“La corrida” por la liquidez

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La turbulencia cambiaria que aconteció en el mercado el corriente mes con un incremento del precio del dólar promedio en un 31,93 % con respecto al valor de diciembre de 2017, implico que el BCRA a los fines de estabilizar el shock externo asociado al desarme de las inversiones financieras en Argentina para destinarlas a Estados Unidos por el mayor retorno a consecuencia de la política adoptada por la FED, que para atemperar dicho fenómeno la autoridad monetaria de Argentina decidió incrementar la tasa de interés de la política al 40 %.
Claro ésta que ese comunicado efectuado por el BCRA el 4/05/18 tuvo una repercusión inmediata por parte de los Agentes Financieros que, en primera instancia, el Banco de la Nación Argentina, ante dicha incertidumbre decidió suspender la operatoria de descuento cheques diferidos, noticia que no cayó nada bien entre las Pymes, quienes recurren a esta fuente de financiación
constantemente.
Pero, ¿de qué se trata? Esta herramienta financiera consiste en vender al Banco los cheques de pago diferidos que se posea en cartera, para hacerse de liquidez inmediata a una fecha anterior a la del pago del cheque. El banco deposita la suma de dinero, previo al cobro de los intereses y comisiones relativas a ese cheque.
Siempre que se elige utilizar esta operación, la empresa analiza la conveniencia del costo de las distintas entidades que ofrecen este servicio.
La suspensión de esta operación (en un primer momento por 60 días) por parte del banco Nación se debió a la baja tasa de interés vigente para tomar los cheques y reveló la intención de subir los valores y ponerlos acorde con el mercado. El sector más afectado y que inmediatamente hizo el reclamo fue el Agro, ya que dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas se reunieron con funcionarios del Ministerio de Producción y plantearon el reclamo.
Pero a consecuencia del reclamo, la suspensión no duro más de 3 días de la segunda semana de mayo, producto de que el jueves se amanecio con la noticia de que se tomó la decisión de volver a operar con esa línea de crédito, pero a tasas más altas.
¿Qué sector económico es el que mayor emplea este instrumento financiero?
Esta fuente de financiamiento es la más utilizada por las Pymes, ya que los plazos de pagos van entre 60 y 90 días, y estaría afectando a la cadena de pago de las empresas, porque cuando el BCRA decidió subir la tasa de interés de la política monetaria claramente repercute en el costo del dinero, que termina generando que los bancos y financieras privadas remarquen para arriba su tasa de interés para el descuento de los cheques diferidos.
Actualmente en los bancos la tasa oscila entre el 35% y 43% nominal anual. Generalmente las comisiones bancarias son mínimas.
¿Qué sucede con las PyMES que no pueden recurrir a esta fuente de financiación dentro de los bancos? Claramente recurren a las financieras privadas donde el costo por descontar los cheques es mucho más elevado. En la ciudad de Posadas, las financieras privadas están cobrando una tasa de interés de descuento del 70% nominal anual en promedio, o el 6% mensual; sin mencionar las altas comisiones que cobran sobre el valor descontado, que es alrededor del 2.5%.
Damos un ejemplo: una empresa tiene un cheque diferido de $100.000 cuya fecha de cobro es a 60 días, y necesita de liquidez para pagar los sueldos de los empleados. El cuadro comparativo sería el siguiente:

Tal como se observa en el cuadro precedente, la diferencia entre el costo total entre descontar un cheque de pago diferido en un banco o en una entidad privada oscila en promedio en un 110,58 %, lo que altera significativamente la liquidez por parte de las pymes repercutiendo negativamente en sus desembolsos previstos.
El indicador para analizar este panorama financiero es la evolución del Volumen de transacciones e instrumentos de pago que reflejen la cantidad de cheques rechazados en miles de pesos que a pesar de que no se tengan datos actuales publicados en la página del BCRA en función a este último salto en la tasa de interés, el incremento nominal de la cantidad de cheques rechazados entre el 30/11/2017 con respecto al 30/11/2016 fue del 41 %, que deflactando la inflación de dicho periodo, en términos reales creció un 15,15 %.
En consecuencia, en primera instancia lo recomendable (salvo por situaciones de iliquidez transitoria que requieran la necesidad de contar con fondos necesarios para afrontar el pago de sueldos, cuotas de préstamos, etc.) es ser cautelosos y confeccionar estrategias comerciales para dotarse de efectivo inmediato, como por ejemplo, lanzando un programa especial por una cantidad de días determinados de precios con importantes descuentos sobre los bienes y servicios que comercializa la Pyme solo para los compras en efectivo, para lo cual es indispensable la confección de proyecciones financieras planteando diferentes escenarios (optimista, normal y pesimista) para anticipar estos eventos.

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Revertir tendencias

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Los entornos en la mayoría de los casos son volátiles, por lo que revertir las tendencias adversas son indispensables para generar las condiciones o ambientes que demandan los diferentes actores económicos para que las planificaciones de sus ingresos y egresos, de acuerdo a las proyecciones del nivel de actividad económica nacional, regional o provincial que inciden directa e indirectamente en su actividad particular, no adopten una postura conservadora escatimando erogaciones o planes de inversión que atentan contra la evolución del producto bruto interno.
El último dato publicado por la Universidad Torcuato Di Tela sobre el Índice de Confianza del Consumidor refleja una baja del 8,5 % con respecto a marzo y una caída interanual del 13,2 % con respecto al mismo mes del año pasado, lo que determina una tendencia decreciente desde noviembre de 2017 sobre las perspectivas de los consumidores en cuanto a la situación económica personal, de la macroeconomía nacional, como también, para la adquisición de bienes durables e inmuebles, siendo éste dato negativo en cuanto a las proyecciones del consumo.

Las erogaciones de las familias (consumo privado) son el componente del producto bruto interno de mayor envergadura representando en el 2017 el 73,30 % del total de ventas de bienes y servicios finales en Argentina, es decir, casi tres cuartos de lo que se comercializa a nivel nacional, donde su comportamiento depende del ingreso (renta) disponible, que surge al deducir del ingreso total los impuestos y adicionar las transferencias del Estado, pero éste agregado económico no solo depende de factores actuales, sino también de las perspectivas a futuro de la situación económica nacional y la particular medida a través del Índice de Confianza del Consumidor, porque si el pensamiento de los padres de familia es que su situación económica personal se va a perjudicar, tendrán a incrementar sus ahorros resignando sus consumos (compras) para tratar de resguardarse de lo que potencialmente les sucederá generando que los comercios vendan menos bienes y servicios.

En cuanto al ingreso disponible que influye positivamente en el consumo, las modificaciones en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y la recuperación del poder adquisitivo en el año 2017 determinaron que el crecimiento sea del 3,55 % en el año pasado con respecto al 2016, resultando superior a la evolución del nivel del ingreso de la economía argentina (PBI) amparado por el aumento del 0,69 % en el índice de confianza del consumidor a pesar de la tendencia decreciente en los últimos meses del año pasado.

En el gráfico precedente se observa que hubo un incremento del salario real en el año 2017 conforme a los datos publicados por el INDEC, producto de que el incremento del salario promedio nominal en argentina fue del 27,5 % y la inflación del 24,8 %, que se traduce en un aumento del salario real del 2,16 %.
¿Cómo viene el 2018?
La variación interanual de febrero de 2018 con respecto al mismo mes del año anterior (último dato publicado) refleja que el salario nominal en promedio se incrementó un 26,31 %, en tanto que la inflación fue del 25,44 %, es decir, el salario real de las familias a priori tiene un mayor poder adquisitivo en un 0,69 % comparando dichos periodos, pero la inflación proyectada no arroja datos alentadores en cuanto al cumplimiento de la meta, con expectativas inflacionarias del +25 % en abril de 2018 según la Universidad Torcuato Di Tella y la probable disparada del dólar por el contexto internacional que implicó un salto exponencial en la tasa de interés del Banco Central adicionando 300 puntos básicos llegando a una tasa de interés del 30,25 % para evitar la mini corrida cambiaria mediante intervenciones vendiendo dólares en menos de 2 meses por más de 6.700 millones.
Está claro que los incrementos de los precios en las tarifas readecuó la estructura de los gastos de los consumidores incrementando la participación en tales erogaciones sobre el total, que implica resignar otros conceptos que afectan a la demanda agregada, como también la capacidad de ahorro de los estratos sociales más altos que repercuten en menores recursos que pueden ser destinados a financiar o apalancar determinados proyectos productivos.
La cuestión relevante en este contexto, es en primera medida revertir la tendencia negativa en cuanto a las perspectivas económicas a corto plazo de las familias siendo un dato positivo el incremento del estimador mensual de la actividad económica en un 5,1 % en febrero/18 con respecto al mismo mes del año anterior, proyectándose para este un crecimiento real del PBI cercano al 2,5 %, en tanto que, con respecto al ingreso disponible real se deberá adoptar medidas que reflejen una tendencia a la desaceleración de la inflación a partir de mayo, a fin de evitar que la variación de precios no logre estar en niveles muy distantes de la meta para impedir que determinados sectores laborales con menor poder de negociación pierdan poder adquisitivo tal como se observó en el 2016.

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La brecha para cumplir la meta de la inflación se acorta

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Esta semana el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos dio a conocer la variación del precio de los bienes y servicios representativo del total de hogares del país del periodo de marzo del 2018 registrando un incremento del 2,3 % con relación al mes anterior, siendo la inflación acumula en el corriente año un 6,66 %, en tanto que en la región NEA la inflación mensual fue del 2,4 % y acumula un 6,63 % en el año 2018, demostrando una tendencia creciente y enciende las alarmas en cuanto al cumplimiento de las metas.

La meta inicial del BCRA para el corriente año era del rango del 8-12 %, la que fue reformulada en Diciembre del año pasado al 15 %, conforme a la propia pauta macrofiscal del 15,7 % que estaba contemplada en el presupuesto de la administración pública nacional del 2018, en donde la inflación efectiva acorta la brecha para su cumplimiento con el correr del tiempo y en los primeros 3 meses ya absorbió dos quintos (40 %) de la meta y para su cumplimiento la inflación mensual de los próximos 9 meses NO debería superar el 0,97 % mensual, caso que ya no se cumpliría en abril dado que la estimación de la inflación es del rango del 2 % al 2,3% por el incremento de los servicios.

En tal sentido, la comparación empírica refleja que la inflación acumulada de los tres primeros meses del 2017 (+6,66%) es similar a la inflación del primer trimestre del 2018 (+6,15 %), a pesar de ello, debemos aclarar que la variación del dólar promedio para dichos periodos fue totalmente heterogénea debido a que en el 2017, nominalmente el dólar había caído un 2 % con respecto a diciembre de 2016 y en el corriente año, producto de la acción de los agentes económicos y demás factores coyunturales, el dólar se incrementó un 14,34 %, lo que termina trasladándose en un incremento del costo de los bienes y servicios importados y/o con insumos importados.
El relevamiento de las Expectativas del mercado en marzo de 2018 efectuada por el Banco Central la inflación proyectada (nivel general) fue del 20,3% al tiempo que la inflación núcleo es del 18,1% anual, consistente con una caída de la proyección anual implícita de regulados.
¿Cuál será el accionar del BCRA para contener a la inflación?
En primera medida el BCRA mantuvo su política monetaria, donde el centro del corredor de pases a 7 días fue a una tasa del 27,25 %, con una intervención constante en el mercado cambiario saliendo a comprar dólares, considerando que una depreciación mayor a la que viene ocurriendo no estaría justificada por los impactos económicos reales ni por su planeamiento.
Lo llamativo que dejo expuesto el BCRA en su comunicado de política monetaria “…El BCRA considera que el actual sesgo de su política es adecuado en su escenario base en el que, una vez concluidos los impactos transitorios arriba mencionados, la inflación desciende al sendero buscado. El BCRA está listo para actuar, ajustando su tasa de política monetaria, si ello no ocurre”.
En tal sentido, conforme a lo expuesto anteriormente, el BCRA puede incrementar su tasa de interés a los fines de enfriar la economía, particularmente porque el último dato de la inflación Núcleo (precios no regulados ni estacionales) en marzo de 2018 que fue del 2,6 %, lo cual habilita a que en sus próximas intervenciones corrija hacia arriba su política.
Los Efectos de la inflación:
Los efectos de la inflación, según la bibliografía (Año 2008, Mochon y Beker, Cuarta Edición Economía, y principios de aplicación), se pueden clasificar en dos grupos:
1) Efectos de la inflación sobre la distribución del ingreso y la riqueza:
a) Perjudica a los que tienen ingresos fijos y sus ingresos crecen por debajo de la inflación, debido a que los ingresos de Juan que son de $ 100 le alcanzaba para poder comprar en diciembre/17 un kilo de arroz que valía $ 100, en marzo de 2018 conforme a la inflación del trimestre ahora vale $ 106,66, ya no podrá comprar la misma cantidad.
b) Favorece a los deudores en términos nominales y perjudica a los acreedores en términos nominales, debido a que si el préstamo se concierta en una suma a devolver en una cantidad fija de dinero por periodo y en un contexto de inflación en términos reales el valor va decreciendo.
¿Pero con los créditos UVA que pasa? Con los créditos en Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) el supuesto comentado en el párrafo anterior hará que la cuota en términos reales se mantenga, no perjudicando al acreedor ni beneficiando al deudor, como por ejemplo, Fabra accedió a un crédito hipotecario ajustado por inflación y pagó $ 20 en diciembre de 2017, cuando sus ingresos en el mismo periodo eran de $ 100, lo que implica que un 20 % de sus ingresos se destina al pago de la cuota de su casa propia.
Suponiendo que un año después la inflación fue del 30 % y su cuota mensual vale $ 26 siendo sus nuevos ingresos salariales, los que se incrementaron en la misma proporción que la inflación), $ 130 mensuales, se puede concluir que la cuota sigue participando en el total de sus ingresos en un 20 %.
El problema aquí es que sin los ingresos de las personas no se incrementan en la misma proporción que la inflación o directamente se mantienen fijos en contextos inflacionarios, porque si su cuota se incrementó un 30 % y tus ingresos se mantuvieron en términos nominales la cuota representará un 26 % de tus ingresos totales, y ese 6 % que se incrementó en un año implicará que resignes otras
erogaciones de las que habitualmente estabas realizando.
c) La inflación beneficia al Estado, porque las distorsiones fiscales hacen que aumenten los impuestos y determinadas erogaciones en términos reales suelen decrecer, contemplando intereses y amortizaciones de deuda no ajustados por inflación, entre otros.
d) Afecta los ahorros en pesos, debido a que poner plata bajo el colchón en un año con una inflación del 25 % y que no devenga ningún beneficio generará que dichos ahorros pierdan poder de compra.
2) Efectos de la inflación sobre la actividad económica:
Altera la estructura de precios relativos en la economía, porque no todos los precios aumentan en la misma proporción, perturbando la asignación de recursos por la dificultad de la información.
A modo de ejemplo, la variación de precios por capítulos en marzo de 2018 se puede observar que los precios no se incrementaron todos en un rango del 2,3 %, sino que algunos lo hicieron en mayor proporción (educación, equipamiento, prendas de vestir) y otros en menor proporción (transporte, restaurantes y hoteles, entre otros) y su incidencia dependerá de su peso relativo en la canasta de bienes y servicios.

No caben dudas que la inflación altera el desarrollo económico de un país y su desaceleración a niveles cercanos a los del promedio de la región hará que el panorama sea mejor para todos los argentinos, pero para alcanzar esos objetivos se requiere ineludiblemente retomar a un equilibrio fiscal que reducirá sustancialmente el financiamiento del Estado a través del BCRA (emisión monetaria) y modificará las expectativas de los agentes económicos que ya tienen incorporado el comportamiento de la inflación para prevenir sus efectos adversos.

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El efecto de la sequía en la producción de la soja: Un Cisne Negro

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La sequía que registra la Argentina en los últimos cuatro meses generará pérdidas exponenciales en uno de los principales productos que se exportan como ser la soja y sus derivados que representa un cuarto de las ventas totales de los bienes y servicios que se le venden al mundo.
Según la publicación efectuada por la Bolsa de Comercio de Rosario, la falta de precipitaciones en la región pampeana fueron aumentando en las últimas semanas de febrero, en un ambiente con baja humedad, los vientos y altas temperaturas que no acompañan a la soja de primera en sus periodos de floración de la soja, forma de vaina con un progresivo aumento de las muertes de las plantas, en tanto, que la soja de segunda que estaba saliendo en etapas vegetativas, sus raíces no pueden acceder a estratos profundos y se ha mantenido un crecimiento a tasas bajísimas.
El departamento de estimaciones agrícolas en su último informe del panorama agrícola mensual (ISSN 2408-4344) del 8 de Marzo de 2018 informa que el incremento de la perdida de superficie cultivada ya supera las 700 mil hectáreas y frente a este escenario adverso de sequía la proyección de la producción de la campaña del 2017/2018 se reduce a 42 millones de toneladas registrando una merma acumulada de 12 millones de toneladas desde el inicio de la campaña, reflejando una merma interanual de 15,5 millones de toneladas con respecto a la campaña 2016/17.

Ahora bien, ¿Qué efectos genera la pérdida de la cosecha de la soja?
Bajo el supuesto de que los 12 millones de toneladas de soja perdidas se hubieran vendido en el mercado internacional al precio promedio del commodity del corriente año que asciende a u$s 367,29 por tonelada la cuantificación sería un equivalente a 4.407,44 millones de dólares, que representa un 7,5 % del total de las exportaciones que se realizaron el año pasado (+58.428 millones de dólares) y un 52% del déficit comercial histórico del 2017 (-8.471 millones de dólares).
Estas cifras esbozadas en el párrafo anterior, no son positivas debido a que acrecentaría el déficit comercial previsto para el 2018, a su vez, esos dólares que dejarían de ingresar en la economía doméstica empujaran a la alza el tipo de cambio nominal del dólar por la contracción de la oferta de dólares para estos niveles de la demanda de dinero en pesos, hasta no tener una estabilidad mayor en la moneda.
Las exportaciones de los bienes y servicios que se le efectúan al resto del mundo es un componente de la demanda agregada y su crecimiento/caída afecta positivamente/negativamente el nivel de actividad económica local, y esta sequía que atenta contra este agregado generará que la Argentina pierda, contemplando el tipo de cambio promedio del 2018  que asciende a $ 19,52, un total de $ 86.054 millones de pesos (U$S 4.407,44 x $ 19,52).
Estos sucesos claramente no se encuentran en las estimaciones del crecimiento económico a la hora de proyectar, que puede encuadrarse en la Teoría del Cisne Negro que desarrollo Nassim Nicholas Taleb por ser un efecto sorpresa que tiene un gran impacto, donde esos $ 86.054 millones de pesos que dejarían de ingresar por parte de la economía tendrá un efecto expansión mayor que la variación inicial, por las sucesivas oleadas que se producen cuyo valor depende del multiplicador del gasto.
Supongamos que el multiplicador de la economía, contemplando determinados supuestos para la propensión marginal a consumir, impuestos proporcionales, propensión marginal a importar y la sensibilidad de la inversión ante variaciones del Ingreso, sea igual a 2 (dos), y en tal sentido, una reducción del componente autónomo empleando el modelo de economía abierta, puede generar una merma del crecimiento en el nivel de actividad económica equivalente al doble de la variación inicial por un total de $ 172 mil millones de pesos y por lo tanto, atemperaría el crecimiento real del PBI del 3,5 % del 2018 estimado conforme a las pautas macrofiscales.
Tampoco puede obviarse el efecto que los derechos de la exportación de la soja y sus derivados se coparticipan a las 24 jurisdicciones en el marco de la creación del FONDO FEDERAL SOLIDARIO en el año 2009 mediante el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 206/09, que de acuerdo al Consenso Fiscal suscripto entre el Estado Nacional y las Provincias a fines del año pasado, únicamente recibirán las jurisdicciones que se adhieran a la misma con fecha tope hasta el 1º de Abril de 2018 y en su defecto, se distribuirán entre las restantes jurisdicciones la porción de la no adherida.
En tal sentido, las Provincias tendrían una reducción de los ingresos fiscales por el Fondo Federal Solidario equivalente a $ 20,6 mil millones de pesos en el presente año, teniendo en cuenta el tipo de cambio promedio de los primeros meses del 2018 y la reducción gradual de los derechos de exportación de la soja del 0,5 % mensual.

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¿Es sostenible la deuda pública?

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En la actualidad las crisis macroeconómicas no solo están relacionadas con la balanza de pagos y la escasez en el nivel de reservas por parte de la Autoridad Monetaria, que fueron las que padeció la Argentina en los periodos 1957 – 1964, cuya solución forzada no era más que devaluar y hacer el ajuste para la reactivación del nivel de actividad económica, el ejemplo fue, en el año 1959 con una contracción en el Producto Bruto Interno superior al 6 % pero con mayores ingresos de dólares a consecuencia de la mejor competitividad que se iniciaba nuevamente con un periodo de bonanza, que años después terminaba en una nueva recesión, denominada por el Lic. Miguel Kiguel crisis de “Stop and Go”.
El esquema cambió, hoy en día las crisis ya no son solo relacionadas con la escasez de reservas producto de que las exportaciones no logran generar las divisas genuinas que demanda el crecimiento de un país (restricción externa), sino que cuando los flujos de capital disminuyen fuertemente, con una reducción del nivel de actividad económica y una depreciación cambiaria que implica un incremento del costo de la deuda pública externa, agudizando las necesidades de financiamiento, cuya consecuencia son las crisis denominadas “macrofinancieras”.
En la publicación efectuada por la CEPAL por los autores Ricardo Martner y Varinia Tromben se hace alusión a que la combinación de escaso crecimiento económico con grandes depreciaciones de las monedas, cuando gran parte de los pasivos (deudas) de los países son dolarizadas, fueron el papel preponderante de las crisis entre 1998 y 2002. Uno de los problemas consiste en lo que se conoce como “pecado original” -Eichengreen y Hausmann Año 1999- que es la imposibilidad de un país emergente de endeudarse externamente en su propia moneda, causal principal del origen de la bola de nieve, lo que genera una fragilidad estructural originada por el descalce de las monedas (El estado recauda en pesos y su deuda es en dólares).
¿Cuál es la situación de Argentina?
La Argentina desde hace varios años está gastando más de lo que recauda, lo que implica que ese gasto en exceso deba financiarse mediante alguna fuente, tal como lo realiza cualquier familia cuando por una determinada cuestión su sueldo no llega a cubrir sus gastos domésticos emplean el uso de la tarjeta de crédito.
En términos del Producto Bruto Interno el Déficit Financiero (incluye intereses de deuda) en el 2017 ascenderá a un porcentaje estimado del 6,9 %, con un Stock de Deuda Pública Total como porcentaje del PBI cercano al 60 % según las consultoras privadas a consecuencia del incremento de la deuda para financiar lo que se gasta demás.
Claramente el incremento del stock de deuda total no es sostenible en el tiempo, tal como lo anuncio el propio presidente de la Nación, el Ing. Mauricio Macri y más aún, por el impacto que pueda tener el incremento de la tasa de la FED de Estados Unidos que traerá aparejado un aumento de la deuda pública, dada la inserción nuevamente al mercado de capitales tanto de las Provincias como de la Nación tras la salida del default.

El gráfico que antecede es el fiel reflejo del descalce de las monedas en la República Argentina por la diferencia de la composición de las monedas del activo de nuestro país con respecto a sus pasivos, dado que tras la salida de la convertibilidad el stock de deuda paso del 45% en el 2001 al 128 % en el 2002, lo que llevo a un incremento del 83 % y se tradujo en la cesación de pagos de los servicios de deuda (default).
Asimismo, cuando las exportaciones en la Argentina en promedio representan el 22 % del PBI, que son los dólares genuinos que ingresan a la economía por las ventas de los bienes y servicios que se le realizan al resto del mundo, corresponden a un coeficiente bajo de apertura económica, siendo un limitante en relación a la participación del stock de deuda extranjera sobre el PBI, pero cabe aclarar que hoy en día las reservas internacionales del BCRA le otorgan un margen de maniobra dado que éstas ascienden a un total de 62.665 millones de dólares.
¿Cómo asegurar la sostenibilidad de la deuda pública?
Conforme al artículo publicado por la CEPAL en la Revista 84 en Diciembre de 2004, los países deben realizar lo siguiente:
a) Adoptar políticas que garanticen superávit primarios suficientes para controlar la deuda pública, en dicho sentido la Argentina empezó a aplicar metas fiscales para ello y de acuerdo a las nuevas reglas de responsabilidad fiscal, el crecimiento económico es
vital, dado que tanto el Estado Nacional como las Provincias se comprometieron a mantener constante su gasto primario total y su mejora en el resultado fiscal dependerá del crecimiento económico, que para este año, la tendencia demuestra que se revertirá el flagelo de los años pares.
Lo que importa es adoptar un margen de seguridad para alcanzar una meta “segura” de un cociente de deuda pública sobre el PBI no superior al 30 %, que es un camino largo para ir reduciendo gradualmente la “bola de nieve”.
b) Que las instituciones financieras internacionales (IFI) emitan deuda en una nueva unidad de cuenta: un índice de una canasta de monedas de países en desarrollo, donde las IFI actuarían según el informe, como intermediarias en el proceso de emisión de bonos soberanos para eliminar el efecto del descalce de las monedas generadas por los préstamos.
c) Los países emitan bonos indexados al crecimiento para poder reducir el efecto pro cíclico de la política fiscal, dado que los intereses de deuda se reducirían en contextos recesivos y aumentarían en periodos de auge, asegurando en tal sentido, que la deuda sea sostenible en el tiempo.

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