Carlos Andrés Ortiz

Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

Medidas propuestas para reactivar la economía y el empleo

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Como propuestas para tender fuertemente a reactivar la economía y reactivar el empleo, se exponen varias iniciativas, a pluma alzada sin orden predeterminado, las que sin duda podrán completarse con otras.

Algunas, como las de construcciones de viviendas, ya se han comenzado. Se tuvieron en cuenta acciones que sean fuertes demandantes de mano de obra, a la vez que las mismas tendrán efectos positivos en lo social, en lo económico y en lo estratégico, al mejorar la infraestructura en general y propender a la muy necesaria reindustrialización, tratando de dar prioridad a todo el extenso territorio por fuera del hiper poblado AMBA, para evitar que siga operando como polo desmesurado de concentración humana y de las actividades con mayores efectos multiplicadores, como las industriales y las tecnológicas, propendiendo a su difusión y fortalecimiento a lo largo y ancho de nuestra superficie nacional.

 Planes de construcciones de viviendas, con todos los servicios, en barrios nuevos y también mediante planes de tipo individual, como el PROCREAR; dando prioridad total a toda iniciativa fuera del AMBA.

 Construcciones de rutas nuevas o autovías, tratando de fraccionarlas en tramos de menores extensiones, para dar cabida a las muchas pequeñas empresas constructoras que hay en las provincias, evitándose que se concentren en las grandes empresas de tipo oligopólico; sobre todo las de “la patria contratista”, de lo cual “sabe” mucho el expresidente neoliberal.

 Para las dos iniciativas precedentes, y otras similares, exigir que las inversiones en equipamiento de las empresas deban ser de industria argentina, dando para ello facilidades financieras y exenciones impositivas, con preferente importancia a estimular las producciones nacionales de equipamientos pesados y de mediana o gran complejidad tecnológica.

 Tramitar factibles acuerdos de inversiones para volver a construir nuestra red ferroviaria, incluyendo trazados de orientaciones transversales, evitándose el diseño de embudo convergente hacia el AMBA, como lo era antes. En lo posible, reconstruir las trazas ferroviarias utilizando una sola trocha en todo el territorio, para facilitar las interconexiones. Hubo y seguramente hay, ofrecimientos de ese tipo de grandes inversiones, por parte de China, Rusia, y tal vez otras grandes potencias. Parte de todo el vasto equipamiento, puede ser de industria nacional, como los rieles, vagones, material eléctrico y electrónico u otros. Si los pagos se pudieran acordar en grandes volúmenes de materias primas, preferentemente con semi o total elaboración, eso tendrá un doble efecto multiplicador, pues las compras hechas por el Estado se pagarán en moneda nacional, incentivando las diversas producciones provinciales, y se evitará tener que gastar las escasas divisas de las que disponemos.

 Fomentar el desarrollo de la Hidrovía, estimulándose las construcciones de barcazas y remolcadores, en astilleros ubicados fuera del AMBA. Es de señalar que en su momento Corrientes tuvo astilleros, y en menor escala también Misiones.

 Refundar ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas), para lo cual las construcciones de nuevos buques puede y debe encargarse a los grandes astilleros, hoy casi inactivos, como Río Santiago. Los pagos de fletes marítimos son una sangría enorme de divisas, y una fuente laboral muy importante si se vuelve a nacionalizar la actividad.

 Manejar el comercio exterior, evitándose las maniobras de sub y sobre facturaciones, además de las retenciones de liquidaciones de divisas, lo cual es un tipo de operaciones que presionan a favor de grupos de poder afines a doctrinas e ideas apátridas.

 Volver a producir camiones medianos y pesados, equipos viales y similares; dando prioridad absoluta a ser adquiridos para todas las obras vinculadas con este conjunto de planes de inversiones; para lo cual se implementarán líneas de créditos especiales y facilidades impositivas, de modo de inducir las inversiones hacia equipos nacionales.

 Hacer un plan de reequipamiento de las FFAA y FFSS, potenciando y reconstituyendo el complejo tecnológico e industrial de Fabricaciones Militares; a la vez que dar participaciones a empresas productoras de automotores y maquinaria agrícola, para producir al menos tres modelos (liviano, mediano y pesado) de vehículos todo terreno, de diseños simples o readaptaciones de vehículos civiles, que cubran todas las necesidades de esas fuerzas. Se deberá hacer comprender a los cuadros de uniformados, la importancia de promover la industria argentina, con todo su valor estratégico y económico, no dependiendo de equipamientos e insumos importados. Como ejemplo y citando marcas para mejor precisión, es mejor disponer de varios miles de vehículos tipo Agrale (un todo terreno militar brasileño, más simple y económico que sus similares de EEUU, Rusia o China), pero producidos acá y de marca y/o modelo propio argentino; que unos cientos de Hammer, estos últimos además de altísimos costos operativos. Claro que en todo esto, hay que volver a crear la positiva mística de favorecer y estimular la Industria Argentina, hoy olvidada o degradada, tras años de inculcarse doctrina liberal entre los uniformados y pueblo en general.

 Fomentar la creación de Escuelas Técnicas, de Oficios y Agrarias (estas con el modelo de las EFA de Misiones, o similares). Eso incrementará la disposición de trabajadores calificados, tan valiosos para todo proceso de desarrollo.

 En vez de las ineficientes, no limpias y muy costosas energías solar y eólica, impulsar las usinas hidroeléctricas (hay varios proyectos muy factibles, incluso de mediano tamaño), y centrales nucleares.

El tema no se agota.

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Energía y transporte: síntesis histórica de las carencias crónicas, de Misiones y de la Argentina periférica

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Desde mucho tiempo atrás, las principales carencias de infraestructura, que dificultaron en grado sumo el desarrollo de Misiones y la plena integración con todo nuestro país (aplicables estos conceptos generales a todo el país periférico, por fuera del núcleo duro de la Pampa Húmeda), fueron las acentuadas insuficiencias energéticas –llegando a miseria energética crónica-; y las marcadas deficiencias en la infraestructura del transporte, antes centradas en la casi total falta de buenos caminos pavimentados. Muchos tramos de las rutas nacionales eran casi simples trillos en medio de la densa selva.

En lo que hace a logística de transporte, la situación tuvo muchos cambios.

En parte, la falta de caminos pavimentados en Misiones y desde esta provincia hacia el resto del país, se suplía con el servicio ferroviario –muy lento por el mal estado de las vías y otras deficiencias del material rodante- y con el transporte fluvial de cargas y pasajeros, además del servicio de lentos pero seguros hidroaviones que nos unían con Buenos Aires, con las peripecias de abordar y bajar de las naves aéreas en el río.

Hasta entrados los años ’70, todo viaje en automotor dentro de la provincia o hacia otros lugares del país, era una aventura de duración incierta, afrontando densas nubes de polvo rojo en épocas de sequía, y resbalosos barriales con serios riesgos de terminar empantanado en la banquina cuando llovía, en los caminos provinciales; y con barro fofo en los lodazales de los bajos correntinos, prolongaciones de los Esteros del Iberá, en los que autos y camiones se atascaban hasta los ejes. Las empresas de ómnibus que iban a Buenos Aires, tenían contratados tractores, que evitaban que quedaran atascados en los tramos más complicados de las rutas. Eran verdaderas odiseas, que se superaban con mucha solidaridad, pero que afectaban seriamente a la economía.

Entre las décadas del ’60 y comienzos de los ’70, se construyeron muchas rutas pavimentadas, además de asfaltarse las calles de Posadas y otras ciudades. En esos años, por primera vez, Misiones quedó unida a Buenos Aires por rutas pavimentadas, primeramente por el más largo recorrido de las rutas 12 y 11,

facilitado eso por el puente Chaco – Corrientes. Después por la ruta 14 y el Complejo ferro-vial de Zárate – Brazo Largo.

También, un poco antes de eso, se reemplazaron los ya vetustos hidroaviones por aviones a turbohélice, construyéndose pequeños aeropuertos con pistas terradas en Posadas e Iguazú.

Pavimentadas y extendidas esas pistas, alcanzamos a tener dos aeropuertos aptos para aviones a reacción, e incluso el de Iguazú tiene categoría internacional y puede recibir aviones de gran porte, llegando a aterrizar allí el Concorde.

El transporte fluvial tuvo otro destino, involucionando hasta extinguirse totalmente, no recuperándose hasta hoy pese a que los peligrosos rápidos del Apipé dejaron de ser un problema serio de navegación, al construirse Yacyretá, con sus esclusas. Recientemente, Misiones ¡por fin! se integró formalmente a la Hidrovía, la cual a la vez pasó a estar manejada por el Estado, pues era inconcebible su privatización, perpetrada acorde el neoliberalismo salvaje impuesto en los años ’90, con previas acciones de zapa desde el siniestro “proceso”.

A comienzos del siglo XX, el río Paraná era la gran arteria comunicante, la autopista fluvial que suplía la falta de caminos y la intransitabilidad de los que había. Las mercaderías y las personas, se transportaban en barcos, desde Posadas hasta Iguazú y pueblos intermedios, y también por ese medio se conectaba con los diversos puertos, hasta Buenos Aires. El ritmo de vida era lento, acorde a los medios de esas épocas.

Las maderas iban aguas abajo, en grandes jangadas desde el Alto. Las últimas se pudieron ver a mediados de los años ’60, en Posadas. Eran parte del folclore local.

Por distintos motivos se extinguió el tráfico fluvial, que algunos atribuyen a excesivas exigencias gremiales y legales, en cuanto a la cantidad de personal por cada barco y otras requisitos; y otros indican que pudo ser uno de los condicionantes del Plan Larkin, para producir camiones livianos en Argentina, eliminando posibles competidores, como barcos y trenes. Eran los años de Frondizi, y eso se profundizó después, pero el deterioro comenzó en los años de “la fusiladora”, desguazadora de todo lo estatal, como la Flota Fluvial del Estado.

Sin contar los buques areneros, en uso hasta ahora (extraen arena del río), el último uso fluvial comercial fue el transporte de combustibles a las plantas de almacenaje de YPF hasta comienzos de los ’70, cuando se desactivó totalmente, y al comenzar a soplar vientos achicadores que devendrían después en el desguace privatista, en la gran petrolera estatal nacional. En esos años, despreciando el federalismo, se abolió el precio fijo y uniforme en todo el país, para naftas y gas oil.

Como sea, es lamentable que esa magnifica vía navegable haya sido casi totalmente abandonada por Argentina. E incluso, la muy promocionada Hidrovía, figura creada en los años ’90, con un caprichoso recorrido llegaba por el Paraná solo hasta la desembocadura del río Paraguay, para desde allí incluir ese río hasta el eje Clorinda – Asunción, marginando absurdamente al norte correntino y a toda Misiones. Claro que dio vía libre al descontrol total en las exportaciones de soja y otros granos, en la orgía antiestatista que el sonado caso Vicentín puso en evidencia.

El sistema ferroviario, por su parte, también fue víctima del destructivo neoliberalismo, ya en los años del menemato, con Cavallo como el desguazador socio económico principal.

Antes de eso, se pasó de las lentas y muy sucias locomotoras a vapor y material rodante casi todo de madera, de las épocas de los ingleses; a nuevas y mucho más eficientes locomotoras Diesel, y vagones de carga y pasajeros metálicos, de mucha mejor y más moderna factura, hechos en Argentina por Materfer y por Fabricaciones Militares; que en los tramos de vías que lo permitían, podían desarrollar un poco más de velocidad. Los tiempos de viaje se acortaron mucho más, cuando estuvo operativo el complejo Zárate – Brazo Largo, que acortó el viaje en casi seis horas, tal era la complejidad de utilizar los ferrys rodeando la isla que separa ambos brazos del río.

Gran obra de infraestructura esa, que no se paralizó gracias a la decisión y patriotismo de Aldo Ferrer, cuando fue Ministro de Economía, no doblegándose a las presiones de los oligarcas bonaerenses, que no querían la competencia del sector agropecuario entrerriano. Pero eso ya es otro tema.

Pese a algunos esfuerzos para reactivar el ferrocarril, que ahora se utiliza para cargas pesadas y voluminosas, con interés expreso en el mismo incluso de Encarnación, y a alguna efímera reactivación para pasajeros, todo parece indicar que si no se solucionan las serias deficiencias en infraestructura, el sistema ferroviario mesopotámico puede seguir en la precariedad, incluso con serios riesgos de nuevos descarrilamientos.

Con relación a las rutas, el fuerte impulso a las construcciones de autovías en el período2003-2015, mejoró considerablemente ese tipo de infraestructura; frenándose en los siguientes cuatro años de destructivo neoliberalismo. Ahora parece intentar volver a seguir construyendo, lo que es una necesidad económica y para mejorar sustancialmente la seguridad, sobre todo en rutas con alto nivel de tránsito. Seguramente es posible suponer que se unirá Iguazú con Buenos Aires y con Rosario, totalmente con modernas y seguras autopistas.

El transporte aéreo, que tenía muchas frecuencias semanales a Buenos Aires, desde Iguazú y Posadas, el neoliberalismo noventista lo redujo a casi su mínima expresión. Resurgió en los doce años de fuerte crecimiento de las infraestructuras (2003-2015), incluyendo una nueva flota de aviones y rutas transversales que no tenían todas ellas eje en Buenos Aires; para volver al dogmatismo antiestatista en los recientes cuatro años neoliberales. Hoy paralizado todo por la pandemia, se espera su posterior fuerte reactivación.

Respecto al servicio eléctrico, sin duda los avances registrados desde los años ’60 en adelante, fueron considerables. Pero esa realidad no significa que se deba “dormirse sobre los laureles”, pues la precariedad hoy tiene otras facetas distintas a las carencias totales de seis o siete décadas atrás, pero no por eso dejan de ser preocupantes.

Hacen falta cuantiosas inversiones en Generación, Transmisión y Distribución; y razonando con criterio de estadistas y clara visión de grandeza, no puede seguir desperdiciándose nuestro enorme potencial hidroeléctrico, el cual permitirá consolidar nuestro desarrollo y proveer energía limpia, muy abundante y muy económica.

El tema no se agota.

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Urugua-í tres décadas de eficiente, económica y limpia generación hidroeléctrica

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En este mes, la Central Hidroeléctrica Urugua-Í, cumplirá tres décadas de eficiente vida útil, mostrando la lozanía característica de las obras hidroeléctricas bien concebidas y bien mantenidas.

Fue llamada “Norberto Velozo”, en memoria del político luchador e idealista que entre tantas iniciativas positivas, bregó por su concreción. Tuve el gusto y el honor de conocer al Beto, gran persona y gran patriota.

Esta hidroeléctrica, de gran potencia (pues supera los 100 MW de Potencia Instalada), demostró todos los parámetros que la califican muy positivamente:

* Eficiente, pues produce exenta de fallas técnicas.

* Eficaz, pues produce dentro de los parámetros que fue planificada.

* Económica, dado que es la que produce el kWh más barato en el Sistema Interconectado Provincial.

* Muy ecológica, siendo que su generación está totalmente exenta de emisiones contaminantes.

Tiene dos turbinas, con una Potencia Instalada total de 116 MW (es la más grande usina de Misiones), con una generación media anual de 355 GWh/año. Eso representa 355 millones de kWh/año, como valor promedio de diseño, lo cual cumple satisfactoriamente, promediando años de bajos, medios y altos caudales.

Sigue siendo la mayor obra pública encarada por el gobierno provincial, lo cual es todo un mérito de quienes la impulsaron y concretaron.

Este tipo de usinas, construidas en cursos de agua con bajos niveles de materiales de arrastre, tienen muy largas vidas útiles, excediendo fácilmente el siglo, e incluso mucho más. O sea que con treinta años de servicio, se encuentra en óptimas condiciones operativas.

Si en vez de Urugua-Í, se hubiese montado una central termoeléctrica, ya estaría arribando al fin de su vida útil, y en tal caso requiriendo onerosas y crecientes reparaciones, además de polucionar durante toda su vida útil, como sucedió con los grupos Diesel, las turbogas y el ciclo combinado, equipos de generación que padecimos por décadas, con altos costos de la energía y en un marco de pobreza energética, que limitó mucho el desarrollo.

Cuando se discutió –muy larga e incluso agriamente- el Plan Energético Provincial 1980, además de Urugua-Í, estaba la concreta posibilidad de construir la hidroeléctrica Piray Miní II, en el cruce de la Ruta 20. Las muy fuertes presiones de los factores de poder, funcionales a los poderosos intereses de la termoelectricidad, el petróleo y otros negocios vinculados; personificados en ese momento en la Secretaría de Energía de La Nación y EMSA, impidieron que se concrete esta otra hidroeléctrica, para en cambio incorporar el ciclo combinado de 60 MW.

Hoy, a 40 años vista de ese Plan Energético, no tenemos instalada Piray Miní II, y la central de ciclo combinado se malvendió hace ya varios años, pretextándose que no era necesaria, siendo que como reserva fría del sistema, aun podía prestar alguna utilidad. Pero este ya es otro tema.

Y si en vez de una hidroeléctrica, irracionalmente se la hubiese intentado reemplazar por generación eólica o solar, la bajísima calidad de ese tipo de generaciones, hubiese sido completamente inútil como energía de base, por sus insalvables intermitencias…además de sus altos costos por kWh.

Por otra parte, una eólica hubiese caducado a los 20 años de vida útil, o menos; mientras que si se hubiera optado por los “espejitos de colores” solares, a los 15 años hubiesen sido chatarra, muy costosa y contaminante para desguazar.

La Hidroeléctrica Urugua-Í en cambio, con 30 lozanos años, tiene previsiblemente una larguísima vida útil por delante, tal como lo prueba la amplia experiencia mundial en la materia, y como lo señalaron calificados especialistas en Energía.

Destacados expertos en el tema, expositores en congresos de la especialidad, como el notable Dr. Ing. Giovanni Lombardi (en su momento calificado como el mayor experto mundial en hidroelectricidad), y otros como los Ings. A. Pujol, E. Blasco, F. Restelli, J. Carmona, G. Malinow y muchos más, (a los que tuve el privilegio de conocer, escuchar y también dialogar con ellos), así como otros muy capaces que trabajaron en nuestro ámbito provincial, fundamentaron con notable solidez profesional, que las obras hidroeléctricas bien diseñadas y construidas, son prácticamente eternas.

Entiéndase el concepto de “eternidad” como muy larga vida útil, excediendo en mucho la breve existencia humana.

Urugua-Í es una obra de primordial importancia estratégica, y fue la clave para terminar con el monopolio de la termoelectricidad, que por décadas sometió a Misiones a muy altos costos operativos (y con ello altos costos de la energía), además de una crónica situación de pobreza energética, pues hasta que contamos con esta obra, y luego con la interconexión a Yacyretá, esta provincia padeció serias limitaciones en el suministro de electricidad, lo cual operaba como un poderoso factor que impedía nuestro desarrollo.

Más allá de la pésima propaganda malintencionada que desde diversos frentes atacó a esta eficiente central hidroeléctrica, superó silenciosamente a todos los agoreros y maliciosos, entre ellos los que se oponían porque les arruinó algunos negocios personales que se hacían a costa de los Intereses Provinciales, así como algunos que se oponían “por necesitar muy poco personal”; sin olvidar tampoco las maliciosas y en muchos casos incoherentes críticas perniciosas de sectores ultra ecologistas y de los que hicieron politiquería de muy baja estofa montados sobre esos ultras irracionales o mercenarios.

Queda pendiente abrir la central al público, en forma ordenada y disponiendo de personal calificado que pueda explicar a todo público, como funciona, cuanto combustible ahorra y muchos datos más muy interesantes; lo cual evitará que se sigan tejiendo historias insólitas, como las que afirman, incoherentemente, que “nunca funciona, pues está sin agua”, pues muchos legos piensan que funciona cuando vierte agua por el vertedero, que es precisamente agua que en épocas de crecientes, no se llega a turbinar, o sea que no se aprovecha.

Urugua-Í puede y debe ser otro atractivo turístico, ubicada como está a escasos kilómetros de Iguazú y cerca de Eldorado, dos importantes poblaciones del norte misionero.

Cabe además recordar y enfatizar, que existen otros siete proyectos hidroeléctricos, con los estudios totalmente terminados, plenamente factibles de ser construidos, para generar energía limpia, renovable y muy económica. Eso además del muy interesante proyecto del Túnel del Urugua-Í, que al construirse

permitirá como mínimo, triplicar la producción anual promedio de la central, además de permitir eventualmente incorporar una o dos turbinas más, con lo cual esta central estará capacitada para funcionar como usina de punta, generando la energía más costosa, precisamente la requerida en horarios de picos de la demanda.

Según referencias de buena fuente, los archivos y valiosos antecedentes de esos siete proyectos, que se habían transferido de la Dirección General de Construcciones eléctricas –al ser disuelta en 1983-, a EMSA, se habrían destruido totalmente, por falta de los debidos cuidados; siendo hoy inexistentes en esa empresa, tal como lo corroboré con una consulta específica, siendo amable y formalmente contestada por el entonces presidente de la misma.

En la consultora que realizó cinco de esos siete proyectos, deben existir copias, y en el ámbito local posiblemente puedan recuperarse algunas o todas esas documentaciones técnicas.

Por su parte, el proyecto del Túnel del Urugua-Í, fue realizado por EMSA, y debería estar dentro de sus archivos técnicos.

Además de lo precedente, están esperando sus debidas concreciones, muy positivas y necesarias, los grandes proyectos hidroeléctricos binacionales de Corpus, Panambí y Garabí; listos para construirse y generar necesarios enormes volúmenes de energía limpia y económica, que nos permitirá ahorrar enormes cantidades de contaminantes y costosos combustibles fósiles, además de integrarnos más a las dos naciones con las que compartimos fronteras.

Las feroces e irracionales campañas anti hidroeléctricas, perpetradas por politiqueros de baja estofa, algunos empresarios que lucran con el subdesarrollo, y unos cuantos activistas del ultra ecologismo (que en realidad son promotores del subdesarrollo crónico), hicieron mucho daño. Es hora de revertir tantas mentiras, tergiversaciones y campañas mal intencionadas.

Es un contrasentido total, que en esta provincia, que es la que ha sido bendecida por la naturaleza con la mayor concentración de potencial hidroeléctrico, se siga desperdiciándolo, y con eso negarnos a esa enorme riqueza que puede y debe ser poderoso factor de desarrollo socio económico.

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ – Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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El secesionista Cornejo y otros impresentables

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No puede sorprender que uno de quienes avalaron la destrucción socio económica y el pisoteo intencional y alevoso de la soberanía nacional, perpetrados abiertamente en el tercer período de neoliberalismo descarnado que padecimos los argentinos, haya salido a la opinión pública promoviendo la secesión de Mendoza, provincia de la cual fue gobernador y es legislador nacional el impresentable Alfredo Cornejo, fogoneador visible de esa deleznable idea.

Claro está que, con algo menos de publicidad, trascendieron otros impulsores del desguace nacional, un grupo variopinto en el que se destacan personajes vinculados a la diplomacia o a los intereses de varios países europeos, de Medio Oriente y en particular, de los anglosajones.

El accionar de Cornejo lo ubica como un miserable TRAIDOR A LA PATRIA, pues tan denigrante apelativo les cabe a todos los que fomenten la fragmentación y/o disolución nacional.

Y para mayor ignominia de ese politiquero evidenciado como cipayo asumido, esa incalificable propuesta la hizo desde la provincia en la cual gestó y comenzó su descomunal campaña libertadora el General San Martín.

Estruendosos son los densos silencios que ante tan grave tema, son guardados por casi todo el arco político, los Tres Poderes del Estado Nacional, los intelectuales, casi todos los periodistas –que taparon el tema-, por el grueso de los militares retirados (tan vocingleros y tan pseudo patriotas, en determinados temas), por los gremialistas, por casi todo el arco religioso (parte del cual suele ser muy activo para accionar a favor de sectores neoliberales y grupúsculos apátridas), por sectores autoproclamados como “nacionalistas”, por las “progresías” tan revoltosas para otros temas pero nunca para lo Nacional, y casi todo el país.

Incluso el deplorable accionar de Cornejo y sus fogoneadores extranjeros, es apoyado por sus conmilitones del radicalismo, subsumido en el neoliberalismo, que tan destructores efectos tuvo y tiene.

Muy preocupante la forma como se van “naturalizando” y aceptando implícitamente, ideas y opiniones aberrantemente opuestas al Ser Nacional.

Siendo esa idea secesionista lo más grave acaecido recientemente, cabe recordar también otros hechos atentatorios al Ser Nacional, que pasaron casi inadvertidos, y por lo general casi completamente tapados por los ”grandes medios” de difusión oligopólicos, siempre afines y subordinados a mandatos antinacionales.

No hace mucho, intempestivamente y prácticamente al unísono, los embajadores de Gran Bretaña y de Israel, injuriaron con malicia y alevosía el buen nombre y el excelente recuerdo que merece el Gran Argentino que fue el primer Ministro de Salud Pública de La Nación, el Dr. Ramón Carrillo, extraordinario médico investigador científico y sanitarista, impulsor activo de notables campañas de saneamiento a escala nacional, promotor de la medicina preventiva, y constante activo gestionador de la salud enfatizando su accionar en los más pobres, los desposeídos y los abandonados por los sectores oligárquicos y antinacionales.

Catamarqueño de origen no oligárquico y de rasgos acriollados, de chispeante personalidad, y muy comprometido con su profesión a la que dio marcado acento humano, emigró para ser luego denostado por el feroz y vengativo golpe de Estado oligárquico y pro británico de 1955.

Después de haber estado en EEUU dictando conferencias y actividades afines, se radicó en el norte brasileño, donde en la miseria murió en 1956.

Una de las tantas anécdotas que mostraron su personalidad, cuenta que recibió a una influyente blonda dama de EEUU, embarcada en una “cruzada” del tipo WASP (el racismo anglosajón), quien sin muchos preámbulos le preguntó que sucedía en Argentina con el “problema de los negros”. Respondió el Dr. Carrillo: “no hay ningún problema, los únicos negros somos el ascensorista que Ud. conoció acá, y yo”. Finalizó el tema y bajó las ínfulas de la dama racista.

A esa extraordinaria personalidad, cuyo recuerdo se recuperó luego de los 18 años de proscripción del peronismo, los embajadores señalados, tuvieron el tupé, el desvergonzado atrevimiento de atacar su memoria y pretender tergiversar su personalidad y todo su frondoso accionar, tildándolo de nazi. ¡Justo a Carrillo, permanente defensor y auxiliador de los “cabecitas negras” y del pueblo humilde, que había sido ignorado y nunca considerado, por los diversos

gobiernos de orientación liberal en lo económico y ultra conservadores – pro oligárquicos, que habíamos padecido casi sin solución de continuidad desde el mitrismo (1852), hasta el yrigoyenismo y luego hasta la irrupción del peronismo, en 1945.

Y lo lamentable y muy notable, es constatar las muy escasas críticas al atrevido y desubicado accionar de esos diplomáticos, que sin duda merecían al menos un drástico apercibimiento por parte de nuestra Cancillería, y el repudio de los Poderes del Estado, de los intelectuales y prácticamente de todos los que priorizamos los Intereses Nacionales, sin eufemismos ni medias tintas.

Vinculado con eso, cuesta entender la actitud de la ministra Gómez Alcorta, quien en su “cruzada” por “la diversidad y las perspectivas de género”, estuvo a los abrazos con el embajador británico, exaltando los apoyos del diplomático de la potencia usurpadora, a favor de las “prioritarias” cuestiones de género y diversidad sexual, entre otros temas afines.

O sea, que no solo no se entienden las “prioridades” de temas como esos, en el marco de la severísima crisis económica consecuencia doble del neoliberalismo y de la pandemia, sino que además para esa funcionaria, esos tópicos tienen primacía sobre cuestiones de soberanía y dignidad nacional.

Tampoco se entiende que el Secretario de Minería de La Nación, Alberto Hensel, haya invitado a empresas mineras británicas a invertir en Argentina. ¿A que se debe esa anglofilia o favoritismo por los británicos demostrado por el alto funcionario nacional? ¿Es acaso eso acorde con políticas serias de defensa de la soberanía? ¿Si hacen falta inversiones en ese sector, acaso no hay empresas de otros orígenes como potenciales inversores?

En otro orden, no se entiende como, en un gobierno que se encuadra en lo Nacional y Popular, se haya consentido en nombrar en el directorio de Metrogas, un cargo relevante, a un ultra privatista, operador energético del nefasto Cavallo, y en su momento personero de Enron como Carlos Bastos, empresa norteamericana que buscaba quedarse con todo el Sistema Interconectado Nacional, y que también accionó para frenar el Plan Nuclear y extranjerizar Salto Grande y Yacyretá, todas operaciones que hubieran sido ruinosas para el Interés Nacional.

De un copartícipe principal de la destrucción nacional perpetrada en los cuatro años precedentes, no sorprende la apátrida iniciativa de secesionar una provincia; pero que el gobierno actual, montado sobre las banderas de soberanía nacional, tenga en altos cargos a funcionarios que demuestran operar contra lo Nacional y Popular, o incurren en hechos impresentables, no es de ningún modo admisible, más aun cuando esas acciones negativas coexisten con otras que se muestran como muy positivas, que se van concretando, y que permiten abrigar esperanzas de salir exitosamente de la profunda crisis operada bajo el doble efecto de la nociva herencia macrista y de la pandemia.

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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Doble vara e incoherencias de proceseros y de uniformados Liberales

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“Por sus obras los conoceréis”, dijo El Maestro de Palestina. Y es así.

Por una parte, ausencia total, o poco menos, de cualquier atisbo de protesta o de clara y patriótica oposición, por parte de uniformados explícitos o múltiples semi encubiertos operando como trols, a los que su lenguaje patriotero –de patrioterismo de opereta- delata; respecto a muchos temas muy sensibles al Interés Nacional. Citemos algunos:

 Los vergonzosos acuerdos de rendición incondicional y subordinación explícita a Gran Bretaña, conocidos como Los Acuerdos de Madrid.

 El reciente Acuerdo Foradori – Duncan, perpetrado por el impresentable Canciller Faurie, que acentúa lo precedente.

 Los desguaces del Sector Industrial, sistemáticamente perpetrados en el “proceso”, en parte del alfonsinato, en su continuación del noventismo, y muy perversamente acentuado en el macrismo; claro que –según referencias, opiniones y acciones vistas- en los Institutos de Formación Militar se inculca el desprecio a la industria, acorde a la mentalidad de la oligarquía más retrógrada, exaltando la supuesta “grandeza del Centenario”, del país – estancia, que operaba como subordinado explícito a Gran Bretaña.

 Las sucesivas paralizaciones y/o desguaces de proyectos tecnológicos, de gran significación estratégica, pero denostados u ocultados por los voceros del ultra conservadurismo y sus ramificaciones en diversos sectores, entre ellos los uniformados cooptados por el liberalismo, doctrina apátrida por excelencia. Estos últimos lo hacen en medio de estentóreos vítores a la patria (abstracta, sin percatarse de la Patria real que se materializa en logros concretos). De hecho, permutaron la arenga patriótica, transformándola en “Subordinación y valor, para vender a la patria”.

 El desguace casi total del complejo tecnológico – industrial de Fabricaciones Militares, que antes fuera un orgullo nacional.

 Los cierres y/o achicamientos de unidades militares.

 El estado de indefensión total que padece Argentina, que data de las pérdidas de materiales en la guerra y los condicionamientos posteriores que evitan el necesario rearme. Claro está que muchos uniformados muy subordinados a los anglosajones, se oponen a adquirir equipamientos de potencias “políticamente incorrectas”, pues siguen anacrónica y colonizadamente los condicionamientos de las épocas de la Guerra Fría.

 Aval implícito o explícito a políticas de genocidio económico, subordinados a falaces dogmas neoliberales que produjeron e intensificaron la miseria y la exclusión, cuya instalación fue el motivo real del infame “proceso”.

 Demostración de no tener ni idea de la importancia crucial de poseer Industria Argentina de uso dual (civil y militar), y específicamente militar. Recuerdo a un exministro provincial, salido de La Marina, que en forma tajante, cuando le objeté que mucho equipamiento podría producirse en Argentina, me dijo “las armas no se fabrican, se compran”…y ese nefasto pensamiento predomina. Por algo, se emocionan hasta el paroxismo por tener algunos “Humvees” made in USA, pero ni razonan que acá bien podemos producir vehículos todo terreno, tal vez algo más modestos, pero con la importancia estratégica de ser de Industria Argentina, con todo lo que eso significa…claro que no lo entienden.

 Ni les molestó que Macri dijera, despectivamente, que “no entiende de problemas de soberanía”, “que Las Malvinas solo producirían déficit”, y lo mismo respecto a La Antártida. Y en el colmo del descerebramiento, los uniformados destacados en La Antártida votaron masivamente a favor de quien “no entiende” temas de soberanía argentina en ese continente.

 Por antiperonismo visceral, matizado con profundo liberalismo apátrida, la mayoría de los uniformados apoyó al macrismo, pese a los probados nefastos antecedentes de su conductor y de su ideología.

 El listado no se agota.

Con el mayor respeto a los Señores Militares de Mentalidad Nacional, muchos de los cuales marcaron profundos senderos de soberanía y desarrollo, que Argentina supo tener (dos de ellos mis grandes maestros de Geopolítica); cabe señalar el prácticamente constante errado accionar de uniformados que fueron mentalmente formateados en la antinacional doctrina liberal, tergiversando prioridades, pasando de ser defensores de la patria a mutar en meros mantenedores del sistema, importando poco o nada que con eso se lesione o se pisotee la soberanía.

Mucho más serio aun es el caso de los autoasumidos como totalmente identificados con el siniestro y apátrida proceso de reorganización nacional, que reemplazaron el razonamiento serio y meditado por las reacciones viscerales e intempestivas, propias de quienes actúan en base a prejuicios, larga y machaconamente inculcados como “el único pensamiento correcto”.

Es sabido que mediante aceitados mecanismos de comunicaciones, mantienen “alineada a la tropa” con “mensajitos”, muchos burdos y maliciosos, por vía electrónica y seguramente otros conductos, que refuerzan sistemáticamente el adoctrinamiento procesero, sin discutir nada por más aberrante o incoherente que sea. El solo hecho de cuestionar, ya es -para esa cerrada mentalidad-, punible de ser catalogado como “subversivo”.

Por supuesto no llegan a razonar –es pedir mucho- que los principales subversivos han sido, ininterrumpidamente desde 1955, los uniformados de orientación liberal, que subvertieron el orden constitucional, tomando el poder por la fuerza…para ofrendárselo a sus personajes de la más retrógrada oligarquía, y sus mandantes superiores, de las potencias anglosajonas y sus aliados menores, que les dan letra y órdenes explícitas o implícitas.

Como además es procedimiento habitual que “se hablen encima” (solo en sus círculos), y que se rechace todo lo que no se entienda o no sea “doctrinariamente correcto”, es común que vean enemigos hasta en la sopa, con lo cual tienen una acentuada tendencia a descalificar como “subversivo, trosko, zurdo” o similares conceptos, a toda idea los que no se subordine a las cerradísimas pautas de adoctrinamiento a las que fueron sometidos.

La doble vara con la cual actúan y nunca cuestionan, se pudo constatar –una vez más-, contrastando los densos silencios y complicidades explícitas en temas cruciales de soberanía, con la vocinglera y variopinta andanada de ataques, reacciones muy fuertes e incluso improperios, vertidos contra el periodista Gustavo Sylvestre, a raíz de algunas expresiones que habrían sido sacadas totalmente del contexto, tal como después precisó el citado comunicador.

Incluso dieron cabida a opiniones de un exaltado que amenazó públicamente la persona y la investidura de la vicepresidenta; y a un operador impresentable como el que utiliza un pseudónimo para verter sus clasistas y antinacionales “ideas”.

Más allá de esta estruendosa polémica, muy evidente (y muy poco comentada) es la doble vara de los que se dijeron tocados o molestos u ofendidos con el periodista; pero que ante otros hechos muy concretos, directamente atentatorios contra la soberanía y los Altos Intereses de Argentina, guardaron cómplices silencios; y se sabe que quien calla otorga.

Más allá de la precisión o no de los dichos, omiten los críticos la otra parte crucial de la opinión del conocido periodista –en la que se refirió a los golpistas-, en vinculación ello con la previa indefendible exposición de Duhalde, de la que este personaje tuvo que justificarse aduciendo un dudoso “brote psicótico”.

La burda apología de Duhalde respecto a un supuesto golpe de Estado en ciernes (de lo cual se hicieron eco varios retirados y/o vinculados, opinantes y trols, supuestamente “muy nacionalistas” pese al brutal oxímoron de apoyar el neoliberalismo procesero y macrista), que involucra precisamente a individuos de mentalidad procesera, y por ende golpista o usurpadora del Poder Público, y sus vinculados civiles oligarcas y filo oligarcas; tuvo nula o muy baja repercusión pública, entre esos sectores de pseudo patriotas y otros.

El exabrupto de Duhalde se tapó, muy hábilmente, con la vocinglería de los “molestos” ante los dichos –presuntos o reales- de G. Sylvestre.

Sin duda La Patria necesita contar con poderosas y bien equipadas Fuerzas Armadas, pero dotadas de clara Mentalidad Nacional, en las antípodas de los que se “enorgullecieron” de operar como tropas de ocupación, al servicio extranjero, en el propio Territorio Nacional.

Respeto total a los veteranos de guerra, repudio absoluto a comandantes, altos oficiales y civiles vinculados, que demostraron operar como colonizados mentales y marionetas de las potencias agresoras.

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