El CEO de Fénix Inmobiliaria, Aarón Ortas, analizó el impacto potencial del llamado “Plan Colchón”, impulsado por el gobierno de Javier Milei, como un mecanismo para movilizar el ahorro en dólares que los argentinos han guardado durante años, fuera del circuito formal. Desde su perspectiva, la medida podría reactivar el consumo, dinamizar el mercado inmobiliario y alentar inversiones privadas genuinas.

“La gente está entendiendo que es momento de que la plata ahorrada empiece a circular e invertirse. Puede ser en autos, en departamentos, en inmuebles en general”, expresó Ortas. Y agregó: “Es un estilo de blanqueo encubierto, un incentivo para capitalizarse con activos reales”.

Ortas explicó que el hábito de ahorrar en dólares se consolidó durante los últimos veinte años, en un contexto de inflación persistente y desconfianza en el peso. “Los argentinos fueron guardando dólares como resguardo ante cualquier eventualidad, mientras seguían con sus actividades normales. Ahora el Gobierno busca que esos ahorros empiecen a moverse, sin temor a sanciones, sin miedo a ser perseguidos por haber comprado dólar blue”, sostuvo.

El empresario destacó el giro en el modelo económico, que ahora promueve el crédito como instrumento para acceder a bienes de consumo e inversión. “Durante mucho tiempo, en la Argentina tomar un crédito era sinónimo de perder. Las tasas eran imposibles de sostener. Hoy la lógica es diferente: si querés un auto, no tenés que esperar dos años para ahorrar, podés comprarlo ahora, apalancarte con crédito, como funciona en muchos países”, señaló.

Desde su visión, este proceso no solo beneficiará al sector automotriz, sino que tendrá un efecto cascada en el mercado inmobiliario: “El que vende un auto capaz compra un departamento. O directamente alguien decide invertir sus dólares guardados en una propiedad. Eso va a generar mucho movimiento y expectativa en el mercado”.

Por último, Ortas subrayó que esta medida traslada el protagonismo de la reactivación económica al sector privado: “No es el Estado inyectando dinero con emisión monetaria, sino los propios ciudadanos sacando a circular sus ahorros. Es plata de privado a privado, lo que termina beneficiando a la economía real”.Con esta apuesta por descomprimir los colchones y volver líquido el ahorro informal en dólares, el Gobierno apunta a dinamizar un circuito económico que permanecía latente, pero con alto potencial. Para Ortas, el éxito dependerá de que las reglas se mantengan claras, y de que los argentinos perciban que es seguro volver a invertir.