El contexto de sequía sumado a la ola de calor de las últimas semanas, generan en conjunto una situación preocupante en todos los sectores vinculados al agro y la producción a lo largo y ancho de la provincia. 

La Emergencia Agropecuaria para Misiones fue declarada primeramente en plano provincial y luego, desde Nación. Entre tanto, el Ministerio del Agro presentó diversas estrategias que buscan mitigar el impacto que la sequía y la escasez de lluvia. 

Lo cierto es que, durante el mes de enero, en la zona sur de la provincia no recibió agua y los campos y aguadas están secos. Escasean los reservorios de agua natural y los animales no están siendo bien alimentados, así como tampoco los cultivos. Las pérdidas empiezan a calcularse mientras los especialistas prevén que el estrés hídrico podría extenderse hasta pasado el mes de marzo. 

Menos productos en las ferias. La situación entre los feriantes en toda la provincia también es bastante complicada, según explicó a Economis el presidente de las Ferias Francas, Jorge Villasanti. “Necesitamos una lluvia tranquila que penetre en el suelo y que haya humedad para seguir haciendo algo. Esta vuelta nadie se salvó… el que trabaja la tierra está afectado. Desde plantas de yerba grandes que se están secando, hasta otros cultivos”. 

“Hay muchos productores que no están viviendo a la feria justamente porque no tienen qué productos vender, quedaron sin agua en sus chacras y no pueden hacer nada. Eso lleva a que lleva faltante de producción y de feriantes”. Esto, afecta directamente en el precio al consumidor, según detalló Villasanti. 

Plan de contingencia y prácticas recomendadas. Desde el Ministerio del Agro, la directora general de producción animal, Victoria García Giugno, contó a Economis que están trabajando en un plan de contingencia como paliativo, que contempla la disponibilidad de líneas de créditos a tasa cero y, en paralelo la entrega de maíz y forraje para distintos productores ganaderos de carne, leche, ovinos y caprinos.  “La entrega de maíz en forma de subsidio y bajo la sugerencia de que los productores lo trabajen como un fondo rotatorio interno, de manera tal de permitir posteriores compras de maíz a un precio de costo y asegurarse de esta manera la provisión de alimentos durante esta etapa crítica, hasta lograr el rebrote de las pasturas”, detalló. 

También se refirió al estrés térmico, problemática que afecta directamente la productividad de las producciones, sobre todo en animales de gran tamaño. “El animal se ve imposibilitado a eliminar rápidamente el calor, entonces trata de compensar este problema disminuyendo su metabolismo. Lo cual puede provocar una disminución en la ganancia de peso en los animales, y por lo tanto disminuyendo la producción de carne y leche”.  

Flexibilizar la intensidad de las rotaciones del pastoreo, realizando los cambios de parcelas al anochecer y en forma lenta para evitar el estrés de los rodeos, garantizar la disponibilidad de agua para los animales y evitar el arreo y los encierros del ganado en lugares sin sombras; son algunas de las recomendaciones básicas para mitigar el estrés térmico. 

Productores unidos. Jorge Dieterich, productor de San Vicente y dirigente de Cooperativa Las Mercedes, explicó a Economis que están trabajando en conjunto con otras cooperativas como la CAUL y Esperanza. “Decidimos juntarnos para hacer un pedido y fuimos bien correspondidos. Esta semana recibimos la segunda carga de maíz, un poco de alfalfa y soja, con eso la Cooperativa estamos repartiendo entre los productores”. Es una forma de amenizar un poco el sufrimiento de la sequía: “con esto vamos remediando un poco… si las vacas llegan a llegar muy débiles al invierno, saldremos con muy poca producción de leche y habrá mortandad de animales”. 

Además, agregó que hoy se estima un total de 2.000 vacas en ordeñe sólo en la zona de la Cuenca del Alto Uruguay. “Los productores están ensilando pasto, el maíz estaba sin espiga. Si llega a entrar el invierno muy seco, no sabemos qué va a dar con la lechería. Tengo vecinos que están reduciendo los animales por el miedo a la sequía. Esta semana llegó un chaparrón pero es muy poco”, detalló.

La Cooperativa Las Mercedes está compuesta por 28 familias, de las cuales la mayoría tiene producciones diversificadas en las chacras, pero 8 de ellas se dedican pura y exclusivamente a producir leche. “Si no los ayudamos, no sabemos cómo van a pasar este tiempo” expresó el productor. 

Cuidar la naturaleza, empezar a buscar alternativas y prepararse tecnológicamente: las claves enfrentar nuevamente esta crisis, durante los años venideros. Gabriel Montiel, presidente de la Asociación Rural de Animales Menores de Misiones, aseguró a Economis que la situación actual de falta de pasto se traduce en baja de peso, y por supuesto se reciente en todo lo que sea servicio de preñez, generando consecuencias a futuro que serán visibilizadas hacia adelante, con resultados disminuidos a causa de la delgadez de los animales. 

“No pensemos solo en el momento que estamos viviendo. Lo que se perdió, ya se perdió. El tema es que éste es el tercer año que nos pasa lo mismo. Tenemos que pensar a futuro. El año que viene, ¿tendremos esta misma situación en la provincia y en la región?…”, dijo. 

Montiel catalogó de “paliativo” a la estrategia de entrega de maíz por parte del agro, pero insistió en la necesidad de generar un cambio de paradigma de cara al futuro. “Prepararnos para el futuro” es la clave y la gran preocupación del sector. Montiel aseguró que se debe aprender a almacenar agua y a ensilar comida durante las épocas buenas de lluvias normales, son algunas estrategias para esa preparación de cara al futuro. En paralelo, empezar a trabajar con los campos para ver dónde se pueden construir y sostener reservorios de agua.  

En lo que respecta a nutrición, sostuvo que “es preciso evaluar cómo obtendremos el autoabastecimiento para los momentos de crisis”. Al no haber pastos, naturalmente no hay nada para darle de comer a los animales, por lo tanto los productores están comprando la suplementación. Frente a esa situación, es urgente pensar en  los propios recursos, desde caña de azúcar, pasando por pasto de elefante y otras pasturas. 

En conversación con Economis, Guillermo Reutemann, el coordinador del Instituto Misionero del Suelo, destacó que la problemática consiste no únicamente respecto de la lluvia sino también de cómo los suelos y sus sistemas productivos reciben la lluvia y qué fracción de la misma podemos captar e incorporar a los suelos, que es justamente de donde se alimentan las vertientes. En ese contexto, hay estrategias que están al alcance de todos y que tienen una relación e incidencia directa en cuanto a la situación en la que se encuentran los sistemas productivos.

“La deficiencia de agua es bastante grave. A nivel del Instituto, proponemos la mejora del manejo del agua en las chacras”, explicó. “Lo que tenemos que buscar siempre con los productores es que el agua se quede en el lugar”, por eso el trabajo y la asistencia se focalizan en obras como por ejemplo estructuras de curva de nivel, camellones, tratamiento de los caminos y otras estrategias para evitar que el agua se escurra, logrando que se infiltre en el suelo y se quede. 

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