Agro: Advierten ruptura de pagos, por efecto de la sequía

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Desde el sector señalan que “la seca” empieza a genera problemas en las cadenas de pago.

Representantes del agro, llevan meses alertando sobre los efectos que tendría la falta de lluvias sobre la economía del país. Desde el sector ahora empiezan a advertir que además del menor ingreso de divisas, la menor recaudación y las pérdidas acumuladas, representantes del agro señalan con preocupación, que se la sequía empieza a generar problemas en las cadenas de pagos.

Desde la Sociedad Rural de Rosario, se emitió un duro comunicado al respecto, titulado: “Azotados por el gobierno y la sequía”, donde advertían sobre “la actual situación de catástrofe para el sector y la cadena productiva”. Es que según señalaron, por la sequía “se estiman pérdidas del orden de 21 mil millones de dólares que se invirtieron y no se van a recuperar”, al tiempo que recordaron: “venimos de años de desfinanciamiento provocados por la confiscación impositiva”.

Además, apuntaron contra la inflación “que asfixia todavía más la vida de todos los argentinos” y contra una reciente decisión del Banco Central. “En marzo, el Estado extendió la Resolución del Banco Central A7720, la cual impide acceder a créditos con tasas subsidiadas a aquellos productores que tengan más del 5% soja en existencia, o bien hayan vendido cereal en plan dólar soja I, II y dólar agro, trabando así una herramienta de financiación para toda la banca argentina, para hacer frente a la cadena de pagos que se está cortando”, expresaron.

Consideraron que, “hoy es imprescindible derogar esta disposición para poner en marcha la actividad económica”.

Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociacione Rurales Buenos Aires-La Pampa, sostuvo para el medio Bloomberg, “Las rurales nos manifiestan que hay muchos inconvenientes en distintos aspectos”.

Puntualizó sobre los inconvenientes, “Por un lado, cuando se hace una siembra, se necesitan insumos -semillas, fertilizantes, herbicidas- que se consiguen contra entrega de cereal. Pero al no haber cereal no está habiendo entrega de la mercadería comprometida y eso obliga a posponer compromisos y refinanciarlos. Por otro lado, aquel que no está declarado en emergencia tiene los vencimientos de tarjetas agropecuarias y demás créditos con vencimiento de compra de insumos o maquinaria. Eso también genera inconvenientes”.

Un tercer factor que complica al sector, tiene que ver con que “los productores también son contratistas rurales, y empieza a haber inconvenientes en el pago de los alquileres hacia adelante”.

En tanto, Salaverri afirmó que, “Después viene la parte impositiva. Ya hemos advertido que el productor va a entrar en incumplimiento impositivo porque va a haber imposibilidad de pago, y eso también se está viendo. El financiamiento no es solo desde el punto de vista comercial, uno cuando paga un tributo se está desfinanciando también”, marcó.

Recordó también que la sequía no solo afecta al sector cerealero sino también al ganadero y recordó que “si no tenés pasto natural, tenés que salir a comprar alimentos o vender animales”.

Con respecto al efecto de la interrupción en la cadena de pagos, Salaverri “Es un efecto dominó. Imaginate un escenario de un millón y medio de fletes menos. Ese fletero no va a tener nada que transportar. Si no puede hacer el viaje, las estaciones de servicio van a estar mucho menos gasoil, va a afectar a quienes reparan cubiertas…”, ejemplificó ante la situación.

 A su vez, Salaverri sentenció que la situación es muy compleja. “El otro día escuché declaraciones muy duras del presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (por Eduardo Borri), quedecía que están en riesgo 20.000 puestos de trabajo porque no están vendiendo nada”, cerró.

El jefe de reserach de Romano Group, Salvador Vitelli, también mostró su preocupación ante la situación con respecto a la interrupción en la cadena de pagos.

“Estos son los primeros efectos, empresas que se financiaron la cosecha y llega el momento de cubrir sus compromisos y esa cosecha nunca llegó, o bien tomaron decisiones financieras erróneas en una campaña que iba a ser muy difícil. Pero todavía faltan verse ciertos impactos porque el momento donde empieza a flaquear realmente el negocio es cuando se termina la trilla tanto de soja como de maíz. Es decir, en la temporada baja que es a partir de septiembre, octubre, noviembre”, advirtió.

Pero ve un panorama, aún más complejo. “Que sucedan estas cosas en momentos de trilla, la verdad que me llama la atención y me hace suponer que esto puede llegar a estar incluso peor de aquí a unos meses”, cerró.

Fuente: Bloomberg.

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