Por: Cecilia Tonelli, Coordinadora de Reclutamiento y Selección de Grupo Gestión. Existe una regla absoluta cuando se quiere cautivar a una audiencia: conocerla. A lo largo de los años, la presentación de currículums para calificar para un empleo se fue aggiornando de acuerdo a los signos de los tiempos. Por ejemplo, los CVs impresos en papel fueron cediendo terreno ante múltiples formatos digitales. Pero algo permanece intacto: se trata de una herramienta clave para conseguir un empleo.

El desafío de “preparar un buen CV” hoy está multiplicado. No sólo tiene que ser atractivo para el potencial empleador, sino también para la inteligencia artificial (IA) que suele utilizarse como primer filtro de selección.

En efecto, las empresas abrumadas por la cantidad de CVs recibidos y ante la imposibilidad de destinar sus recursos a la lectura pormenorizada de cada uno de ellos, optó por incorporar tecnología que realiza una primera preselección, incluyendo plataformas para la carga online de datos. 

Se trata de los cada vez más adoptados ATS (siglas en inglés para “sistema de seguimiento de candidatos”), un software impulsado por IA capaz de identificar elementos claves que son de por sí suficientes para prescindir de un candidato; analiza la experiencia profesional y los títulos académicos, busca palabras clave dentro del texto o detecta insolvencias en el candidato que motivarían el descarte de su solicitud.

Si bien los datos varían según la consultora a la que se le pregunte, Markets and Markets estima que las empresas invertirán aproximadamente US$3.200 millones anuales en este tipo de aplicaciones para el año 2026. ¿Qué significa esto? Que la probabilidad de que un CV pase por un ATS es cada vez más grande. La mayoría de las grandes corporaciones ya lo utiliza.

Claves para superar el primer filtro

¿Cómo hacer para que este bot de IA no desestime un CV? Existen muchos consejos y recomendaciones útiles para atravesar con éxito este primer filtro.

Por ejemplo, es importante utilizar palabras clave vinculadas a la búsqueda laboral  u optar por tipografías estándares de la web que sean fácilmente legibles y reconocibles, como pueden ser Times New Roman o Verdana. ¿Los datos personales? Deben ir al principio, pero integrados en el cuerpo del texto, no como un encabezado.

También puede ser útil incluir un breve resumen en la parte superior del CV, utilizando una lista con viñetas que destaque los aspectos más relevantes de tu experiencia y formación académica, ambos alineados con la vacante que deseas cubrir. Para la experiencia laboral, es recomendable usar siempre un formato consistente: nombre del empleador, puesto ocupado y fechas de empleo, en ese orden.

Por el contrario, también existen elementos que es mejor evitar. Las abreviaturas, los formatos creativos, las tablas, los gráficos, los logos, los pies de página o cualquier otro elemento que pueda “confundir” al bot. Un dato clave: la IA no elige a los candidatos más adecuados para el cargo, sino que filtra a aquellos que, en principio, no califican (por razones que no siempre son las correctas).

Claves para pasar el segundo filtro

Luego de este primer esfuerzo, no se puede perder de vista que hay un segundo lector al cual cautivar: El Reclutador.

Como recibe tan solo aquellos candidatos que la IA haya aprobado, puede hacer una lectura cuidadosa de cada uno de los precandidatos, en general en busca de aptitudes adicionales, conocimientos avanzados -en especial cuando se trata de habilidades con mucha oferta- o la participación en proyectos creativos o de gran envergadura, entre otros elementos.

El objetivo del CV continúa siendo el mismo: darnos a conocer ante un empleador concreto para que nos considere aptos para cubrir un puesto. Lo único que cambia es que ahora, para lograr el trabajo de nuestros sueños, también tenemos que “seducir” a un bot.

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