En el año de la pandemia Misiones terminó con superávit primario y financiero

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El año 2020 fue un año donde se pusieron en jaque los indicadores económicos, y se  puso en duda la capacidad de los estados provinciales de poder sortear con éxito la  crisis generada, a partir sobre todo de una importante caída de la actividad que repercute en todos los segmentos de la economía nacional. 

Sin embargo, sobre todo a partir de los últimos meses del 2020, las provincias vivieron esta situación con gran heterogeneidad, al punto que en el caso misionero se observó un importante crecimiento de la actividad a partir de factores como el cierre de fronteras, que posibilitó el incremento de la recaudación propia y un mayor volumen de actividad  comercial. 

Esto último, sumado a cuestiones como mayor asistencia financiera del Estado nacional y a un bajo peso de la deuda pública, entre otras, generó que la provincia de Misiones haya culminado el año 2020 con superávit de sus cuentas públicas, tanto primario como  financiero. 

Los superávits no significan otra cosa que un mayor volumen de recursos por sobre los gastos de la administración provincial, que genera un “ahorro” que permite que la provincia esté resguardada ante posibles épocas de crisis, por un lado, e invertir en políticas de desarrollo, como ser infraestructura o consumo, por el otro.  

Tener superávit no solo implica tener más recursos: también entra el juego la administración del gasto. En el caso misionero, tuvo un papel importante, como se detalló antes, el bajo nivel de deuda pública, que no impacta de manera importante en las erogaciones de la provincia: a menor endeudamiento hay más capacidad de pago para destinar a inversión.  

Detalles de los resultados fiscales de Misiones 

Los ingresos corrientes de la administración pública no financiera de la provincia de Misiones totalizaron $134.205,84 millones: crecieron un 50,9% en relación al año anterior. Ese incremento está explicado fundamentalmente por el crecimiento de los  tributos provinciales ($33.735,24 millones, +78,2%) y las transferencias corrientes  recibidas (no automáticas del Gobierno nacional, entre otras), que totalizaron $11.613,6  millones y se expandieron un +110,2%. 

Del resto de los conceptos que integran los ingresos corrientes, solo las Contribuciones  a la Seguridad Social tuvieron alzas reales, mientras que los demás ítems tuvieron  caídas en diferentes niveles.  

Por su parte, el gasto corriente totalizó $115.162,9 millones: se expandió un 48% anual  (levemente por debajo del alza de los ingresos corrientes), y en este punto, se destacan  tres cuestiones: el gasto de personal (entendido como pago de salarios y  remuneraciones) se incrementó en términos reales un 1,3%; además, las transferencias  corrientes crecieron también en términos reales un 14,1% (11,9% al sector privado y  15,9% al sector público), y el pago de los servicios de la deuda, por su parte, cayó 26,8%  en términos reales, siendo este un aspecto fundamental en las cuentas provinciales: la  disminución del pago de las obligaciones de deuda representa mayor disponibilidad de  recursos para el desarrollo.  

Como se mencionó, también es fundamental destacar los crecimientos de las  transferencias: por un lado, al sector privado: esto posibilitó sostener e incluso, expandir programas como los Ahora, o las líneas de crédito (como el Fondo Misiones) e incluso  exenciones impositivas, todo en relación al fomento de la actividad.  

Por el otro lado, el incremento de las transferencias al sector público equivale a mayores  recursos para los municipios misioneros. 

Con estos datos llegamos al primer resultado: el económico u operativo, que surge de  la diferencia entre los ingresos corrientes y el gasto corrientes. Misiones tuvo en 2020  un resultado económico superavitario en $19.042,9 millones (14,2% de los ingresos  corrientes) y es superior al observado en 2017, 2018 y 2019, reflejando así un  fortalecimiento del superávit económico en 2020. 

Ingresando en el apartado referido al capital, los ingresos de capital totalizaron $4.336,7  millones en 2020, con una caída nominal del 18,7% respecto al 2019, que responde a  un aspecto generalizado en las provincias. Observando los componentes dentro de los  ingresos de capital, los denominados “recursos propios” y los correspondientes a  “disminución de la inversión financiera” mostraron bajas, pero las “transferencias de  capital” (empujadas por el envío desde el gobierno nacional) crecieron de manera  significativa (66,4% real). 

Por su parte, el Gasto de capital fue por un total de $22.575,2 millones: se retrajo -3,4%  en términos reales, que se explica por la retracción de la inversión real directa (-7,9%)  que concentra el volumen mayoritario en este tipo de gasto. Las transferencias de capital  y la inversión financiera crecieron 26,8% y 19,15 respectivamente (real). 

De esta forma, podemos entonces llegar a los resultados fiscales finales: el primario y  el financiero.  

El resultado primario se entiende como la diferencia entre los ingresos totales y el  denominado gasto primario, que es el total del gasto excluyendo los pagos por servicios  de la deuda pública. En el 2020, el resultado primario misionero fue superavitario en  $1.482,6 millones, que representa un 1,1% de los ingresos totales., mejorando  notablemente respecto a lo que fue el 2019, cuando el superávit primario representó el  0,7% de los ingresos.  

En términos absolutos, es el mayor superávit primario del período 2017-2020, pero en  proporción sobre los ingresos el del 2018 fue más robusto. 

Por su parte, el resultado financiero es la diferencia entre los ingresos totales y los gastos totales, y en el 2020 marcó superávit de $804,5 millones en Misiones (0,6% de los ingresos totales). Al igual que en lo detallado para el caso del resultado primario, el superávit financiero del 2020 fue el mayor en términos absolutos pero menor en proporción con los ingresos que el de 2018. 

De esta forma, Misiones culmina por tercer año consecutivo con superávit en ambos niveles, que da cuenta de una correcta administración de las cuentas públicas, un fuerte incremento de recursos (sobre todo, los propios) y un bajo peso de la deuda pública. 

Hasta el momento (fecha de corte: 16 de marzo), solo siete jurisdicciones del país han publicado sus datos fiscales. De ese total, cinco lograron superávits primarios y financieros (Entre Ríos, Misiones, San Juan, Santa Fe y Tucumán), una (la CABA) tuvo superávit primario, pero déficit financiero, y la provincia restante (Neuquén) tuvo déficits en ambos niveles. 

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