El próximo fin de semana terminará el proceso de fusión de las operaciones de lo que fue el Banco Itaú con su comprador, el Banco Macro.

La entidad que preside Jorge Brito anunció la compra de las operaciones de la entidad brasileña en la Argentina por unos u$s 50 millones, y transcurridos todos los pasos de la adquisición y la fusión, pasando por una nueva marca para las operaciones que fueron del Itaú, el 19 de noviembre todo se denominará Banco Macro.

En esta etapa, 1,3 millones de clientes que pertenecían al Itaú y atravesaron una transición bajo el nombre de Macro BMA, pasarán definitivamente a ser clientes de Banco Macro, comentó Brian Anthony, gerente de Bancas Comerciales.

El ejecutivo destacó que llegan al final de la fusión “exactamente con la misma participación de mercado que hace un año”, cuando se formalizó la compra y se hicieron cargo del Itaú. “Nos pusimos como objetivo llegar a la fusión con la misma cantidad de clientes y lo estamos logrando”, indicó.

“El primer desafío fue sacar todo lo que era Itaú, que era para ellos muy importante, porque no querían que la marca Itaú quedara en manos de otro; tuvimos tres meses para cambiar desde los carteles de las sucursales, lo más fácil, a reimprimir todas las tarjetas de crédito y débito que tenían los clientes. Y lo más complicado es todo lo que tiene que ver con los activos digitales: la app, todas las páginas web, tenía una implicancia grande porque significa desarrollo y generaba una oportunidad de fraude“, explicó Anthony.

“Otro tema fue desengancharse de los sistemas que dependían de Brasil -relata el directivo-; después, analizar cómo se manejaban y empezar a tener políticas comunes porque no podía ser a ver un cliente con dos propuestas distintas, por ejemplo, de descuentos o de tasas. Y después el merge cultural de los dos bancos”, explicó.

  “Los dos son bancos con culturas muy distintivas. Ellos en un banco internacional, que por más que acá fueran un banco chico, a nivel de Brasil y la región son y tienen un espíritu de grande. En Brasil tiene 40% de participación de mercado. Tiene su personalidad, y nosotros tenemos la nuestra, nuestra cultura. Entonces, necesitamos construir una cultura nueva y común“, apuntó Anthony.

Cambios para el cliente

“La migración empieza el 15 y el 19 de noviembre será el primer día. El domingo por la noche se producirá un blackout de algunas operaciones, que les anticiparemos a los clientes, aunque no afectará a operaciones como las compras con tarjetas de crédito y débito”, precisó.

Luego, los antiguos clientes del Itaú y Macro BMA sí van a tener que hacer con el alta de la nueva app del Banco Macro el onboarding digital con validación biométrica.

Luego de la fusión, los datos de las cuentas se van a mantenerse, pero sí cambiarán las claves bancarias uniformes (CBU) de cada una. Se va a poder seguir operando normalmente, pero habrá que informar las nuevas para el caso de acreditaciones y descuentos de terceros.

Objetivos en la fusión

Los objetivos fueron cuidar el negocio, cuidar los clientes, que siempre es el objetivo. Después, cuidar el talento, la gente valiosa. 

“Tenemos la esperanza de que se viene una etapa de desarrollo y también de aprovechar ventajas que existan para adelante“, afirma, en relación con los recursos humanos de la institución fusionada.

“Respecto de los clientes, siempre cuando se hace una operación, hay clientes que te eligen y clientes que no. Nosotros nos pusimos como objetivo llegar a la fusión con la misma cantidad de clientes y lo estamos logrando. Estamos exactamente en la misma participación de mercado”, que un año atrás, cuando nos hicimos cargo del Itaú.

“Esta gente -destaca el gerente del Macro- se va beneficiar porque el banco pasa de tener 50 sucursales a 500, una presencia de marca totalmente distinta, se van a juntar los beneficios”.

“Habrá un par de días de acomodamiento, pero estamos confiados de que va a resultar todo bien”, agregó.

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