El 28 de mayo, durante su primera visita oficial a Misiones, el presidente Alberto Fernández escuchó de boca del gobernador Oscar Herrera Ahuad y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, el pedido para que Misiones se incorpore al consorcio de manejo de la hidrovía Paraná-Paraguay y se extienda hasta la costa posadeña el dragado del río, que permitirá mejorar las condiciones de navegabilidad del puerto de Posadas, que ya está listo para operar. El viernes, en Rosario, Fernández cumplió con ese pedido y Misiones pasó a formar parte de la empresa estatal que manejará la hidrovía, por donde circulan 30 mil millones de dólares anuales en exportaciones. “Es desarrollo y oportunidades para la producción en materia de costos, habrá una mejora del dragado y balización”, explicó el mandatario misionero a Economis después de estampar su firma en el acuerdo que incluye además a Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos, Chaco. A partir de ahora, Misiones podrá usar en plenitud el río Paraná y además recibirá regalías por las toneladas exportadas, ya que cada provincia tiene el 7 por ciento de las acciones en un reparto que controla la Nación con 41 por ciento.

Ahora la expectativa está puesta en la reunión que mantendrán en forma virtual Herrera Ahuad, el presidente de la Confederación Económica de Misiones, Alejandro Haene y el ministro de Producción, Matías Kulfas, para analizar otro de los pedidos realizados en aquella tardecita de mayo: la creación de una zona libre de impuestos a la producción, IVA a 10,5 y aportes patronales a 16,5%, entre otros planteos. No será sencilla la pulseada, pero por primera vez hay un fino trabajo en equipo entre Gobierno y sector privado para convencer a los funcionarios nacionales. De todos modos, después del fiasco que resultó la promesa del artículo 10 de la ley Pymes, no hay confianza ciega, sino la certeza de que es el planteo correcto para corregir décadas de atraso competitivo y poner en pie de igualdad a la economía misionera en relación con las fronteras de Brasil, donde florecen las lojas free y Paraguay, con una laxa política fiscal que atrae inversiones y permite bajar costos operativos. Esa igualdad es también para con Buenos Aires, la “ciudad tan opulenta”, como la calificó el propio Presidente. A mil kilómetros de distancia y con una logística mucho más costosa que el centro del país, es lógico que Misiones reclame una compensación.

Herrera Ahuad cuenta con el respaldo de todo el arco económico. La CEM que lidera Haene es la que está en la primera línea, pero son numerosos los empresarios que ya hicieron escuchar su voz. Hay una refrescante corriente productiva que quiere recuperar tiempo perdido después de los cuatro años de despilfarro en la timba financiera.

Herrera Ahuad recibió el lunes a Haene en Casa de Gobierno y después a un grupo de empresarios encabezados por Nicolás Trevisán. Estuvieron ejecutivos de la yerbatera Gerula, de Cerámicas Garuhapé, del aserradero Puertas de Misiones, Silvina Oliva, del aserradero Valerio Oliva, Sergio Bresiski, de Premoldeados Posadas y Sergio Guelman de Plastimí. El objetivo fue dar el primer paso para armar una mesa productiva para trazar políticas de mediano y largo plazo para todos los sectores que movilizan la economía misionera, para lograr políticas que mejoren competitividad y desarrollo. Se habló de energía, logística, de la hidrovía, del puerto y el regreso del tren como herramientas para bajar costos. Habrá nuevos encuentros, rotando los actores para que se puedan escuchar más voces.

La coincidencia es plena en que el camino elegido es correcto. El flamante Movimiento Industrial Misionero también respalda la estrategia política para negociar con Fernández y advierte que la provincia soportó años de atraso mientras el centro del país se desarrollaba con infraestructura.

Pese a eso, Misiones ostenta hoy una economía más robusta que las vecinas Corrientes o Chaco e inversiones sociales que son la envidia de la región. En medio de la crisis de arrastre agravada por la pandemia, es la provincia más desendeudada y con la porción más importante de sus recursos volcada a la educación, la salud y el desarrollo económico. Los indicadores sanitarios, por caso, marcan mejoras históricas pese a la recesión. 

En el pico de la pandemia, con más de diez mil casos diarios en los últimos días en la Argentina, Misiones se mantiene como la segunda provincia con menor cantidad de casos detrás de San Luis y es la que tiene menos contagios por cien mil habitantes. También lleva varios días sin casos activos. El mérito es doble si se ubica a Misiones en el mapa regional: hay cerca de 380 mil contagios en los estados fronterizos brasileños y otros quince mil en Paraguay. 

La estrategia de aperturas paulatinas permitió que la economía no se resintiera tanto y evitó una explosión de contagios como la que sacude ahora a Jujuy o Mendoza, provincias que al principio estaban casi sin preocupaciones y hasta se ofrecían para recibir al show del fútbol. 

La extensa cuarentena que se hace insoportable en otras ciudades, es mucho más llevadera en tierras misioneras porque hubo una planificación que fue abriendo espacios sin poner en riesgo la salud del conjunto. 

El turismo puso primera y comienza a reactivarse de la mano de visitas internas que obviamente no garantizan la rentabilidad de una temporada alta, pero permiten por lo menos cubrir algunos costos. De todos modos, cuando pase la pandemia, Misiones se posiciona como primer atractivo para turistas argentinos de acuerdo a los sondeos de las agencias nacionales. 

La educación también se prepara para una vuelta a clases en modo presencial que al menos en lo que resta del año será solo para los estudiantes de últimos años de secundaria y eventualmente, del último grado de primaria. La vuelta a clases encontrará a los jóvenes misioneros con una nueva ley de punta sancionada este jueves: Misiones incorpora al celular como herramienta pedagógica.  “La incorporación de estos dispositivos en las escuelas apuesta a la agenda educativa, busca favorecer el uso de las tecnologías con sentido pedagógico, y colabora en la construcción de conocimientos socialmente relevantes”, argumentó el legislador Carlos Rovira, autor del proyecto.

“Es indispensable enriquecer el proceso de aprendizaje, tanto en los alumnos como en los docentes, capacitando a estos últimos para que incluyan las nuevas tecnologías en la enseñanza de los contenidos”, expresó. Se prepara el terreno desde los grados iniciales para el futuro del Silicon Misiones, el centro tecnológico educativo que pronto se hará realidad en un . 

La realidad parlamentaria misionera, donde las leyes se construyen con el aporte de distintas vertientes políticas, contrasta con el Congreso nacional, donde la oposición se niega a debatir proyectos impulsados por el oficialismo. La reforma judicial que puede convertirse en ley en los próximos días, tuvo en el Senado puntos álgidos de los cruces entre el Frente de Todos y la alianza Cambiemos. Finalmente, el proyecto del Ejecutivo fue aprobado por 40 votos a 26 para ser girado a Diputados, donde seguramente habrá cambios sustanciales, incluso en algunos puntos que fueron celebrados. 

En la sesión virtual, Cristina Fernández hizo gala de su picardía política para dejar en off side a los referentes de Cambiemos. Primero pidió al gobierno de la ciudad de Buenos Aires que levante las vallas que rodeaban el Congreso ante la promesa fallida de una masiva protesta opositora: «El Congreso se valla cuando se vota en contra del pueblo», le dijo la ex presidenta a Diego Santilli, el viceintendente capitalino. 

Después se preguntó dónde estaba Esteban Bullrich, el senador que se convirtió en noticia al descubrirse que en realidad una máscara suya era la que participaba de las reuniones de comisión. Después, como maestra de escuela llamó la atención del misionero Humberto Schiavoni, a quien descubrió leyendo sus argumentos en contra de la reforma judicial. El presidente de la asamblea del PRO intentó negar su falta, pero ya se había convertido en tendencia en las redes sociales. 

Más allá de las discusiones políticas que generó la reforma, el proyecto duplica la existencia de juzgados actuales. En el caso de Misiones son cinco nuevas dependencias federales, sumada una a Aristóbulo del Valle. Pero un dato no pasó desapercibido: el proyecto original creaba 400 cargos. El girado a Diputados, más de 900. Una audaz apuesta política del oficialismo que pone en riesgo la convivencia con los gobiernos provinciales. Ningún gobernador quiere el desembarco de jueces y funcionarios ajenos a su terruño. En el juego de la política otro frente se abre con resultado incierto: finalmente el Gobierno envió al Congreso el proyecto para gravar la riqueza. Es por única vez para las fortunas superiores a los 200 millones de pesos con una alícuota del 2%, que incrementa a medida que el patrimonio es mayor. La intención despertó el rechazo de Cambiemos y las cámaras empresarias que se oponen al aporte extraordinario. Pero lo cierto es que, a pesar de las críticas, el oficialismo está decidido a avanzar y refuta las críticas a la supuesta afectación de la inversión. Como ejemplo, durante la gestión Macri, la tasa de inversión cayó de 21,1 por ciento del PBI entre 2003 y 2015, al 19 entre 2015 y 2019. Ahora, con el impuesto a la riqueza el Gobierno espera 300.000 millones de pesos, que serán invertidos en obras públicas, mejora del sistema de salud, apoyo a las Pymes y programas sociales, entre otros. En los cuatro años de gestión de Macri, se dejaron de cobrar impuestos a personas y a empresas de mayores patrimonios por el equivalente acumulado de 7 puntos del PBI.

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