Agendas trastocadas

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La denuncia contra Alberto Fernández por violencia de género representa un golpe de gracia al peronismo, con consecuencias que recién podrán apreciarse en el tiempo, como ocurrió tras la huída del fugaz Fernando De la Rúa por la terraza de Casa Rosada. Ambos presidentes representan el declive de los principales partidos políticos de Argentina. Después de dos décadas, el radicalismo deambula en la intrascendencia mendigando lugares en alianzas donde es soportado con desdén. El peronismo, aunque todavía es la principal fuerza opositora, entró en una vorágine de hechos vergonzantes, que explican el deterioro electoral y de representatividad. Los detalles que salen a la luz sobre Alberto Fernández son apenas una muestra de ese retroceso. La violencia ejercida sobre Fabiola Yañez es el corolario de lo indigno que fue para semejante responsabilidad institucional. Nunca estuvo a la altura. 

Venís golpeándome tres días seguidos”, cuestiona Fabiola, quien, al menos en una ocasión habría sido agredida estando embarazada. 

“Esto no funciona así todo el tiempo me golpeas. Es insólito. No puedo dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada. Y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeas físicamente. No hay explicación”, se queja la ex primera dama. 

“Me siento mal. Me cuesta respirar. Por favor pará. Me siento muy mal”, se victimiza quien debía ser garante de los derechos de todos. Indigno. Indecoroso. 

La insignificancia de su gestión solo estuvo a la par de las evidencias de su frivolidad, que sin lugar a dudas, sirvió como caldo de cultivo para el ascenso de un outsider como Javier Milei, quien ahora tiene la pista libre para someter al escarnio a la oposición y disimular sus propias miserias. 

La futilidad de Alberto es tal que los detalles escabrosos de su comportamiento se conocen en el momento en que más lo necesita el nuevo Gobierno, carente de resultados positivos después de un primer semestre en el que se sometió a la sociedad a un ajuste inédito, que disparó la pobreza y comienza a hacer estragos en el empleo. Pero ahora Milei puede decir: “¿Vieron? Ellos son peores”. Los últimos ejemplos parecen darle la razón. Martín Insaurralde en el yate en plena campaña electoral, el vacunatorio VIP, la condena a José Alperovich por violación y abuso sexual, lo mismo que Fernando Espinoza. Las fiestas en Olivos en plena pandemia y los golpes a Fabiola. 

El silencio de la conducción peronista, la reacción tardía de Cristina Fernández, ex vice de Alberto Fernández y líder política que lo llevó al poder, son parte de esa decadencia, que arrastra consigo derechos conquistados y debates que todavía están pendientes. ¿Quién levantará la voz por aquellos que no la tienen? ¿Quién será el que vuelva a ganarse la confianza para hablar de reivindicaciones? En ese sentido, los golpes de Alberto Fernández a Fabiola Yañez son para el peronismo peor que el fracaso de De la Rúa, porque aquello fue impericia y ceguera. Lo de ahora es hipocresía. 

Los antecedentes imponen una profunda revisión. De la política toda. El nuevo Presidente no está exento de violencias, aunque no sean físicas. Las mujeres son su blanco preferido, lo mismo que periodistas y opositores. Cualquiera que piense diferente.  

Los que se ofrecen como “nuevas expresiones” también deben ser sometidos a severos escrutinios. Misiones es testigo de un enorme escándalo que involucra a un diputado opositor y su familia, como integrantes de una red internacional de pedofilia. La investigación que se inició en Estados Unidos halló en las computadoras del diputado Germán Kiczka archivos de pedofilia, incesto y zoofilia y conexiones del programa Emule, que vincula redes p2p, una red de ordenadores interconectados, que sirven para eludir los controles sobre lo que se comparte. 

Kiczka es mano derecha de Pedro Puerta, el diputado e hijo de Ramón Puerta. Ambos se convirtieron al mileismo apenas el libertario derrotó a Patricia Bullrich en las elecciones primarias del año pasado. Hace diez días, junto a la diputada Florencia Klipauka, fueron recibidos por Eduardo Serenellini, el secretario de Prensa de Milei. 

La investigación por pedofilia se inició en febrero. Kiczka responsabiliza a su hermano y a su padre. Pero un nuevo allanamiento, esta vez por parte de la Justicia provincial, halló más elementos incriminatorios. Acorralado por el creciente escándalo, Puerta le pidió que renuncie a su banca. Kiczka se apartó con un mensaje: “Quiero dejar en claro una cosa: no tengo absolutamente nada que ver con lo que se me acusa. La causa, iniciada en el mes de febrero de este año, implica a familiares directos míos, pero no a mí”. 

Este sábado la Renovación advirtió que no aceptará la renuncia e irá por el desafuero. “Este abominable accionar hiere de gravedad el tejido social de la provincia y representa un abyecto antecedente que no encuentra registro en nuestra historia, ni en el país”, declararon los integrantes del bloque renovador.

Puerta y Kiczka son amigos. Se vendían como una nueva generación política. Se alinearon automáticamente con Milei. Aplaudieron la desregulación del mercado yerbatero que hizo derrumbar los precios de la materia prima y está generando una profunda crisis en la producción primaria. “En Misiones la Agenda 2030 no pasará. Fin”, emuló Puerta a Manuel Adorni. 

La agenda 2030 que desprecia Puerta fue aprobada por las Naciones Unidas en 2015 y plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Entre otros, tiene como objetivos prioritarios el fin de la pobreza, la igualdad de género, la educación, la seguridad alimentaria, el crecimiento económico inclusivo, y el combate urgente al cambio climático y a sus efectos ambientales. 

La referencia de Puerta a la agenda 2030 fue en respuesta al decreto del gobernador Hugo Passalacqua que extendió por cinco años la posibilidad de utilización del glifosato en la producción, aunque con un registro estricto de cantidades y de parcelas dónde se aplicará el agroquímico. La excepción está destinada a aquellos sectores productivos que deban. cumplir con exigencias de estándares específicos en el proceso de comercialización de su producción.

En Puerta no sorprende su posición. Antes de ser mileista, militaba en Cambiemos, que pretendía imponer en Misiones el plan Maizar, que implicaba 200 mil hectáreas de maíz transgénico e ingentes cantidades de glifosato para aumentar la productividad. Sí llama -un poco- la atención, que el radicalismo también celebrara la posibilidad de que el glifosato siga estando presente en las chacras misioneras. “El camino es eliminar la prohibición del uso del glifosato para dar certeza y previsibilidad al sector productivo. Para nuestros productores es una herramienta que, utilizada correctamente, genera mayor eficiencia y permite bajar los costos de producción”, aseguró el radical Martín Arjol. Parece no haber leído ninguna de las investigaciones de Antonia Husulak o el médico Hugo Gómez Demaio.

Se puede promover un modelo productivo distinto, pero ¿ponerse en defensa del glifosato? ¿Esa es la agenda? Comodidad al servicio del poder económico. La vasta evidencia científica, incluso en Estados Unidos, determina que la exposición a esta sustancia se relaciona con distintos tipos de cáncer, retrasos en el desarrollo, enfermedades intestinales y daños en el hígado y riñones. De igual manera, la Agencia de Protección Ambiental de ese mismo país, en 2020, ha concluido que el uso de este herbicida pone en riesgo a especies de animales y plantas, así como sus hábitats. En Misiones hay ejemplos abundantes de las consecuencias del glifosato, sobre todo en el sector tabacalero. 

El glifosato es sencillamente dañino. Para quien lo usa y para el medioambiente. Para las presentes y las futuras generaciones. Dejar de utilizarlo, como otros agroquímicos, es una exigencia del presente y un legado para el futuro. 

La ironía es que el decreto de Passalacqua dejó sin agenda a la oposición. La decisión política de marchar hacia una producción libre de agrotóxicos se mantiene firme. La ley comenzará a regir desde 2025. Se trabajará para la incorporación total de bioinsumos, pero se flexibilizó su aplicación plena en atención al pedido puntual de algunos sectores, particularmente el té. Esa decisión política busca captar una demanda creciente en el mundo, por productos libres de químicos. Europa ya comenzó a frenar la importación de productos que no certifiquen estar libres de deforestación. Hacia allí va el mundo. 

La chacra no depende de “menos regulaciones” para su productividad y en el caso de Misiones, el Estado, además de marcar el rumbo, respalda económicamente a distintos sectores. El mercado yerbatero es el mejor ejemplo: la Provincia subsidió créditos para secaderos y molinos en la búsqueda de mejorar el precio de la hoja verde. Con el Banco Macro se cubrió 95 por ciento del cupo y se entregaron 80 créditos a 19,9 millones de pesos promedio, para asistir a la industria yerbatera y de otros rubros. 

La yerba es el mejor ejemplo de que la ausencia de regulaciones no garantiza ni eficiencia ni rentabilidad. El sector año pasado cerró en luz verde en el semáforo de Coninagro. Este año, el de la vuelta de la desregulación, ya van tres meses consecutivos con luz roja. “La razón es la baja en los precios al productor (hoja verde, antes del secadero y molino). Se comenta que no hay muchas razones en la actualidad para pensar que este punto se revierta”, señala el informe de la entidad agraria. De las producciones misioneras, también aparece la mandioca, que mantiene el color rojo, ya que muestra precios muy por debajo de la inflación. También la producción forestal, muestra un color rojo, al igual que los últimos cuatro meses. Pese a la suba de precios internos, los destinos se encuentran con baja demanda: tanto la construcción como la exportación están estancadas. 

El estancamiento de las economías regionales es un reflejo de la parálisis del país. La industria mostró en junio una caída de 20,1% respecto a igual mes de 2023 y el acumulado presenta una disminución de 16,1%. 

  • Los 16 sectores manufactureros presentaron caídas interanuales en junio
  • Otros equipos, aparatos e instrumentos: -37,4% (-35,2% acum.)
  • Muebles y colchones: -36,3% (-33,8% acum.)
  • Productos minerales no metálicos: -35,6% (-29,2% acum.)
  • Productos de tabaco: -35,3% (-10,2% acum.)
  • Maquinaria y equipo: -33,1% (-31,6% acum.)
  • Vehículos automotores y autopartes: -32,2% (-20,2% acum.)
  • Industrias metálicas básicas: -31,2% (-25,4% acum.)
  • Productos de caucho y plástico: -29,3% (-20,9% acum.)
  • Productos Textiles -24,9% (-20,4% acum.)
  • Madera, papel, edición e impresión: -24,2% (-15,3% acum.)
  • Productos de metal: -20,7% (-16,8 % acum.)
  • Prendas de vestir y calzados: -19,1% (-15,5% acum)
  • Otro equipo de transporte: -14,4 % (-7,4% acum.)
  • Sustancias y prod. químicos: -12,3 % (-8,1% acum.)
  • Alimentos y bebidas: -8% (-7,8% acum.)
  • Refinación de petróleo: -1,2% (-1,4% acum.)

La construcción marcó una baja de 35,2% respecto a igual mes de 2023. El acumulado de los seis primeros meses presenta una baja de 32,7%.

Son datos que, sumados, van marcando un creciente descontento con la gestión presidencial. Ahora porteños y bonaerenses sentirán de lleno el impacto de la quita de subsidios en el transporte, algo que en las provincias ya se vive desde hace meses. El boleto del Amba, que hoy cuesta 270 pesos, podría aumentar a cerca de 900 pesos. Golpe directo al bolsillo. 

En las encuestas va apareciendo ese descontento. La imagen presidencial pierde fuerza. Según un estudio de Analogías, una amplia mayoría de los encuestados, en todos los segmentos de opinión, consideraron que el Gobierno debe ser evaluado por los resultados de la política económica (54%). A medida que se profundizan las consultas sobre esa materia se conforma un cuadro que combina diagnóstico crítico sobre el presente, escepticismo por el futuro cercano y un moderado optimismo recién “a dos años” que igualmente no logra remover una consolidada y ya estable polaridad de opiniones.

El desempleo se registró por primera vez en estos meses como la principal preocupación entre las opciones que habitualmente se ponen en consideración. Por cierto, una contundente mayoría de encuestados respondió que se están perdiendo “muchos o bastantes” puestos de trabajo (64%) y que, para la economía, el desempleo es un problema “peor” (51%) que la inflación (38%). “Con estos datos advertimos que el programa que el Gobierno puso en consideración de la sociedad desde la campaña electoral para liquidar la economía política del pleno empleo y fuerte acción del Estado como precondición para alcanzar la estabilidad de precios sigue funcionando como un ordenador que divide las opiniones”, explicó Marina Acosta, directora de Comunicación de Analogías.

El 53 por ciento de los argentinos considera que el presidente Javier Milei lleva a este país hacia la dirección equivocada, advierte otra encuesta de la consultora Hugo Haime y Asociados. 

“Algo viene cambiando. Empezamos a ver valores negativos en abril, pero ahora abarca a las cuestiones básicas: caen las expectativas y empeoran los números de desaprobación de la gestión, imagen personal del presidente y rumbo equivocado”, apunta el director de la consultora, Hugo Haime.

Asimismo, señala que “siete de cada 10 personas admiten tener dificultades para llegar a fin de mes; emerge la pobreza como principal problema y el incremento de precios complica la vida cotidiana”.

El clima social se deteriora. La bronca creció tres puntos, la esperanza bajó de 34 a 31 por ciento y hay un 29 que se identifica con una situación de tristeza. Sólo un 28 por ciento dice no tener problemas para cubrir los gastos, mientras que la mitad de la población (50 por ciento) cambió los hábitos de consumo, pidió dinero prestado, utilizó ahorros o se endeudó, apunta el investigador.

Los datos de la Universidad Católica Argentina coinciden. No es una encuesta, sino una proyección: la pobreza llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3% de la población en el primer trimestre, según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, en base a los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicados por el Indec. Agustín Salvia, director del ODSA señaló: “Las tasas de indigencia y de pobreza infantil habrían alcanzado niveles casi récord: 7 de cada 10 niños viven en un hogar pobre, mientras que 3 de cada 10 lo hacen en un hogar indigente, es decir, con ingresos que no cubren el valor de una Canasta Básica Alimentaria”.

Las causas del agravamiento de la situación social a lo largo del año son variadas, pero desde el ODSA atribuyen el fenómeno principalmente a las diferentes devaluaciones y su impacto en los precios, sin que se hayan generado subas inmediatas y similares en los salarios.

Aseguran que hubo un antes y un después en diciembre de 2023, cuando se redujo fuertemente el consumo, se agravó la recesión y en consecuencia, cayó la demanda de bienes y servicios a los trabajadores autónomos, especialmente en el sector informal.

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