Tres mil obreros, 90.000 toneladas de cemento y 12.000 toneladas de hierro en barras, los ingredientes de la represa Aña Cuá

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Es un escenario al que pocos ojos acceden. Un inmenso terraplén varios metros por debajo del imponente río Paraná. A paso lento, pero incesante, circulan enormes bulldozers que se encargan del movimiento del suelo. Cientos de obreros se mueven minúsculos para poner en marcha una obra de ingeniería que le aportará hasta un 20 por ciento más de energía a la represa de Yacyretá, compartida por Argentina y Paraguay. Los primeros metros cúbicos de hormigón armado comienzan, tímidamente a darle forma a lo que será en unos cuatro años, la nueva represa de Aña Cuá.

En la nueva central estarán ubicadas tres turbinas tipo Kaplan que permitirán ampliar la capacidad de generación de energía de la central hidroeléctrica entre un 9% y un 20%, según fluctúe el nivel de agua del río Paraná. La nueva central se financia con los recursos generados por la hermana mayor, Yacyretá, y se construye sin generar impacto ambiental ya que no se incrementa la superficie de embalse, ni ejecuta nuevas presas o relocalizaciones.

La construcción de esta nueva central es el emprendimiento binacional más grande de la región y la obra pública en ejecución más grande de la Argentina en la actualidad.

Las obras civiles para la ampliación de la Represa Hidroeléctrica Yacyretá, con la maquinización del vertedero Aña Cuá, iniciaron en junio de 2020. Están a cargo del consorcio integrado por las empresas Astaldi, Rovella-Carranza y Tecnoedil con gerenciamientos a cargo de los Estados miembros de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

La obra para el aprovechamiento hidroeléctrico del vertedero Aña Cuá tienen un plazo de ejecución de cuatro años (50 meses), promoverá 800 nuevos empleos directos y más de 2.500 puestos de trabajo indirectos; dinamizando las economías de las ciudades de Ituzaingó (Corrientes) y Ayolas (Paraguay) en ambas márgenes del río.

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Los trabajos contemplan una extensión de 25 kilómetros de largo por 2 kilómetros de ancho en el río Paraná para incorporar tres turbinas tipo Kaplan y la construcción de una nueva central hidroeléctrica que aumentará un 10 por ciento (270 megavatios hora) la generación y potencia que la EBY le aporta al sistema eléctrico nacional.

Al final del mes de marzo se avanzó en toda el área de 49.276 Mts2 de superficie y 45 metros de profundidad a ser intervenidas con excavación a través de voladuras controladas que iniciaron el 28 de enero y continuarán en paralelo a los trabajos de hormigonado: el 73% del suelo a ser retirado es roca que será reutilizada en la obra.

El suelo rocoso producido con las voladuras y las excavaciones, previo paso por la planta trituradora de piedras, comenzará a ser reutilizado en la construcción de la misma Central Hidroeléctrica a partir de la etapa de hormigonado que está iniciando.

La planta de hormigón (secundaria) que comenzó a proveer material a la obra tiene una capacidad para producir 80 M3 de pastón de hormigón por hora. En toda la represa se colarán 286.000 M3 de hormigón, se utilizarán 90.000 toneladas de cemento y 12.000 toneladas de hierro en barras. Se inicia con el hormigonado de los pilotes que sostendrán la futura nave central y las tareas de hormigonado tienen un plazo de ejecución de 30 meses. 

La nueva Central Hidroeléctrica se construye al lado del vertedero de Aña Cuá y utilizará el agua acumulada en el lago de Yacyretá, la misma agua a la que se recurre para la generación de energía en la central principal.  Es decir que no hay mayor impacto ambiental para la generación de más energía renovable.

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