Fernández se reunió con López Obrador y habló sobre integración e inversiones
CIUDAD DE MÉXICO.- En el imponente Palacio Nacional, el presidente electo Alberto Fernández y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dialogaron este lunes cerca de una hora y media sobre la relación entre ambos países, la integración regional y el futuro de las inversiones.
Tras el encuentro, López Obrador y Fernández recorrieron las galerías del Palacio donde se exhiben algunos de los murales que pintó el artista Diego Rivera.
Fernández estuvo acompañado por la economista Cecilia Todesca y Felipe Solá, mientras que el presidente mexicano por Alfonso Romo, considerado mano derecha de López Obrador, y el canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
En lo que representa el punto más alto de su gira por este país, la primera luego de derrotar a Mauricio Macri en las elecciones del 27 del mes pasado, Fernández conversó con López Obrador de temas económicos y, por sobre todo, con la intención de dar una fuerte señal política de alineamiento dentro del polo de centroizquierda en el que se alinean gobernantes y políticos latinoamericanos, denominado Grupo de Puebla.
De traje oscuro y corbata roja, Fernández fue recibido en la entrada del palacio gubernamental por el vicecanciller mexicano, Maximiliano Reyes. En la entrada saludó a un pequeño grupo de argentinos que aplaudieron su paso.
Para avanzar en la solicitud de López Obrador, quien le pidió a su próximo par argentino acelerar la “recuperación del comercio bilateral”, el diputado Felipe Solá y los economistas Matías Kulfas y Cecilia Todesca se reunieron desde muy temprano con autoridades del gobierno mexicano. El mercado automotor, la carne y hasta los porotos negros que producen las provincias del Norte argentino serán parte del comienzo de la negociación destinada, según Solá, a intentar revertir una balanza negativa de US$ 900 millones.
La alianza política aparece más tangible, tomando en cuenta que López Obrador y Fernández ya mostraron su sintonía en declaraciones públicas, aún en temas espinosos como la crisis humanitaria, económica y política en Venezuela. “De Venezuela no van a hablar, porque están de acuerdo en la política de no intervención”, contaron desde la delegación argentina.
La relación con Estados Unidos, y en especial la sensibilidad de su presidente Donald Trump hacia eventuales confluencias de centroizquierda en la región sobrevolará la conversación privada. “Si el peligro somos López Obrador y yo, entonces Trump debería quedarse tranquilo”, comentan muy cerca del presidente electo. “Hay que hacer la unidad latinoamericana, pero no un club ideológico”, dijo Solá en declaraciones a radio El Destape, con discurso moderado y antes de sus reuniones con funcionarios de México.