¿Qué significaba cruzar el Paraná nadando? ¿Cómo recuerdan a los que ya no están? y el análisis si debería retomarse la competencia, lo transmiten a Relatos, actores en primera persona: el profesor Gustavo Breitembruch, el participante Facundo Briñocoli y Raimundo Amores, uno de los sobrevivientes.
“Toda la vida fue una tradición. Está metida en el ADN del posadeño y de los misioneros”, sostiene el profe. El “Cruce del Paraná” no nació como una competencia en sí, sino que surgió como un desafío de atravesar las aguas del río “era el único evento multitudinario capaz de opacar al fútbol”, comparó.
En la misma sintonía, Facundo Briñocoli recuerda que los momentos previos a cada edición de la travesía se vivía con mucha adrenalina “la expectativa era importante, los amigo, en el club, la familia, todos fogoneaban… era como un superclásico”.
Al momento de consumarse la tragedia, el joven llegó a la costa junto a su embarcación sin entender aún, en ese instante, lo que había sucedido “mucha gente me preguntaba si no le vi a ella o a él, yo venía con la cabeza abajo y sinceramente nunca vi la barcaza”.
Mirando el río, rememorando cada instante de lo que aconteció aquella mañana y aún buscando alguna explicación, Raimundo Amores, uno de los sobrevivientes recopila los momentos “ese día teníamos muchas ganas de nadar, salimos con todas las expectativas, nos dieron la charla técnica en Encarnación y el cielo se puso gris. Salimos y nos dimos cuenta que estaba la barcaza… de ahí lo peor… tomé aire, me encomendé a Dios y la oscuridad total. Sentía que los chicos me tocaban buscando auxilio, hasta que todo se aclaró, salí a flote agarré un salvavidas, no vi a nadie y esperé que me rescaten”. Conmovedor.
Cuando la fecha de aniversario de la tragedia se aproxima, las sensaciones, los sentimientos se entrelazan “la tristeza que nos agarra es imposible de explicar… eran nuestros amigos, profesores… gente que amaba el río”, soltó Breitembruch, emocionado. “Uno no se va a olvidar nunca de lo que se vivió en ese momento, de lo desesperante que fue. Eso de la cabeza no se borra, es más uno no lo quiere olvidar”.
El “Colo” considera y sostiene que el río “no es el responsable” de lo que sucedió hace 10 años “no hay forma de que nada nos devuelva lo que perdimos ahí… pero debemos entender que el río no tuvo la culpa”.
Desde aquel momento, hasta la fecha, nunca se llevó adelante otra competencia de aguas abiertas en Misiones “el campeonato misionero tiene que volver a realizarse, tenemos arroyos en nuestra provincia en los que se pueden implementar”, afirmó Facundo Briñocoli y se anima a imaginar el regreso al río Paraná “sueño con que el cruce se vuelva hacer y sea una verdadera fiesta”.