Homenaje de Economis: Los 100 años de la Escuela 84 de Yerbal Viejo, que arraigó a los suecos y permitió la creación de Oberá
Pasó desapercibido para muchos esta semana, concretamente el 28 de octubre pasado, la celebración de un aniversario muy especial para sentar las bases de la sociedad de Misiones y una de sus comunidades más importantes.
Nos referimos a los 100 años de la Escuela 84 de Yerbal Viejo, hoy conocida como Escuela 84 de Oberá “Aurora Solís de Barnatán”.
Se trata, naturalmente, de una de las escuelas más antiguas de la provincia, en un grupo donde también se podrían encontrar el Martin de Moussy (101 años) o la Escuela N°1 Félix de Azara (131 años), la que está frente al Canal 12.
La Señorita Aurora fue la primera directora y, justamente, fue designada en dicho cargo un 28 de octubre de 1918 por el Inspector Nacional de Escuela, un tal Juan Espinosa. Espinosa también puso ese día formalmente en funcionamiento la escuelita, que contaba con 31 alumnos inscriptos, según las actas de la fecha.
Los apellidos hablaban claramente del origen de esos primeros alumnos. Ada Lundqvist, Gerardo Lindström, Birger Lundqvist, Nicasio Rivas, Alrik Källsten, Constancia Källsten, Doli Källsten, Pilar Calpe, Ana Juritsch, Augusto Petersson, Nils Petersson, Gerardo Lundqvist, Ingemar Nilsson, Gustavo Lindström y Waldemar Nilsson, recapituló el portal OberáOnline, en un artículo firmado por Aldo Rubén GIl Navarro, reconocido periodista e historiador.
Además de los suecos había finlandeses, veraderos “pioneros olvidados” de Oberá, que llegaron en 1906. “Mi abuelo Otto Erik Sand era de la cooperadora de la Escuela”, dijo a Economis, Ivone Gradeneker. Gradeneker es prima del dirigente yerbatero y actual cónsul honorario, Hugo Sand.
Hace poco me tocó investigar lo que sucedió con el contingente de estos 110 finlandeses que llegaron, literalmente, al medio de la nada misma. Acababa de abrirse la denominada Picada Finlandesa, un camino entre Bonpland y lo que entonces era Yerbal Viejo (luego Oberá a partir de 1928).
De los diálogos con historiadores y descendientes de ese primer contingente de finlandeses, que fueron verdaderos pioneros y llegaron antes que los suecos a la zona, surgen dos cosas. Primero: las tierras que les dieron eran pésimas para la producción, pedregosas. Segundo: Los finlandeses no contaron con la creación rápidamente de una escuela que les permitiera el arraigo, el aprendizaje del idioma y fundar una comunidad o pueblo alrededor de la vida de ese institución. En realidad, les faltó de todo y el apoyo prometido por el Estado argentino, que ayudó a decidirlos a venir de tan lejos fue muy escaso.
Años más tarde llegaron los suecos, y como suele suceder, tomaron el duro aprendizaje de los finlandeses para no repetir errores. No solamente para ocupar las tierras más al Norte y lejos de esa porción de tierra pedregosa que no permitió a los finlandeses prosperar. Sino también para fundar lo más rápidamente posible su escuela. La que permitió a los suecos convertirse en argentinos, aprender el idioma y al mismo tiempo, darle impulso a la naciente comunidad.
La que, dicho sea de paso, no solo se conformó con inmigrantes suecos, sino con alemanes, polacos, ucranianos, japoneses, italianos y muchas otras colectividades. Y por supuesto también los finlandeses, verdaderos pioneros ,”algo olvidados” en la gesta. Pero todos, fundamentalmente, argentinos y misioneros. Gracias a la labor de pioneros como Aurora Solís de Barnatán.
El saludo de Economis y el homenaje a la Escuela 84 de Oberá, a sus primeros maestros y sus primeros alumnos.
Martin Boerr / Economis