
“Es el momento de sacar la plata a la calle”: créditos hipotecarios y un mercado lleno de oportunidades en Misiones
Candelaria, Itaembé Guazú, Bahía El Brete: el mapa de zonas calientes para invertir en Misiones. Un análisis a fondo con Aarón Ortas.
El mercado inmobiliario de Misiones vive una reactivación alentada por la vuelta de los créditos hipotecarios. Sin embargo, aún persisten desafíos vinculados a la escasez de propiedades aptas y a la burocracia para regularizar títulos, planos y sucesiones. Así lo describe Aaron Ortas, CEO de Fénix Inmobiliaria, quien observa desde su experiencia cotidiana una transformación en marcha: “Hoy es el momento de sacar la plata a la calle”, resume con contundencia.
“El 2025 ya se asentó como el año en el que los créditos hipotecarios volvieron a ser una realidad en el país. La gente los está considerando de verdad”, afirma Ortas. Según su diagnóstico, las principales trabas técnicas que enfrentaban bancos, escribanos e inmobiliarias fueron superadas, aceitando la cadena burocrática. “Antes los bancos no sabían ni cómo instrumentarlos, tardaban tres meses o más. Ahora, en promedio, en 60 días ya se puede concretar”, explicó.
La digitalización del proceso aceleró la gestión y permitió que los clientes sepan cuánto pueden pedir y bajo qué condiciones. “Ya hay carpetas preaprobadas, ya saben cuánta plata les van a prestar y van directamente a buscar propiedades”, detalla.
No obstante, Ortas advierte que la oferta todavía no se adaptó del todo: “Faltan propiedades aptas para crédito. Hay muchas sucesiones, donaciones o propiedades sin planos inscriptos que no cumplen con los requisitos”.
El desafío de la clase media
La vuelta del crédito devuelve a la clase media la posibilidad de acceder a una vivienda, luego de años de exclusión. “Durante años la clase media estaba pulverizada, tenía que juntar todo el dinero, y eso congelaba la economía porque era plata que salía de circulación”, señala el empresario. “Hoy, ese crédito que sale de un banco, inmediatamente vuelve a la economía real, genera ventas en cadena y ayuda a revalorizar el mercado”.
Aun así, Ortas remarca que por ahora los montos disponibles limitan las opciones. “Los bancos están prestando entre 100 y 150 millones de pesos. Eso no alcanza para todas las propiedades que están en oferta, aunque a medida que el sistema se estabilice, seguramente los montos van a subir”.
El empresario señala que muchos desarrolladores podrían abastecer de inmuebles aptos al sistema, pero se ven frenados por demoras estructurales: “Los que hacen casas o dúplex tienen los planos aprobados, pero obtener el título les puede llevar hasta 24 meses después de terminada la obra. Hasta que no se habiliten créditos sobre boleto de compraventa o las hipotecas en divisa como plantea el presidente Javier Milei, ese segmento va a seguir fuera”.
El CEO de Fénix sostiene que la dinámica actual genera un círculo virtuoso: más créditos, más operaciones, más dinero circulando y precios que empiezan a corregirse. “Ya hay constructoras que ajustaron entre un 40% y 60% el valor del metro cuadrado, porque sus costos subieron, pero el mercado general todavía va un poco más lento”.
Ortas aclara que aún así existen oportunidades: “Si hace cinco años tenías cero créditos hipotecarios y hoy hay 100, el mercado ya cambió. Es un buen momento para invertir porque los inmuebles se están revalorizando”.
Consultado sobre zonas recomendables, Ortas apunta a barrios en expansión. “Hay oportunidades en Candelaria, Nemesio Parma, Itaembé Guazú, o Bahía El Brete. Son zonas donde la ciudad crece y la población se expande. Hace cinco años no existía nada y hoy tenés supermercados, comercios y viviendas en plena construcción. En Itaembé Guazú, por ejemplo, se construyeron más de 1.500 viviendas y hoy hay 70 locales comerciales nuevos. Donde se instalan supermercados, se garantiza consumo y demanda”, ejemplifica.
Además, propone pensar más allá de la vivienda: “La gente suele pensar solo en comprar un departamento para alquilar. Pero si lo que querés es rentabilidad, un local comercial bien ubicado puede dar entre un 100% y 300% más que un alquiler habitacional”.
Además, remarca una diferencia clave para quienes buscan resguardar capital: “Invertir en real estate en barrios en crecimiento es mucho más seguro que apostar a una criptomoneda o a un bono del que no sabés quién lo maneja. Acá vos ves lo que comprás, sabés dónde está y podés controlar el proceso. Apostar al desarrollo urbano es tangible, y mucho menos volátil que cualquier activo financiero especulativo”.
Para Ortas, pensar estratégicamente es clave. “No busques oportunidades donde ya está todo hecho, como el centro. En barrios en crecimiento, invertís menos y ganás más”.
Finalmente, remarca que Posadas vive un proceso de expansión sostenido, con el apoyo de desarrolladores y políticas provinciales. “Hoy falta que los inversores se animen a soltar la plata. El que la tiene guardada desde hace uno o dos años no solo la está sacando del sistema financiero, sino que está perdiendo oportunidades inmobiliarias. Hoy es el momento de sacar la plata a la calle y aprovechar este círculo virtuoso que ya está en marcha”, concluye.