Argentina necesita diálogo político y visión estratégica para integrarse al mundo, advierten líderes empresariales
Empresarios de ACDE piden al Gobierno instituciones sólidas, diálogo político y visión estratégica para el desarrollo argentino. Durante el foro anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, líderes empresariales, economistas y analistas políticos coincidieron en que sin acuerdos sostenibles ni estabilidad institucional será imposible atraer inversiones, superar la pobreza y recuperar protagonismo global.
La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) celebró su encuentro anual con un mensaje claro al Gobierno nacional y a toda la dirigencia política: es momento de institucionalizar el diálogo y trazar un rumbo común. Bajo un contexto internacional convulsionado y con desafíos internos acumulados, los expositores señalaron que la recuperación económica requiere mucho más que equilibrio fiscal: necesita consensos estables, un entorno previsible y una política exterior pragmática e inteligente.
“Advertimos como mal de nuestro tiempo la continuidad de la confrontación”, expresó Silvia Bulla, presidenta de ACDE, en un enfático llamado a recomponer la cultura del respeto en el debate público.
Inversión y modernización: un deber pendiente
Uno de los ejes más debatidos fue la necesidad urgente de atraer inversiones. En ese sentido, el analista internacional Marcelo Elizondo alertó que Argentina mantiene una tasa de inversión del 14% del PBI, por debajo del promedio regional (22%) y mundial (25%). Además, acumula un stock de inversión extranjera directa de apenas US$150.000 millones, inferior al de países como Chile o Perú, con economías más pequeñas.
“La Argentina tiene potencial, pero no resulta atractiva. Recuperar competitividad global exige instituciones fuertes, reglas estables y conexión con el proceso de transformación global en curso”, sostuvo Elizondo, quien identificó como sectores estratégicos a la agroindustria, la energía, los recursos minerales y la economía del conocimiento.
En su intervención, Francisco de Santibañes, presidente del CARI, sostuvo que el empresariado debe asumir un rol protagónico en la inserción internacional del país, y advirtió sobre el deterioro en la relación con Brasil. También insistió en que la política exterior necesita profesionales capacitados, tanto en Cancillería como en defensa, ante un escenario geopolítico crecientemente tenso.
A su vez, el politólogo Sergio Berensztein elogió el giro diplomático del actual Gobierno al alinearse con Estados Unidos, pero advirtió que la clave estará en sostener una ambigüedad inteligente para no descuidar los vínculos comerciales con China.
Berensztein propuso una meta ambiciosa pero realizable: triplicar el ingreso per cápita hacia 2053 como forma concreta de combatir la pobreza. Para ello, destacó tres pilares de consenso social en Argentina: la democracia como sistema incuestionado, el orden macroeconómico como valor transversal y una demanda persistente por igualdad.
“Debemos pasar de preguntarnos cómo salimos de los problemas a plantearnos qué país queremos construir. La única manera de eliminar la pobreza es generando un shock de riqueza, y distribuyéndola con equidad”, remarcó el analista.
El rol estratégico de las Fuerzas Armadas también fue parte de la agenda. “La Argentina viene desinvirtiendo en defensa desde hace décadas. No tener hoy una fuerza capacitada y con tecnología es una irresponsabilidad”, subrayó Berensztein.
De Santibañes coincidió en la necesidad de profesionalizar la defensa y la diplomacia, al remarcar que en un mundo en disputa “el capital humano estatal se vuelve un factor decisivo”.
En un clima de esperanza cautelosa, los empresarios de ACDE coincidieron en que la Argentina atraviesa un momento bisagra. Con reformas en curso y un nuevo ciclo político, existe margen para construir una agenda de largo plazo. Pero sin instituciones sólidas, diálogo entre sectores y visión estratégica, el país podría volver a desaprovechar otra oportunidad histórica.

