Caso Evelyn Rojas: prisión perpetua para Ramon Da Silva, autor del travesticidio

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El 8 de octubre de 2016, Evelyn Rojas sufrió un traumatismo de cráneo, policontusiones múltiples en todos el cuerpo y ojos de mapache en la cara. Todo ello, producto del accionar de Ramón Da Silva, más conocido como “Junior” o “el Polaquito” quien hoy fue condenado a prisión perpetua.

El fallo, que pasa a ser el segundo travesticidio en Argentina, puso sobre la mesa cuestiones claves como la desprotección de la comunidad trans en Posadas, Misiones y en el mundo, la naturalización de las situaciones de odio y de violencia.


Paradójicamente, el juicio se inició el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y concluyó justo en la antesala del Día Internacional de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans.


Una historia que según familiares y conocidos de Evelyn fue la crónica de una muerte anunciada.

El día de la sentencia. En el Tribunal Penal 1 de la ciudad de Posadas, durante la mañana de hoy, se dictó el fallo entre cánticos y emociones encontradas.

Primeramente se hizo la lectura de la pericia psiquiátrica, a cargo de del Cuerpo Médico Forense.

Los resultados de la entrevista pautada y semi dirigida realizada el pasado 14 de marzo a Da Silva, indicó que el acusado manifiesta no saber su número de DNI y es analfabeto. Además señaló escasa proactividad, actitud indiferente, atención conservada, sin alteraciones amnésicas reconocimiento de la la temporalidad y; durante la entrevista, el acusado refirió haber consumido alcohol, cannabis, floripón, entre otros. También, el estudio arrojó que Da Silva presenta egocentrismo, descalificacion de la valía de terceros y pobre posibilidad de abstracción. En cuanto al área afectiva, indica marcado desapego interpersonal y escasa profundidad de los afectos. El acusado no tiene antecedentes de patología mental en la familia.

Todo lo anterior “elementos suficientes estilo de personalidad psicopatíca que implican un riesgo para terceros y que podría agravarse con sustancias psicoactivas” según detallaron en el Tribunal.

Seguidamente, Florencia González, abogada de Evelyn, realizó la lectura de las pruebas instrumentales. “Esto fue un asesinato con alevosía y la víctima no pudo defenderse. Evelyn tenía un 4.4% de alcohol en sangre… El crimen fue motivado por la identidad de género y el odio contra la comunidad trans”.

González hizo especial hincapié en el hecho de que el acusado “le cortó el pelo, su principal signo de feminidad”. “Evelyn se autopercibía internamente como una mujer trans y acompañaba eso de forma externa a través de su imagen, su cabello”, remarcó.

“La empatía consiste en entender que detrás de un expediente hay una historia de vida”, ultimó González quien además solicitó capacitación y sensibilización a todos los trabajadores de la Justicia sobre todo en lo que refiera al foro penal.

Por último, la abogada llamó al jurado a aplicar conciencia de género y diversidad a la hora de la sentencia, no sólo para Evelyn y su familia, sino también para visibilizar y poner en la mesa los crímenes de odio.

La solicitud de la defensa fue la condena al imputado con una pena de prisión perpetua como autor penalmente responsable de un crimen cuadruplemente agravado por la relación de pareja, alevosía, odio a la identidad de género y el femicidio.

Por su parte, Mario Sebastián Ramirez, abogado de Ramón Da Silva, solicitó que sacaran al acusado de la sala, ya que “no se puede hablar de el sin que se sienta humillado”.

“Lastimosamente se ha perdido una vida de una forma atroz. La Fiscalía y la Querella demostraron todo perfectamente en cuanto a tiempo y lugar. Pero entiendo que falta completar en cuanto al modo”, expresó Ramírez.

Además detalló que “el estado de vulnerabilidad de Evelyn fue vulnerado cuando conoció Da Silva y él también es una persona con vulnerabilidad”. “Una normal no hace nada. Puedo ser hijo del patriarcado como muchos de los que estamos acá. Pero la persona que estaba alado mio no es igual a.nosotros”.

“Fue su modo de vida… el la pegaba todo el tiempo. No sabemos si la entiende como mujer o la entiende como pareja… El la veía como un cajero automático y como una heladera. No era una relación de pareja normal”, explicó.

Para el abogado “hacer pasar por loco” al imputado no tiene ningún beneficio.
“Va sobreviviendo como una rata en una alcantarilla. No es una persona normal, es un poquito más que un animal”.

Según Ramirez, el imputado tiene una conducta parasitaria y además, no distingue entre sexo y género, por lo cual estima que no entiende sobre el odio al género.

“La perpetua es lo mismo que darle un tiro en la cabeza. La condena perpetua está muy cerca de la pena de muerte”.

Después de escuchar a la defensa, llegó la condena esperada por la familia de la víctima. La segunda condena con la figura de travesticidio: prisión perpetua.

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