Federico Poli, experto en economía industrial y tecnología, presentó un análisis detallado sobre los desafíos actuales y las perspectivas para las PyMEs industriales y la industria del conocimiento en Argentina, durante el seminario “Nuevos Desafíos y Agenda 2025-2030”. La intervención de Poli abordó tanto las dificultades como las oportunidades que enfrentan estos sectores, con especial énfasis en los impactos económicos de la recesión y las disparidades entre el sector manufacturero y el de software y servicios informáticos.

PyMEs Industriales: Caídas y Tensiones

Poli destacó que, durante el tercer trimestre de 2024, las PyMEs industriales continuaron experimentando caídas en sus variables productivas, aunque con una menor intensidad en algunos casos. Según datos obtenidos de una encuesta realizada entre el 1 y el 23 de octubre a 500 empresas, la producción sigue cayendo interanualmente, pero las ventas muestran una desaceleración en su descenso, con una caída de solo -1% en general. No obstante, la situación laboral sigue siendo crítica, con una caída del empleo de -7%, la mayor de la serie histórica.

“El dato más preocupante es la caída en la ocupación, que afecta directamente a la competitividad de las PyMEs”, afirmó Poli. A pesar de algunas señales de estabilidad, como el Índice PMI-PyME, que muestra crecimiento desde principios de 2024, las empresas siguen enfrentando costos crecientes sin poder trasladarlos adecuadamente a los precios de venta. El 98% de las PyMEs experimentaron aumentos en los costos laborales, pero solo la mitad de ellas pudo ajustar los precios de sus productos, lo que redujo sus márgenes de rentabilidad.

Desafíos y Oportunidades en la Industria del Conocimiento

Por otro lado, la industria del software y los servicios informáticos está experimentando una dinámica distinta. Aunque las tasas de crecimiento en 2024 fueron más bajas que en la post-pandemia, Poli destacó que en el último trimestre se observa una recuperación del sector. A diferencia de las PyMEs manufactureras, las empresas tecnológicas están más preocupadas por el futuro y la expansión, especialmente en términos de financiamiento y la incertidumbre política y económica.

“El sector de software y servicios informáticos tiene una mayor resiliencia frente a la recesión, con tasas positivas en 2024 y un camino ascendente hacia finales de año”, indicó Poli.

Preocupaciones Comunes: Costos y Rentabilidad

A pesar de las diferencias entre ambos sectores, tanto las PyMEs industriales como las del conocimiento comparten preocupaciones similares, especialmente en lo que respecta a la rentabilidad y los costos. Poli también subrayó el impacto de la suba de costos de energía, que afectó tanto a la manufactura (donde el costo energético pasó del 5% al 11% entre 2015 y 2024) como al software (del 3% al 6%).

La carga tributaria también es una preocupación recurrente. “La presión impositiva, con incrementos en los ingresos brutos y tasas municipales, afecta gravemente la competitividad, especialmente en las PyMEs industriales”, afirmó el economista.

La Demografía Empresarial y el Futuro del Empleo

Otro punto clave de la presentación fue la “demografía empresarial”, que muestra un estancamiento en el número de empresas en el país. Según Poli, Argentina está al nivel de 2007-2008 en términos de cantidad de empresas, lo que impacta negativamente en la productividad y la creación de empleo. “Para que el empleo crezca, necesitamos que también lo haga la cantidad de empresas”, señaló. De hecho, el promedio nacional de empresas por cada 1.000 habitantes es solo de 12, comparado con 72 en la Unión Europea y 43 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La Recuperación de las PyMEs como Clave para el Futuro

Finalmente, Poli enfatizó que la recuperación de las PyMEs industriales es fundamental para la reactivación económica y la generación de empleo en el país. En países de ingresos altos, las pequeñas y medianas empresas son esenciales para el crecimiento económico. “Argentina necesita un ecosistema que favorezca tanto a la industria tradicional como a la del conocimiento, para poder ser competitiva en los próximos años”, concluyó.

El seminario dejó en claro que, a pesar de las dificultades actuales, tanto las PyMEs industriales como las empresas de tecnología tienen un papel crucial en el desarrollo futuro del país, y que políticas públicas orientadas a la competitividad y la innovación son esenciales para asegurar su crecimiento sostenido hacia 2025 y 2030.

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