Actividad en crecimiento
Escribe Alejandro Pegoraro
Durante la semana que pasó, el INDEC publicó los datos de las tasas de mercado de trabajo para el cuarto trimestre de 2020, y pudimos observar un par de datos que son de importancia fundamental para entender que pasó durante el año, como se recuperó (o no) el mercado laboral por pandemia, y que podemos esperar para el 2021.
En líneas generales, el aglomerado de Posadas volvió a mostrar los mayores niveles de actividad de la región del NEA, y lo mismo se observa con la tasa de empleo. Esta situación ya la habíamos observado en el trimestre anterior. A su vez, la tasa de desocupación mostró una considerable baja, pero sigue arriba de los niveles de 2019.
Analicemos punto por punto que es esto y como impacta en Posadas.
¿Qué es la Tasa de Actividad? Este indicador define la situación en que se encuentran las personas con respecto a su participación o no en la actividad económica. Es decir, si forma parte de la Población Económicamente Activa (PEA) o no. La PEA, a su vez, engloba a las personas que tienen una ocupación o que no la tienen, pero la buscan activamente. En el caso de población económicamente no activa, agrupa a personas que no están ocupadas ni buscan estarlo, como jubilados y estudiantes, pero también a las personas que estando en edad laboral, directamente están fuera del mercado, al no tener una ocupación, pero tampoco la buscan, y por ello, la tasa de actividad cobra especial importancia al momento de evaluar escenarios.
¿Qué pasó en Posadas? A finales de 2020, el aglomerado misionero mostró una tasa de actividad del 46%, siendo dos puntos porcentuales mayor al trimestre anterior, y casi tres puntos por encima de la registrada para el cuarto trimestre 2019. Además, quedó muy por encima de la tasa regional del NEA (40,8%) y también de la media nacional para los 31 aglomerados urbanos (45%). De esa forma, Posadas forma parte del top10 de los aglomerados de mayores niveles de actividad, junto a los grandes centros urbanos como CABA, Mendoza, Rosario y Córdoba, entre otros.
Pero esa no es toda la novedad del caso posadeño. También debe mencionar y destacarse el hecho de que, si tomamos el inicio de la nueva serie de medición (2º trimestre 2016) a la fecha, Posadas mostró a finales del 2020 la mayor tasa de actividad de toda su serie histórica, marcando así la mayor brecha respecto al promedio regional de todo el período, con el agregado de que, pese a los golpes de la pandemia, Posadas es el único aglomerado del NEA que nunca perforó el piso de los 40 puntos de tasa de actividad.
Tal como se observa en el gráfico, el aglomerado de Posadas tuvo una caída menor al segundo trimestre (impacto más fuerte de la pandemia) en comparación con el total regional y nacional, pero acompañó a casi el mismo ritmo la recuperación, logrando así tener la tasa más alta de la serie, como se mencionó en un momento.
¿Por qué esto es importante? La tasa de actividad es el mayor termómetro del movimiento del mercado laboral. De hecho, es común notar tasas de desocupación más bajas en aquellos aglomerados con menor tasa de actividad, por el hecho de que son menos las personas que están en búsqueda de trabajo y mayores las que directamente están fuera del sistema. Por ello, el hecho de que Posadas marque el mayor registro de actividad de la serie analizada indica naturalmente una recuperación del mercado laboral, que se consolida al analizar las otras dos tasas.
Tasa de empleo: se define como el porcentaje de la población ocupada con respecto a la población total. Aquí Posadas también ha mostrado crecimientos significativos. La tasa de empleo del cuarto trimestre del 2020 fue del 43,1%, creciendo un punto comparado con igual período de 2019 y poco más de dos puntos contra el trimestre anterior. La recuperación es aun más evidente contra el segundo trimestre 2020: creció casi cinco puntos, de la mano de la recuperación de la actividad. De ese modo, se posicionó muy por encima de la tasa nacional (40,1%) y de la regional NEA (38,5%), y en el ranking de los aglomerados medidos, se posiciona como el aglomerado con la sexta mayor tasa de empleo de todo el país, por encima de grandes centros urbanos como Córdoba, Santa Fe y Salta, entre otros. Además, dentro de las provincias que componen el Norte Grande, es el aglomerado con mayor tasa de empleo.
Finalmente, ¿qué ocurre con la desocupación? La tasa de desocupación se define como el porcentaje de Porcentaje de la población desocupada con respecto al total de la población económicamente activa. Es decir, solo se considera como “desocupado” a aquella persona que, sin tener una ocupación, está buscando activamente una. La persona que no está buscando, se la considera inactiva.
En aglomerados con niveles altos de actividad, es natural observar que las tasas de desocupación son mayores que en aquellos que tienen menores tasas de actividad, por los motivos ya explicados anteriormente. En el caso posadeño, la desocupación al cuarto trimestre 2020 fue del 6,4% y mostró una baja de casi un punto respecto al trimestre anterior y de casi dos contra el segundo trimestre del año, pero aun sigue con niveles por encima del cuarto trimestre 2019. Aquí debe destacarse el hecho de que, en el segundo trimestre del 2020, la desocupación se disparó a un récord en Posadas (8,2%) y partir de allí fue reduciéndose de la mano del aumento en el empleo.
Si bien dicha tasa es considerablemente mejor que la nacional (11%), esta por encima del promedio regional NEA (5,8%), pero aquí entra en juego lo que ya se detalló antes: aglomerados como Formosa muestran bajas tasas de desocupación por menor actividad, tirando hacia abajo el promedio regional.
En el plano nacional, Posadas se ubica a mitad de tabla en este punto, muy lejos del primero (GBA con 14,1% de desocupación) y casi duplicando al último (Comodoro Rivadavia-Rada Tilly con 3,3%).
Posadas tuvo, durante gran parte del período analizado, tasas de desocupación menores a los del promedio NEA, y tras el salto del segundo trimestre, comenzó a acercarse nuevamente.
La reducción de esta tasa vendrá de la mano de la generación de empleo, y esto podrá darse como consecuencia directa del alza que tuvo la actividad. Posadas tiene el desafío (pero también la oportunidad, por el escenario actual que atraviesa) de poder reducir la tasa de desocupación a niveles de 2019 y así incorporar aún más personas al mercado de trabajo.
El protagonismo en este punto estará centrado en tres actores: el Estado provincial como promotor de la actividad, y en este punto, la prórroga de los programas Ahora son una gran noticia; el sector privado como generador de empleo de calidad; y los cuentapropistas/emprendedores, que pueden fortalecer su actividad. Todo esto también estará muy sujeta a la situación epidemiológica: la amenaza que significa Brasil por su contexto actual, sumado a la preocupación por la nueva cepa, generan cierta incertidumbre en relación a la restricción posibles de actividades, pero, por otro lado, esa situación también hará que toda idea de apertura de fronteras se postergue, algo que para el comercio de Posadas en particular será beneficioso.