Seis consejos para aprender idiomas y no desesperarse como “Emily in Paris”
La famosa serie de Netflix, Emily in Paris, muestra cómo su protagonista, a pesar de llevar un tiempo estudiando francés y viviendo en Francia no progresa adecuadamente. Cada idioma tiene unas características y una dificultad en función de cuál sea la lengua materna. La pronunciación en francés no es sencilla porque cuenta con 37 fonemas diferentes (por ejemplo, la “i” se pronuncia de forma diferente cuando va seguida de una “n”, se llama sonido nasal); también hay que tener en cuenta que el francés no se escribe igual que se habla y, en lo que respecta a la ortografía, otra dificultad suele ser el hecho de que cuenta con múltiples acentos. Además, como en el caso de Emily (in Paris), la gramática francesa es más complicada para anglo parlantes que para hispanohablantes.
Desde Babbel, plataforma educativa para el aprendizaje de idiomas, se ha querido analizar los motivos por los que puede suceder esto (aunque la experiencia de cada persona con el aprendizaje es diferente) y, en especial, ofrecer algunos consejos para que en este 2022, todo el mundo cumpla su propósito de mejorar en el aprendizaje de aquel idioma que desee. Y es que, “el aprendizaje de un idioma puede ayudar a crear relaciones significativas con las personas que hablan ese mismo idioma y ayudar a entender mejor la cultura de un país. Esto se plasma perfectamente en Emily in Paris cuando la protagonista envía una carta a su amiga Camille para pedirle perdón y se esfuerza por escribir en francés con el objetivo de que haya una mayor conexión con ella, aunque comete errores es un gesto muy significativo”, explican los expertos de la plataforma de idiomas Babbel.
- Práctica constante: aunque desde Babbel defendemos que 15 minutos al día son suficientes para mejorar de forma progresiva en idiomas, en el caso de Emily lo ideal sería que se esforzara por hablar continuamente en francés ya que puede experimentar una inmersión lingüística completa. El esfuerzo y la dedicación son claves, pero siempre que el aprendizaje no suponga un suplicio.
- Encontrar la metodología adecuada: sin duda, acudir a clase como Emily puede ser una buena forma para mejorar pero no hay que olvidar que cada persona es diferente y es recomendable buscar la metodología más adecuada para ti. Hace años se creía que el énfasis en la repetición y la precisión lingüística era lo más importante al aprender un idioma. Este enfoque no tenía en cuenta que hay personas con distintas capacidades y modos de aprender. Por ejemplo, si las personas con inteligencia auditiva muy desarrollada, aprenden mejor con canciones y con podcasts, o, por el contrario, las personas a las que les gusta moverse, con mayor inteligencia corporal y kinestésica podrán aprender mejor con actividades en las cuales utilicen su cuerpo, como bailes y rutinas físicas.
- Complementar el aprendizaje con herramientas entretenidas: seguro que si Emily lee la revista Vogue en francés, va a avanzar más rápido. Elegir revistas que disfrutes, así como libros, videos, podcasts y series es una gran idea. En el caso de las series, puede ser una buena idea para los principiantes activar los subtítulos en el idioma estudiado. Para los más avanzados conviene evitar recurrir a los subtítulos, incluso sabiendo que no lo entenderás todo al principio. El objetivo es comprender poco a poco y cada vez más cosas. En el caso de las novelas, conviene elegir libros contemporáneos ya que resultarán más fáciles de entender. Todos estos materiales ayudan a que los estudiantes ejerciten distintas habilidades, como la auditiva o la lectora, y a que vean el idioma que aprenden en un contexto auténtico.
- Hablar sin miedo a cometer errores: no sentir vergüenza, hablar delante de cualquier persona y no tener miedo a cometer errores es muy importante para conseguir fluidez. Lo más importante es que quien estudia una lengua extranjera se haga entender en el idioma que estudia, aunque se equivoque. Desde Babbel se crean contenidos con el enfoque de la enseñanza comunicativa de la lengua, en el cual la interacción con otros hablantes de dicha lengua y el uso del idioma que se aprende en situaciones cotidianas es más importante que la construcción de frases con perfecta gramática. Al igual que cuando estás en el extranjero, la gente te entenderá incluso si la estructura de tus oraciones no es perfecta.
- Aprender dentro de un contexto diario es más motivador: como puede verse en la serie, a Emily cada vez le gusta más París, su cultura e, incluso, su idioma. Aunque no sea posible viajar o vivir en el país para mejorar, el aprendizaje será significativo si se enmarca en situaciones específicas donde se usa la lengua que se aprende. Las clases de Babbel Live y de la app de Babbel siempre tienen en cuenta la cultura del país y se basan en diálogos que simulan situaciones cotidianas donde los y las estudiantes ven cómo utilizar lo que han aprendido al terminar una lección en la vida diaria. Asimismo, las experiencias personales de los y las estudiantes son importantes en el estudio de la lengua. Esto, además, fomenta que haya una relación afectiva con el idioma que se estudia y se pueda recordar mejor.
- Aprender a lidiar con la frustración: sea viendo una película, una serie o incluso hablando con un local, cuando se aprende un idioma hay que saber sobrellevar la frustración. Es fundamental tener en cuenta que no entenderemos el 100% de lo que escuchamos o leemos. Pero esto no significa que haya que bloquearse si no se entiende algo. Al revés, hay que apoyarse en lo que sí se entiende. Paciencia y regularidad serán los mejores aliados.
Con ganas, motivación y un método que funcione, seguro que este nuevo año el propósito de aprender idiomas se convertirá en realidad.
Fuente: Carvajal Pr