Un acto protocolar con motivo de la celebración del Día Nacional del Inmigrante, del que participó el ministro de Turismo, José María Arrúa, junto al intendente, Carlos Fernández; el presidente de la Federación de Colectividades, Juan Hultgren, y demás autoridades provinciales y municipales, sirvió de muestra simbólica de lo que, en otro tiempo, hubiera significado la apertura de la tradicional Fiesta Nacional del Inmigrante.

Las banderas de los países que formaron el crisol de razas de la tierra colorada, los trajes típicos, las casas abiertas, y la misma hospitalidad de siempre es el escenario que, año tras año, invita a propios y turistas a visitar la ciudad de Oberá para vivir una de las fiestas más importantes de la provincia. 

“Estos son tiempos para tomar como ejemplo a aquellos inmigrantes que llegaron a estas tierras y supieron reinventarse, sorteando situaciones complejas, construyendo puentes para un nuevo comienzo”, expresó el ministro Arrúa.

Si bien este año el estado de cosas impide vivir la experiencia tal y como la conocen sus adeptos, la familia obereña y el gobierno provincial, decidieron dar un giro y encontrar el rumbo para que el espíritu siga intacto.

Con todos los protocolos sanitarios activados, a partir de este sábado, las puertas del Parque de las Naciones permanecerán abiertas de 14:30 a 17:30 horas para que los misioneros puedan disfrutar de una visita guiada, conociendo la historia y peripecias de los inmigrantes.

Esta acción, propuesta por la Subsecretaría de Turismo de Misiones, estará abierta los sábados y domingos, y formará parte del gran abanico de propuestas que ofrece la tierra colorada para todo aquel misionero que desee recorrerla.

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