Milei redefine el Puerto de Buenos Aires: concesiones unificadas e inversión privada para terminal de cruceros
El presidente Javier Milei firmó el Decreto 602/2025, mediante el cual se deroga la normativa previa que ordenaba el esquema portuario de Puerto Nuevo y se establece un nuevo marco orientado a la inversión privada, la modernización de infraestructura y la segmentación entre carga y turismo. La medida busca reposicionar al Puerto de Buenos Aires como hub regional competitivo frente a los puertos del Atlántico sudamericano.
La norma, publicada este 22 de agosto en el Boletín Oficial, otorga a la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN) amplias facultades como autoridad concedente y habilita la convocatoria de Iniciativas Privadas para el desarrollo de una nueva terminal exclusiva de cruceros y un polo turístico-comercial en los espigones 4 y 5, mientras que los espigones 1, 2 y 3 quedarán destinados exclusivamente a la operatoria de contenedores.
El nuevo decreto deja sin efecto al Decreto 299/2023, que proyectaba un esquema basado en inversión pública y dos operadores portuarios, al considerar que ya no se ajusta a las necesidades de competitividad ni a la política económica vigente, que prioriza la iniciativa privada en infraestructura estratégica.
El Gobierno justificó la decisión en varios factores:
- Limitaciones técnicas de Puerto Nuevo, con muelles de calado insuficiente frente a los 12 metros ya disponibles en puertos competidores.
- La llegada prevista de buques de 366 metros de eslora y 14.000 TEUs de capacidad, que hoy no pueden operar plenamente en Buenos Aires.
- El crecimiento sostenido de la industria de cruceros, que genera divisas y demanda instalaciones exclusivas para pasajeros.
- La necesidad de ordenar la convivencia entre carga y turismo, que hasta ahora compartían espacios operativos.
En línea con la Ley de Bases 27.742 y el Decreto de desregulación 70/23, el Ejecutivo busca liberar al Estado de compromisos de inversión directa, delegando en operadores privados el financiamiento y la gestión de nuevas obras.
El Decreto 602/2025 establece:
- Unificación contractual: se fusionan las concesiones de las Terminales 1, 2 y 3 en un único contrato con Terminales Río de la Plata S.A., para evitar conflictos operativos.
- Ratificación de acuerdos vigentes: se mantienen las adecuaciones contractuales firmadas en 2023 con Terminales Río de la Plata y Terminal 4 S.A., vigentes hasta 2027.
- Facultades a la ANPYN: pasa a ser autoridad concedente y encargada de las negociaciones, control ambiental y fiscalización.
- Convocatoria a Iniciativas Privadas: la ANPYN deberá lanzar un llamado formal para proyectos vinculados a la nueva terminal de cruceros y el polo turístico-comercial en los espigones 4 y 5, bajo el régimen previsto en el Decreto 713/2024.
- Escenario de expansión futura: se contempla la posibilidad de construir una terminal exterior, sujeta a estudios de factibilidad técnica, ambiental, social y financiera.
El anexo técnico (IF-2025-89141947-APN-ANPYN#MEC) firmado por el director ejecutivo de la Agencia, Iñaki Miguel Arreseygor, detalla la delimitación de áreas y el diseño funcional de las terminales.
La decisión del Ejecutivo impacta en varios frentes:
- Competencia portuaria regional: Buenos Aires busca recuperar terreno frente a Montevideo, Itajaí y Santos, puertos que ya operan con mayor calado y captan parte del comercio argentino.
- Inversión privada: se espera interés de grandes operadores internacionales del negocio de cruceros y terminales de contenedores, que podrán presentar proyectos bajo el régimen de iniciativa privada.
- Turismo y divisas: la creación de una terminal exclusiva para cruceros apunta a potenciar el flujo turístico en la Ciudad de Buenos Aires, integrando servicios gastronómicos, hoteleros y comerciales.
- Ordenamiento institucional: con la ANPYN como autoridad centralizada, el Gobierno busca dar previsibilidad a las concesiones y acelerar la toma de decisiones, reduciendo la discrecionalidad que caracterizó al esquema anterior.
El desafío central estará en atraer inversiones de gran escala en un contexto económico aún volátil, donde la confianza en la estabilidad regulatoria será clave para la llegada de capitales privados.
El Decreto 602/2025 abre un nuevo capítulo en la política portuaria nacional: un esquema concentrado en un solo operador de contenedores y una terminal especializada en cruceros, con horizonte de mediano plazo en 2027, cuando expiren las concesiones prorrogadas.
La apuesta del Gobierno es clara: convertir al Puerto de Buenos Aires en un hub competitivo y autosustentado con capital privado, en sintonía con la agenda de desregulación y atracción de inversiones que impulsa la administración Milei.
El éxito de este rediseño dependerá de la rapidez con que se concreten las convocatorias, el interés de los inversores internacionales y la capacidad de superar las resistencias de sectores sindicales y políticos que históricamente han condicionado la gestión portuaria.




