La cuarentena tiene efectos impensados y después de la salud, la economía es la que más sufre las consecuencias. Después del parate inicial de abril, con una caída brutal de la actividad, mayo mostró signos de reactivación, con un crecimiento del 10 por ciento, efecto rebote que, obviamente, no compensa la caída interanual del 26,3 por ciento, contra un mayo de 2019 en el que la Argentina ya estaba en caída libre y sin contagios en el ambiente.

Respecto a abril pasado, el Estimador Mensual de la Actividad Económica registró en mayo una mejora del 10%, debido a la apertura de algunas actividades en distintas partes del país tras el fuerte parate del mes previo por las medidas de aislamiento sanitario para prevenir el avance del coronavirus.

El nivel de la actividad económica registró en mayo un retroceso de 20,6% en relación a igual mes del año pasado, con lo que recortó en parte la caída de 26,3% de abril último, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

De esta forma, en los primeros cinco meses del corriente año el nivel de actividad acumuló un retroceso del 13.2%.

Otro efecto inesperado es que el valor de la canasta básica y de la canasta total subió en junio por debajo de la inflación. En Buenos Aires, la CB costó 18029 pesos durante el mes pasado, mientras que la CBT, 43.811.

Efecto cuarentena, por primera vez en más de dos años se achicó la brecha entre el costo de vida de Buenos Aires y el de Misiones. Es que en la tierra colorada, según los datos del Instituto Provincial de Estadística y Censos, ambas canasta bajaron de precio.En efecto, la Canasta Básica que en mayo costaba 19,125,06 pesos, en junio costó 18,777,63. En tanto, la CBT, que incluye alquileres y otros gastos menos indispensables, en mayo costaba 49,038,60 pesos y en junio bajó a 48,147,77 pesos. La reducción obedeció especialmente a precios de frutas y verduras. ¿Un reflejo de las chacras y huertas de Misiones?

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