El virreynato genocida económico del Plata

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El concepto de genocidio económico, tiene dos vertientes, ambas aplicables al intencionalmente desastroso gobierno de libertarios y sus asociados / subordinados, corresponsables de tanta destrucción socio económica e institucional, que estamos padeciendo en Argentina.
Una vertiente es el genocidio económico, en su peor versión atacando al ser humano, es lo que están perpetrando los libertarios, sus cómplices y secuaces políticos, en los diversos ataques, con toda intención y alevosía, contra los compatriotas pobres, los nuevos empobrecidos (como consecuencia directa de la destrucción económica que arrasa fuentes laborales y lleva a niveles de miseria a salarios y jubilaciones), los jubilados que perciben montos ridículos que los condenan al hambre y/o la enfermedad (por los altos precios de los medicamentos y alimentos, y los casi impagables servicios esenciales), y los enfermos terminales, a los que se les niegan las costosas medicaciones, que el Estado facilitaba en anteriores gobiernos, lo cual ya fue causa directa de numerosas muertes, según trascendió pero con pocas repercusiones.
Para peor, hay acciones de clara perversidad cargada de aporofobia, destacándose entre ellas la negativa a repartir en los muchos comedores y merenderos comunitarios, las toneladas de alimentos, que estaban guardadas en depósitos, adquiridas por el gobierno anterior, y que hasta hoy según todos los indicios, siguen sin distribuirse, obcecadamente, pese a las órdenes judiciales de proceder a su debida distribución para aliviar el hambre de los pobres, muchos de ellos nuevos pobres empujados a esa triste realidad, por el gobierno de libertarios y sus cómplices políticos.
Instigar al genocidio económico es decir que los pobres pueden elegir entre un magro salario o morirse de hambre (conceptualmente dicho -con toda alevosía- por el presidente, en uno de sus frecuentes raptos de verborragia). Frase por cierto nada inocente, de una marcada crueldad, propia de mentes perversas que gozan con el sufrimiento ajeno, en las antípodas del rol humanista e inclusivo que debe guiar a todo líder que ama a su pueblo.
Claro que, así como el presidente y su entorno, desprecian desfachatadamente al pueblo, alaban a las mafias (a las que prefieren antes que al Estado, al cual representan), y tratan de “héroes” a los apátridas delincuentes financieros que fugan divisas, entre otras aberraciones de similares tenores.
Instigar al genocidio económico es pretender “limpiar las veredas” (como lo habría dicho un “referente” libertario porteño) echando de las mismas a los compatriotas que no tienen un lugar digno donde descansar, de los cuales con seguridad muchos de ellos son nuevos pobres de miseria absoluta, que no pueden pagar ningún alojamiento.
Miserabilidad total, que desprecia al ser humano desvalido, en vez de facilitarles algo de comida, un baño para higienizarse y una cama digna donde descansar.
Instigar al genocidio económico, es festejar pomposamente la anulación de un pequeño aumento a las escuálidas jubilaciones; como lo hizo el presidente, invitando obscenamente a un gran asado a los legisladores pseudo opositores, que transaron apoyando la “motosierra anti jubilados”. ¡Perversión alevosa, es montar una comilona, para agasajar a los legisladores que anularon un pequeño aumento de los magros haberes, a los sufridos jubilados!
La mayoría de las jubilaciones son de paupérrimos montos con los que no se pueden comprar alimentos en cantidad y calidad necesarios, ni menos aun adquirir medicamentos, tan necesarios para los adultos mayores. Eso es un genocidio en cuotas, a no muy largo plazo.
Instigar al genocidio económico, es quitar medicamentos del listado gratuito del PAMI, y mucho más gestionar la desaparición de ese importante organismo, de larga trayectoria de respaldo a jubilados, como trascendió que ya está en estudio de perpetración.
Genocidio económico perverso, es pretender “naturalizar” que los pobres solo puedan acceder a una comida diaria, entreteniendo al estómago con migajas el resto del día, además que las comidas a las que pueden acceder se basan en hidratos de carbono con poco o nada de proteínas. Algo de eso pretendió decir “simpáticamente” un periodista de itálico apellido, lo que le valió un cargo muy bien remunerado, del cual fue recientemente eyectado, como pasó con muchos “libertarios caídos en desgracia”.
Genocidio económico, en su faz institucional, es dedicarse con marcada perversión de marcado odio a la propia patria, a implementar con mucho de sadismo, la destrucción masiva de nuestra economía nacional, con especial énfasis de catastrófica devastación, contra las industrias y los entes tecnológicos, incluyendo en este último concepto a las muy valiosas Universidades Nacionales.
Claro está que en el infame accionar anti tecnológico y anti industrial, parte importante de la claque aplaudidora de los infames desguaces de esos sectores, son entes empresariales, que si accionarán con ética y elemental patriotismo, no podrían estar avalando las destrucciones sistemáticas. Entre esos entes, sobresalen, y no para bien, la UIA (que parecería ser la Unión Industricida Argentina); y la SRA, que nuclea principalmente a los grandes terratenientes de la Pampa Húmeda, entidad esta que permanentemente mantiene una postura anti industrial, y añorante del semi feudalismo de fines del siglo XIX.
El propio presidente, haciendo gala de un muy dudoso equilibrio mental, dijo claramente, ser el topo que busca desde adentro destruir al Estado. Y si bien muchos no entienden la extrema gravedad de esa afirmación (particularmente el grueso de los uniformados, que se dicen “muy patriotas”, pero solo son patrioteros de bandera, funcionales a la antipatria), pues es muy claro que sin Estado no hay Nación, y sin Nación no hay Patria…así de simple. Pero muchos no tienen ni idea, de ese elemental concepto.
Pero los libertarios y sus secuaces políticos (incluyendo muchos conversos o acomodaticios varios que fueron permeables a presiones y/o posibles prebendas varias), no solo destruyen sistemáticamente la economía nacional y el tejido social argentino, ¡también siguen incrementando, en forma descomunal, nuestra voluminosa y hoy impagable deuda externa!
Con eso marcan preocupantes similitudes con lo acaecido en 2001, cuando un par de blondas comunicadoras de la TV portuaria, en forma lastimera, decían -palabras más o menos- que “no queda otra alternativa que canjear deuda por fracciones de nuestro territorio”. Esa infame amenaza vuelve a cobrar actualidad.
Y el accionar destructivo, también agrede a elementales facetas institucionales, pues el accionar del Poder Ejecutivo Nacional y sus acólitos, evidencia operar para acaparar excluyentemente la suma del Poder Público, lo cual puede calificarse como el montaje institucional de un neo virreynato, agresivo en lo interno y sumiso hasta lo indecible, respecto al Atlantismo y los grandes poderes financieros transnacionales.
Los constantes ataques a los miembros de los otros dos poderes que no le son dóciles y/o que puedan considerarse “conflictivos”, así como el manejo interno plagado de drásticas expulsiones de colaboradores, ante el menor desliz que suponga la no alineación total y absoluta a la abstrusa ideología libertaria, marcan claramente el accionar del detentador del Poder Ejecutivo Nacional.
Las agresiones con denuestos utilizando el más soez lenguaje impropio entre seres civilizados y mucho más para quienes ejercen altos cargos en un sistema de gobierno republicano y pretendidamente democrático, forman parte de las frecuentes opiniones, que más que expresadas por el Poder Ejecutivo, parecerían chabacanas frases vertidas por personajes de muy baja catadura moral.
Las agresiones verbales que no solo fueron vertidas en el ámbito interno, sino que también fueron ejes centrales de las desaforadas expresiones con las que atacó a cuanto presidente y nación fueron pretendidamente descalificados por la incontinencia verbal de nuestro impresentable titular del Poder Ejecutivo.
Todo ese andamiaje destructivo, que de mínima busca involucionarnos al hoy inviable país primarizado como lo éramos al final del siglo XIX; y de máxima evidencia hacer desaparecer a Argentina, implosionándonos en pequeñas republiquetas irrelevantes y fácilmente manejables por los que promueven la globalización salvaje, es promovido por múltiples operadores, que instalan falsedades y confusiones diversas, con las que tapan la catarata de medidas claramente destructivas, una de las cuales permite se importen maquinaria usadas, con lo cual se terminará de destruir la que fuera una importante rama industrial nacional.
Las instalaciones de “posverdades” (o sea falsedades incluso burdas, que por mera repetición pretenden ser asumidas como reales); los frecuentes raptos de ira incontenible, ante cualquier opinión que cuestione o contradiga los paradigmas libertarios, volcados contra periodistas, artistas, o quien sea que públicamente puntualice oposición a las ideas que pretenden instalarse como supuestos indiscutibles veredictos, son metodología corriente del verborrágico presidente, de las legiones de trols (muchos de ellos operando desde la propia Casa Rosada), y de varios opinantes alineados (y parecería que alienados) al libertarismo.
Crudamente expuesto, ese es el muy preocupante cuadro de situación actual, que nos empuja al caos total.

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Crisis energética: consecuencia del Estado ausente 

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  Estado ausente y en acelerado rumbo de premeditada y alevosa destrucción, tal es la breve, pero muy certera descripción del caos generalizado que se está ejecutando, llevándonos a la perimida y hoy inviable Argentina feudal; y de máxima, -claramente- buscan la disolución nacional, acorde a los mandatos del mega poder financiero transnacional, y a su brazo ejecutor, el Bloque Atlantista. 

 De este último, sus rectores principales demuestran ser ambas potencias anglosajonas, a ambos lados del Atlántico. 

  Ese esquema feudal, con meras formalidades de nación pseudo democrática (con voto cantado, falta total de representatividad popular, y el poder real concentrado en la ya por entonces vetusta oligarquía), en un inviable país carente de industrias y entes tecnológicos, con Universidades aranceladas y con mucha población analfabeta o apenas instruida, caducó definitivamente y pasó a ser inviable, “sobrando” población, en el contexto de muy escasa demanda laboral y muy mal paga, que caracterizó a la producción rural…eso ya a fines del siglo XIX / comienzos del XX. 

  Si esa economía excluyentemente primaria era ya inviable a comienzos del siglo XX; el proyecto de reeditarla hoy, es un absurdo incoherente, en un esquema apátrida y excluyente, pues “sobraría” más de la mitad de la actual población. 

  Pero ese anacrónico modelo de economía primaria, socialmente excluyente, y carente de la más elemental visión geopolítica de soberanía y grandeza nacional, es claramente el “proyecto de mínima”, hoy en plena ejecución vía destrucción sistemática del Estado, las industrias y el tejido social; pues claramente se avizora que el “proyecto de máxima” es el desguace nacional, buscando hacer implosionar a Argentina en media docena (o más) de republiquetas inviables, que no podrán evitar el saqueo irrestricto de las riquezas naturales, tal como se hizo en los años ’90 con las operatorias de “ordeñe” de las cuantiosas reservas gasíferas de Loma De La Lata, que apresuradamente fueron bombeadas vía gasoductos, el exterior, sin que ingresen a nuestro país las divisas de esas operaciones. 

  Ahora se está perpetrando un saqueo brutal similar, al permitirse las exportaciones de minerales de oro y plata, sin que abonen nada al Estado Argentino, pues con cómplice displicencia, el gobierno libertario no prolongó la vigencia de las muy bajas retenciones (de solo el 8%), que estaban vigentes hasta la presidencia libertaria.   ¡Antes las mineras extranjeras pagaban muy poco, y ahora nada, y excepto la denuncia de un legislador nacional, este tema sigue tapado por densos silencios! 

  El industricidio alevoso e intencional, sigue en plena vigencia, con los silencios cómplices de la Sociedad Rural, de la UIA y otros entes empresariales a los que nada parecen importarles las destructivas consecuencias de pobreza creciente, desempleo masivo, y acelerado aumento de la ya impagable deuda externa; mientras afloran con crudeza las previsibles consecuencias del genocidio económico que significa la total parálisis de las muy necesarias obras públicas. 

  Esa parálisis total de las obras públicas, festejada neciamente (pues no razonaron que eso provocaría problemas mayúsculos e incluso víctimas fatales, por deterioros de las infraestructuras) por la claque libertaria, cuando el enfervorizado presidente lo anunció fuera del Congreso y de espaldas al Poder Legislativo, era previsible que provocaría muchos perjuicios…y así está sucediendo en el Sector Eléctrico, con toda crudeza, y en forma algo menos perceptible en otras áreas de la infraestructura. 

  La crisis eléctrica, con sus terribles secuelas de cortes del servicio, medidas tomadas ahora de apuro, costos adicionales por “soluciones de emergencia”, son directa consecuencia de la intencional inacción total del gobierno libertario y sus “aliados” (léase cómplices) neoliberales y otros saltimbanquis de la politiquería muy rastrera, esta última con fuertes indicios de haber sido “influida” de muy diversas formas, todas ellas impresentables…y con muy escasa difusión en los grandes medios de comunicación. 

  La crisis eléctrica actual, no llegó de improviso ni fue consecuencia de algún desastre natural. ¡Era conocido que sucedería, y eso lo probó la sarcástica opinión de la entonces Canciller, Diana Mondino, quien con soberbia y clara hipocresía, dijo, muy sonriente “van a tener que comprar grupos electrógenos”! 

  Pese a que era previsible que sucedería la actual crisis eléctrica, Milei y sus adeptos, no solo no hicieron absolutamente nada para evitarla o al menos morigerarla, ¡sino que incluso agravaron la situación!, anulando o suspendiendo la realización de diversas obras, imprescindibles para ampliar la Potencia Instalada (capacidad de generación eléctrica), y para ampliar y/o mejorar las redes eléctricas de Transmisión (mediano, alto y muy alto voltaje) y de Distribución (mediano bajo y bajo voltaje). 

  Además de resurgir el ya clásico caso de deficiencias de inversiones en las supuestamente “muy eficientes” generadoras privadas, en particular las resultantes del desguace de SEGBA (perpetrado en el “proceso”, asesinando a Oscar Smith, que patrióticamente se oponía a ese negociado), y de las tres empresas, la más reticente a invertir (pero “eficiente” para distribuir utilidades a sus socios propietarios), parece ser EDESUR, seguramente no por casualidad vinculada al endeudador serial “Toto” Caputo, quien demostraría atender desde los dos lados del mostrador. 

  Pero además de restringir o anular el accionar del Estado Nacional, para planificar obras eléctricas y realizar (por sí mismo, o por terceros), las imprescindibles para mejorar y/o ampliar las capacidades de prestación del servicio; el gobierno libertario -haciendo gala de nula planificación y ciega obediencia al dogmatismo antiestatal e incoherente de los teóricos de la siniestra Escuela Austriaca de la Economía-, sin motivo real alguno, paralizó obras de generación, que contaban con financiación blanda de China, como las dos grandes hidroeléctricas en Santa Cruz, y la Cuarta Central Nuclear Atucha 3; además de paralizar nuestro avanzado proyecto de central nuclear modular CAREM; esto último en particular, cediendo a las alevosas presiones públicamente hechas por personeros de EEUU. 

  Contra toda lógica técnica, se suspendió la construcción del tramo adicional del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que debía unir Salliqueló con San Jerónimo Norte, que estaba pronto a ser licitado y construido, lo cual habría permitido ampliar considerablemente la utilización de la producción de Vaca Muerta, lo cual también habría significado favorecer la generación termoeléctrica con gas económico. Lo único que hizo al respecto el destructivo actual gobierno, fue cambiar el nombre del gasoducto. Pero como faltó gas (por no tener listo el gasoducto), se debió importar de apuro, y mucho más cara, energía provista por Brasil. 

  Tampoco se hizo nada -en el año que fue nulo en obras, pero pletórico en cierres de industrias, incrementos de la desocupación y aumentos en la deuda externa-, en lo referente a ampliar la Potencia Instalada en las grandes centrales térmicas construidas a orillas del Paraná, en las que solo faltaba agregar las respectivas Turbinas de Vapor, para cerrar los sistemas de Ciclos Combinados. Con esas inversiones -caprichosamente dejadas de lado- los incrementos de generación eléctrica se hubiesen hecho, sin aumentar los consumos de gas natural, pues las mismas funcionan con los gases residuales de las Turbinas de Gas. 

  A todos esos desatinos propios de irresponsables e improvisados, el verborrágico presidente, confeso destructor del Estado, le agregó absurdos planteos claramente insultantes, justamente a los dos principales socios económicos, Brasil y China…pero como la realidad tiene patas cortas, después tuvo que mendigar apoyos financieros a China, y respaldos energéticos -muy caros por cierto- a Brasil. 

  Además, no es un dato menor, que ambas naciones nos dan fuertes respaldos geopolíticos en la irredenta Causa Malvinas y otros temas muy caros a la soberanía nacional. 

 Pero es muy claro que la soberanía nacional nada les importa a libertarios y neoliberales, tal cual lo prueban sus vergonzosos dichos y sus impresentables acciones. 

  Sumando confusiones que solo aportan a permitir que avancen en el ya claro proyecto de disolución nacional, la mayoría de los uniformados -que se dicen “muy patriotas”, pero que solo descalifican como patrioteros de bandera- por puro e irracional odio a todo lo Nacional y Popular, apoyan precisamente a los sectores políticos que se burlan abiertamente de toda idea y acción de la muy necesaria Soberanía Nacional. 

  Así como el Estado desguazado por el libertarismo, nada hizo para evitar la actual crisis eléctrica, en cambio está presto a reprimir al pueblo, que con toda lógica protesta a consecuencia de los irracionales cortes del servicio eléctrico. 

  Como dijera el gran patriota Manuel Belgrano, en el momento de entregar su alma a Dios…¡Ay, Patria mía!

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Las dos guerras que citan los ideólogos proceseros 

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 El repetido argumento de “las dos guerras en las que se combatió”, de las que pretenden enorgullecerse, son parte central del pensamiento “proceseramente correcto”, que repiten cuan mantra supuestamente indiscutible, los uniformados (por lo general retirados), cuando quieren “glorificar”, con sus enrevesadas y muy pobres argumentaciones, el deplorable accionar de las FFAA y FFSS, en particular en el período del tristemente célebre “proceso” (1976-1983), pues en todo lo demás, las consecuencias sufridas por Argentina a consecuencia de ese gobierno pretoriano, claramente fueron muy negativas. 

 ¡Y tozudamente, se niegan a admitirlo! Y para peor, la muy errada y hoy anacrónica mentalidad procesera, claramente se sigue inoculando en los institutos de formación castrense, en los cuales se predica el odio visceral a todo lo Nacional y Popular, y “viendo” supuestos “zurdos” hasta en la sopa; mientras no ven ni les importan las viles acciones destructivas y de entrega de soberanía, que perpetran neoliberales, libertarios y sus adláteres. 

 Como el “proceso” es indefendible, claramente buscan justificarlo con el argumento de exaltar “las dos guerras”, en las que, se enfatiza, combatieron los militares argentinos; y para ello, tras una montaña de autoelogios, encubren y pretender tapar los muy gruesos errores y evidentes falencias formativas, con ignorancias casi totales en Geopolítica, Historia y Economía, que el accionar del gobierno pretoriano, puso en claras evidencias con sus groseros errores. 

 Lo que no parecen razonar, ni por asomo, es que ambos hechos de violencia, fueron instigados por el usurpador gobierno pretoriano de Videla, sus secuaces y continuadores; y tuvieron consecuencias funestas para Argentina, siendo además falso que hayan sido desencadenados por el simple devenir de los hechos, siendo que en realidad fueron consecuencias del pésimo accionar del Poder Militar (también denominado Partido Militar), demostrando en forma palmaria el muy pobre o nulo nivel de formación del grueso de los uniformados, quienes en los hechos operan como subordinados al poder anglosajón del Atlantismo, y a la retrógrada oligarquía de Argentina. 

 Algunos dicen “no entender” por qué no sucede en Argentina el trato muy respetuoso y afectuoso que otras fuerzas armadas reciben de sus respectivas poblaciones. Pero esas otras fuerzas armadas no masacraron a sus propios pueblos ni los despreciaron clara y abiertamente, como si lo hicieron -incluso enorgulleciéndose por tan deplorables acciones- como lo perpetraron con brutalidad y sadismo, el “sector gorila” de las FFAA de Argentina y sucesores, desde 1955.

 Lo poco que pudieron estudiar de esas asignaturas tan esenciales para la Defensa Nacional, evidentemente fue (y es) fuertemente sesgado por la “Escuela de las Américas” dictada por el poder imperial que nos quiere subordinados al dócil “patio trasero”, como es la visión de las Potencias Atlantistas, la cual claramente no solo no es coincidente con la Visión Nacional, sino que es opuesta. 

 Los Intereses Nacionales deberían ser el norte que guie el accionar de los que se dicen “muy patriotas” -y lo fue de auténticos y destacados patriotas de uniforme que supimos tener-, pero que en los hechos en las últimas décadas mayoritariamente son solo patrioteros de bandera, que no entienden nada del básico concepto de Soberanía Nacional, la cual no se agota en el himno y la bandera. 

 Industria y tecnología Nacional también son partes esenciales de la Soberanía, como también las diversas infraestructuras (incluyendo en ellas las vinculadas a la producción, el transporte y la conectividad de nuestro enorme territorio; la salud pública, la educación pública en sus tres niveles), así como sus necesarias inversiones en mantenimiento y otras mejoras. 

 También el desendeudamiento externo tiene que ver con la soberanía, así como su contracara, el endeudamiento externo, es claramente lesivo a nuestro accionar digno y soberano. Pero poco o nada de todo eso evidencian entender las amplias mayorías de los uniformados, incluyendo oficiales de altos rangos, que suelen pronunciar estentóreos discursos, cargados de pseudo patriotismo declamativo pero carecientes del concreto y muy necesario patriotismo efectivo. 

 En el colmo de las groseras confusiones mentales que instalaron en el pensamiento “militarmente correcto” del grueso de las FFAA y FFSS, entusiastamente -y se enorgullecen de ello-, apoyan a sectores políticos que nos destrozan y nos empujan a la miseria crónica, e incluso a la disolución nacional. 

 Esas severas distorsiones y gruesos errores en los enfoques estratégicos, lamentablemente vigentes y aparentemente mayoritarios entre los uniformados, son evidentes consecuencias de la implementación de la doctrina de la seguridad nacional (dictada desde EEUU), suplantando la Doctrina de la Defensa Nacional; como también por el profundo e irracional odio antiperonista, inculcado cuan “verdad indiscutible” en los cursos formativos de las FFAA y FFSS, desde 1955 en adelante, pero muy acentuado ello desde el pernicioso “proceso” (1976), lo cual integra los anacrónicos y muy mal fundamentados “principios básicos” que evidentemente- se siguen inculcando a los uniformados. 

 Destrozar al Estado es el pernicioso objetivo claramente expuesto por el muy cipayo “libertarismo”, pero eso no parece preocupar en lo más mínimo, al grueso de los uniformados, con sus neuronas saturadas de odio antiperonista, hasta el extremo de no ser conscientes que son simples empleados públicos con uniforme. Y que el juramento de defender a la Patria, debe incluir la defensa del Estado, pues sin Estado no hay Nación, y sin Nación no hay Patria.

 Analicemos ambos hechos de violencia, que marcaron al “proceso”.   De ningún modo, se pretende avalar ni menos ensalzar el muy negativo accionar de las guerrillas, como tampoco sus pretendidos fundamentos ideológicos, como la supuestamente irreversible “realidad”, según la cual “el mundo marcha hacia el ‘socialismo’ ”, que repetían sus promotores ideológicos en los hoy lejanos años ’70 del siglo XX, que los hechos se encargan de refutar. Pero el caso es que tanto las guerrillas, como todas las violencias relacionadas con esos tristes hechos, en una magnitud que pudo asimilarse a una guerra civil, fueron perfectamente funcionales al siempre sutil accionar del Reino Unido, y así fueron planteados a fines de los ’60 y comienzos de los años ‘70 por el intelectual canadiense – británico Harry S. Ferns, quien como un párrafo más, pero con todas las letras, analizó que los notables avances que logró Argentina con el peronismo, solo podrían ser destruidos mediante una guerra civil. 

 Si bien tuvo poca difusión, se supo que dos cargamentos de municiones y armas, bajados del buque Endurance (surto en Buenos Aires), y de un avión de British Caledonian estacionado en Córdoba, fueron interceptados por fuerzas argentinas de seguridad, pudiendo suponerse que eran destinados a abastecer las guerrillas. 

 Habría sido lo que en castizo simple se dice “echar leña al fuego”, abasteciendo a las guerrillas, mientras que las cúpulas militares y sus entornos civiles, eran alentados por los anglosajones a usurpar el poder real argentino, con la excusa del accionar subversivo. ¡Combo perfecto, para que, en un contexto de violencias, los personeros de la antipatria, implementen sin oposición posible, al neoliberalismo en su más salvaje versión, perpetrando el anti industrialismo, el endeudamiento desenfrenado, la irracional apertura económica y la destrucción de muy positivo accionar que en general había tenido el Estado Nacional! 

 El terrorismo de Estado fue implementado por el “proceso”, siendo muy claro que, para enfrentar las violencias guerrilleras, no era necesario usurpar el poder formal. 

 Cabe recordar que la primera víctima del “proceso”, en la misma noche del golpe, fue el Mayor Bernardo Alberte, asesinado en su departamento, frente a su familia, seguramente por el “grave pecado” de haber cursado una valiente nota a Videla, advirtiéndole de las funestas consecuencias -que luego sucedieron- a consecuencia del golpe de Estado, el cual algunas semanas antes era vox populi. El jefe de la patota asesina, habría alcanzado, después, el grado de General. Años después, Alberte seria ascendido a Teniente Coronel, post mortem. 

 La violencia represiva fue brutal, impidiendo toda oposición al accionar del poder político – económico que se había adueñado de nuestro país. Tanto la entonces presidente, M.E. Martínez de Perón, y el muy patriota Secretario Legal y Técnico Dr. Julio Carlos González, sin motivo real alguno y sin juicio legal, fueron presos políticos durante todo el “proceso”, entre muchos otros casos, de vengatividad pura de la oligarquía, siempre cegada de antiperonismo visceral.

 Ferozmente interrogados, los colaboradores de Julio C. González, sufrieron brutales consecuencias, incluyendo paro cardíaco y muerte de al menos uno de esos abogados. Además de muchas iniciativas de claro Perfil Nacional, parece ser que la vengatividad fue consecuencia de cambios legales que cuidaron los intereses de YPF, pues dejaron sin efecto amañadas operatorias que beneficiaban a las petroleras privadas, a costa de la petrolera estatal. 

 Poco después, sería secuestrado y “desaparecido” el gremialista Oscar Smith, que se oponía patriótica y tenazmente, al desguace de SEGBA, que Martínez De Hoz presionaba para perpetrar. Como todo se relaciona, debe señalarse que la más problemática de las tres empresas en las que se fraccionó SEGBA, EDESUR, tiene como uno de sus principales accionistas al endeudador serial “Toto” Caputo.

 Posteriormente, en un muy “raro” accidente, sería embestido y muerto, el muy querido folclorista Jorge Cafrune, quien iba a caballo rumbo a Yapeyú, para estar en el acto anual sanmartiniano. 

  Es muy conocido que, a las oligarquías apátridas, les molesta el fervor popular con el cual el pueblo retribuye a cantores con los que se siente identificado. 

 Ya en el mundial de fútbol de 1978, eran conocidos en el exterior muchos hechos aberrantes perpetrados por el “proceso”. 

 Seguramente buscando una real Causa Nacional, con profunda raigambre popular, ante el deterioro acentuado del impresentable “proceso”, los milicos proceseros y sus “asesores” civiles, implementaron la recuperación, manu militari, de Malvinas y los otros dos archipiélagos australes, usurpados por el Reino Unido casi un siglo y medio antes. El pueblo festejó la recuperación (que sería muy fugaz) de Las Malvinas, dejando de lado el profundo rechazo que había cosechado el infame “proceso”. Pero claramente, fueron muy gruesos los errores en base a los cuales, los muy poco lúcidos gobernantes militares proceseros, y sus asesores civiles, planificaron y ejecutaron el operativo militar. 

  Se citan varios de esos gruesos errores, probatorios de las profundas ignorancias en Historia, Geopolítica y Economía, de las que adolecen -con algunas notables excepciones- los uniformados argentinos. 

– Supusieron que el Reino Unido no reaccionaría, lo cual evidencia la profunda ignorancia de la Historia, que muestra la tozudez y belicosidad de los anglos. 

– Con la soberbia propia de ignorantes usufructuarios de un poder que les quedaba muy grande, se creyeron “aliados” de EEUU (por haber colaborado en acciones encubiertas en Nicaragua y posiblemente otros países de Centroamérica). Nunca entendieron que solo fueron -y son- marionetas dóciles descartables. 

– Vinculado con lo anterior, supusieron que EEUU sería neutral, o incluso que estaría a favor nuestro, en el conflicto armado. Eso muestra las profundas ignorancias de los uniformados de mentes proceseras, pues cualquiera que sepa algo de Historia y de Geopolítica, conoce los profundos lazos que marcan la alianza entre el Reino Unido y EEUU, desde fines del siglo pasado, cuando EEUU suministró ametralladoras Gatling al RU, usadas para masacrar a los zulúes, que luchaban por su independencia; abarcando en el rol de aliados, las dos guerras mundiales, Corea, la invasión a Iraq, y el listado no se agota. 

– Como la embajada argentina en Londres habitualmente tuvo agregados militares, no se entiende que no hayan analizado que prácticamente en cada pueblo del RU hay un monumento, que muestra nombres de soldados de EEUU y RU, que murieron combatiendo en las guerras mundiales. Se ve que ni lo analizaron.   Razonar por cuenta propia no se incluyó en el adoctrinamiento al cual fueron sometidos, como dóciles subordinados al “mundo occidental, libre y cristiano”, que no es nada de eso, es subordinado a las dos megas potencias anglosajonas. 

– Solo seres irracionales pueden involucrar a su país, en una guerra de una brutal desigualdad de capacidades bélicas, acentuada por el poder de la agresiva OTAN. 

– El retroceso muy acentuado en los esfuerzos diplomáticos para recuperar Malvinas, sigue vigente; así como el desguace de nuestras hoy muy menguadas capacidades de defensa, sobre todo en la Fuerza Aérea. 

– Nadie parece haber asumido responsabilidades por las muertes en combate, mutilaciones físicas y psíquicas, y los numerosos suicidios que hubo, a consecuencia de tan disparatadamente “planificada” guerra. 

– El meduloso Informe Rattenbach, que analizó los groseros errores estratégicos y tácticos de los comandantes y altos jefes de nuestras fuerzas, no parece haber sido muy tenido en cuenta. 

– El gobierno militar y sus adláteres, insistieron en identificarse con la ideología económica liberal, no entendiendo que la misma es un poderoso instrumento de colonización económica, política y cultural.    Aun hoy no razonan que las grandes potencias “occidentales”, predican liberalismo, pero practican fuertes intervencionismos de sus poderosos Estados Nacionales. 

  El tema no se agota. Vaya el total respeto a todos nuestros combatientes, y a los que reivindican los derechos argentinos en los territorios irredentos, usurpados bajo el poder de la fuerza bruta del neocolonialismo muy afín al Bloque Atlantista. 

  Necesitamos uniformados con auténtico patriotismo, como los tuvimos en cantidad y calidad; así como gobernantes y pueblo imbuidos de esos altos Valores Nacionales. 

  Estamos en riesgo de disolución nacional, pero muchos no lo ven. 

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Serias dudas que deja el supuesto nuevo plan nuclear

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 Apenas asumió la presidencia, Milei anunció, en un impostado “tono triunfal”, y ante el “delirio” (dicho en sus varias connotaciones) de sus partidarios congregados frente al Congreso, diciendo que se paralizaban todas las obras públicas y todos los planes de inversiones, incluyendo los ya comenzados y los que contaban con financiación externa blanda (en muy buenas condiciones). 

 Insólito e incoherente en grado superlativo, que semejante parálisis brutal de la actividad económica provocada por el total parate a las obras públicas y otras acciones del Estado (que se profundizó en forma casi inmediata ante los masivos cierres de industrias), haya sido anunciado como un supuesto “gran logro”, y que unos cuantos dudosamente pensantes, lo hayan festejado. 

 Entre esos dudosamente o nulos pensantes, el grueso de los uniformados, llenos de odios contra todo lo nacional y popular, como les inculcaron los promotores de la errónea y hoy anacrónica mentalidad de milicos proceseros, que siguen anclados en los años ‘70. 

 Entre las obras abrupta e injustificadamente paralizadas, están las dos grandes hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, y la Central Nuclear Atucha 3, que iba a ser la cuarta central nuclear argentina y la primera con tecnología de uranio enriquecido, además del muy importante proyecto nuclear CAREM y el reactor de baja potencia RA10.

 Las dos hidroeléctricas y la nuclear Atucha 3, contaban con financiación y apoyo tecnológico de China, no por casualidad uno de los principales socios comerciales nuestros; nación que, con discutible dogmatismo propio de mentes inferiores o de psicópatas, fue dura e infundadamente denostada por el verborrágico y dudosamente fundamentado presidente Milei. 

 El parate económico total es dantescamente brutal, con fuertes caídas en el PBI y todos los indicadores socio económicos, en cuyo contexto se multiplica la desocupación masiva estructural, con la pobreza y la miseria extrema creciendo en forma exponencial, con diversas medidas que bien pueden calificarse como de genocidio económico; todo en el marco de un supuesto “programa económico” que solo contempla más ajustes, sin solución de continuidad, prometiendo seguir aplicando impiadosamente “la motosierra”, destrozando intencionalmente al Estado, echando a cientos de empleados públicos que se agregan a los miles de desocupados ya crónicos, mientras empujan al industricidio masivo, pretenden cerrar hospitales, desfinanciar la Salud y la Educación Pública, además de ahogar presupuestariamente a las Universidades Nacionales; todo lo cual son aberraciones socio económicas, ¡de las que incluso se jactan de perpetrar! 

 Entre los muchos proyectos estatales paralizados, con los consecuentes daños económicos, sociales y estratégicos, está el Proyecto del Reactor Modular CAREM, siendo los daños perpetrados por los destructores libertarios, mucho mayores, pues están alentando el éxodo del valioso personal científico y técnico, muy calificado, cuyas reposiciones pueden insumir años, dado que la experiencia y los saberes específicos, no se logran de un día para el otro. Se cumplió un año en el cual el Proyecto CAREM, que estaba en una etapa avanzada de su construcción, fue paralizado mediante la típica metodología de ahogo financiero, accionar usual de los sectores apátridas para frenar y/o destruir proyectos de gran importancia estratégica, y como tales, muy importantes para el desarrollo nacional. 

 Además, el citado éxodo de personal altamente calificado, está operando como el golpe de gracia para parar definitivamente este muy estratégico proyecto, todo lo cual evidencia una servil subordinación a los dictados de EEUU (e indirectamente el Reino Unido), que presionan fuerte y abiertamente para anular y destruir nuestro muy importante Sector Nuclear; para lo cual esas acciones de neocolonialismo explícito, cuentan con el accionar felpúdico de los mercenarios que se enquistan en puestos claves, en todos los gobiernos de orientaciones antinacionales, pero que también operan, en forma algo más solapada, incluso en gobiernos de orientación Nacional. 

 En ese intencionalmente desastroso contexto nacional, en el cual incluso se está practicando abierta y aviesamente una gigantesca operación de genocidio económico, tanto por hambre brutal, como por deficiencias alimentarias, con incoherentes negativas a hacer llegar a los comedores comunitarios, las toneladas de alimentos que prefieren dejar vencer antes que darles el necesario destino de paliar en algo la intencional hambruna provocada por el actual neoliberalismo salvaje exacerbado que castiga a vastos sectores pobres y de nuevos empobrecidos; y que se niegan medicamentos a enfermos crónicos y a jubilados de muy bajos recursos; en todo ese aquelarre de maldades intencionalmente perpetradas, la aberración estratégica de desarticular uno de los pocos sectores tecnológicos en el cual tenemos relevancia mundial, puede pasar desapercibida, pues es un tema poco conocido y los medios concentrados al servicio de la antipatria, lo ocultan. 

 El promocionado supuesto plan nuclear, que con mucho bombo y nada en concreto fue anunciado, se contradice con el accionar del destructivo gobierno libertario (que es un neoliberalismo recargado, que desprecia todo signo de patriotismo), pasando a ser otra de las muchas “bombas de humo” y datos tergiversados o falsos, con los que se intentan tapar las muchas consecuencias nefastas de la intencional destrucción generalizada, la cual por ende no tiene ninguna acción positiva real para mostrar. 

 En los hechos concretos, el Plan Nuclear preexistente, que mostraba claros logros, fue paralizado mediante el viejo recurso de gobiernos reaccionarios, opuestos a nuestro desarrollo, de quitarle presupuesto; además con el perverso recurso de promover el éxodo del personal altamente calificado, al sumirlos en la desesperanza de muy bajos salarios y el cercenamiento de todo horizonte de desarrollo. 

 El estratégico Sector Nuclear, fue uno de los tantos hechos positivos creados por el peronismo, en 1950; y como todo lo que se haga por fuera de la economía primaria (la única promovida y aceptada por la retrógrada oligarquía rural tradicional), ha sido sistemáticamente atacado por cuanto gobierno pretoriano o civil, de netos perfiles liberales (o sea anti industrialistas y anti tecnológicos), que hemos padecido desde 1955. 

 En el muy nefasto y antinacional “proceso”, el Sector Nuclear se salvó del desguace al cual quería condenarlo el personero de la SRA y dueño del poder real en los primeros años proceseros, Martínez De Hoz; cuyas presiones anti nucleares fueron neutralizadas por el decidido accionar del Ingeniero Nuclear y Contraalmirante Carlos Castro Madero, quien además le imprimió fuertes impulsos. 

 Es sabido que a Castro Madero se le atribuyen las “desapariciones” de personal de la CNEA; si bien otras fuentes afirman que esos asesinatos se perpetraron sin la intervención del citado científico y oficial de alto grado de La Marina, quien, según esas fuentes, logró rescatar a varios de los “chupados” por los represores proceseros. 

 Dolorosas realidades que, con el debido respeto, no es el tema analizado en este artículo. 

 Caducado el período de la última dictadura, sea por incapacidad, cobardía o por ser permeables a las imposiciones anti nucleares de EEUU y sus “socios” de Europa, en los gobiernos de Alfonsín, Menem y De La Rúa, así como en los caóticos gobiernos que tuvimos en el interregno de la crisis terminal de 2001 2002, el Sector Nuclear fue desfinanciado, sus proyectos paralizados (entre ellos Atucha 2) y las vacantes congeladas, estando en plena pendiente que llevaba a su disolución, en un accionar destructivo apoyado por el ultra ecologismo cavernario, financiado y orquestado este, por poderosas ONGs extranjeras, principalmente dirigidas desde el Reino Unido. 

 El renacimiento del Sector Nuclear se dio, fuertemente, en el período 2006 – 2015, en el cual hubo grandes espaldarazos, con incrementos presupuestarios del orden de 1.100 % (¡multiplicados por once!), con fuertes y decididas concreciones, entre ellas terminar e inaugurar Atucha 2, comenzar el CAREM, y rubricar acuerdos para construir tres nuevas centrales de gran potencia, dos con respaldos de China y una de Rusia. 

 Pero en 2015 “pasaron cosas”, y las fuertes presiones del aparato mediático – judicial, agregado a la muy deficiente difusión del profuso accionar gubernativo de los Kirchner (un plan de obras tanto o más grande que el de Perón entre 1946 1955), hizo llegar al poder, nuevamente, a un gobierno neoliberal, empobrecedor, industricida y endeudador. 

 Como tal, se dedicó a frenar y comenzar el desguace del muy importante Sector Nuclear, entre otras acciones negativas, paralizando el proyecto CAREM.

 El albertismo, en su tibio accionar más propio de un remedo de la social democracia europea que de un desteñido peronismo, dio algún apoyo al CAREM, pero es un “secreto a voces” que uno de sus funcionarios, apodado “zapatitos blancos”, respondiendo a “sugerencias” de “la embajada”, se dedicó a pisar el acuerdo con China para Atucha 3.

 Dentro de las múltiples y explícitas “sugerencias imperativas” que diversos personeros del neocolonialismo que busca “alinear” al “patio trasero”, ejercen sobre nuestra desteñida soberanía, forzaron una visita de expertos nucleares al Proyecto CAREM, la cual según trascendió se hizo sin permiso especial previo alguno. Es bien sabido que el CAREM está mucho más avanzado que un proyecto similar que tiene EEUU, ventaja que, si hubiera concreto patriotismo y soberanía en Argentina, debería utilizarse en beneficio nuestro. 

 Pero, “siguen pasando cosas”. Hubo un espionaje electrónico en los sistemas de la CNEA, que algunos analistas incluso llegaron a suponer que, desde adentro, algún operador facilitó ese acceso. 

 Con muchos bombos y platillos, Milei, rodeado del “nuevo referente” del gobierno, un financista vinculado a Goldman Sachs (mega grupo financiero mundial) -que no demostró conocimientos de Energía, Demián Reidel, quien en su alocución hizo afirmaciones incoherentes, como decir que “los cortes de luz serán un mal recuerdo de una época en que la Argentina desaprovechaba sus enormes recursos”, omitiendo el ominoso cuadro de pobreza energética al que nos llevan los libertarios, con muy posibles cortes en el suministro, por desinversión y carencia de infraestructuras de generación y transmisión, sin tener ni idea que las urgencias del servicio eléctricos son actuales, y que las supuestamente muchas centrales tipo CAREM que en teoría dicen promover, necesitan años de avance del proyecto y algunos más para ser “esparcidas por el territorio”, en el supuesto que se impulsen sus concreciones, todo eso falso en el contexto de desguace nacional que perpetran los destructivos anarco libertarios.

 Esas y otras afirmaciones huecas y grandilocuentes, son incoherentes en el marco de “nucleofobia” que demuestran los actuales gobernantes. Caben tres posibilidades ante las muy incoherentes afirmaciones de Reidel: 1- no sabe nada de lo elemental de Energía, 2- miente deliberadamente, 3- no sabe y además miente. No por casualidad se lo ubica a Reidel vinculado al Toto Caputo, endeudador externo serial, promotor de la timba financiera oficial, experto en crear condiciones de fuga de divisas, y recientemente, entregador del oro de nuestras reservas, a la Banca del Reino Unido. 

 El disertante estrella del acto fue el presidente de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), nuestro connacional Rafael Grossi, cuya participación cuesta entender y justificar, en un acto meramente declamativo, orquestado por un gobierno claramente antinuclear; en el cual el diplomático Grossi habló sin decir nada en concreto…rara habilidad por cierto.

 Cerrando el acto, el discurso de Milei, fue la ya típica monserga de alabanzas al libertarismo, con autobombo y nulas precisiones, sin definir nada en concreto… menos aun en lo referente a quitar la asfixia presupuestaria y mejorar los deteriorados salarios, del agredido (en los hechos) personal del Sector Nuclear. 

 En síntesis, un acto que fue solo humo, sin contenido concreto.

 Mientras tanto, trascendieron acciones de patentamiento del CAREM en EEUU, y gestiones para incorporar “inversores” de ese origen. Eso es preocupante, pues implicará en los hechos entregar nuestros avances tecnológicos, subordinándonos al poderío y dictados del Estado Nacional yanqui, que es el que maneja y dirige el accionar nuclear allá, a contramano del ultra privatismo que pregona nuestro dudosamente equilibrado presidente. 

 Me permito transcribir una frase elocuente y precisa, dicha por uno de los pocos calificados expertos en Energía Nuclear opinante del tema, a la vez que definido patriota en su claro posicionamiento: “todo lo que hicieron en el 2024 en energía nuclear fue desarmar, destruir y vaciar, desarmar, destruir y vaciar”.

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La discutible compra de aviones de combate usados y las profundas incoherencias del partido Militar

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Breve análisis de la operación de compra y su contexto. 

La compra de aviones usados, con muchos años a cuesta de sus delicadas estructuras, provocó polémicas y opiniones muy encontradas, muchas de las cuales adolecieron de discutible o nulo grado de fundamentación; en particular las de los enfervorizados y usualmente poco fundamentados uniformados de pensamientos proceseros, tal como se describe brevemente en el apartado específico. 

Incluso no faltaron fervorosas adhesiones a libertarios y neoliberales, de desaprensivos opinantes uniformados, bajo la muy cerrada óptica de exaltar el reequipamiento (muy parcial) de las FFAA y FFSS, sin analizar en modo alguno el desguace premeditado y alevoso en perpetración en la economía y el tejido social nacional que se está ejecutando, y la vergonzosa subordinación explícita a EEUU, el RU, y sus socios de la OTAN, pisoteando con alevosía elementales principios de soberanía. 

Es sabido que el desgaste por el uso, provoca fatiga de materiales, lo cual en un cierto punto puede amenazar la seguridad y confiabilidad de vuelo. Y en aviones de 40 años de uso, eso puede ser grave. 

Varios opinantes expresaron que se compraron chatarras, con escaso horizonte de vidas útiles. Eso fue respondido diciendo que “es lo que se pudo comprar”, afirmación muy discutible, pues hubo opciones de compras, por fuera de los condicionamientos del Bloque Atlantista (liderado por EEUU y el RU), en particular de China, Rusia e India, las cuales ofrecían aviones nuevos, financiados, de generación más avanzada que los F16, y sin limitaciones en la provisión de armamentos (como en cambio es muy posible que nos hayan impuesto en la concretada compra de material usado, que sin duda requirió el previo visto bueno del Reino Unido, lo cual cumple a rajatabla EEUU, con sus “primos” europeos). 

También se objetó que se compraran aeronaves de tecnología ya algo anticuada, si bien eso fue respondido argumentando que se trata de aviones de probada eficacia en escenarios reales de combate, pero también tienen experiencia bélica algunas o varias de las alternativas de provisión que se nos ofrecieron… seguramente con mejores condiciones de financiación, y con seguridad sin la “supervisión” del Reino Unido. 

Y esta ya es una delicada arista geopolítica, de lo cual poco o nada evidencian saber los fervorosos adherentes al “partido militar”, practicantes del hueco de contenido patrioterismo de bandera. 

La pretendida justificación más recurrente, es que “no hay plata” para adquirir otras alternativas de equipamiento aéreo, lo cual es básicamente una muletilla falsa, una de las tantas que, en constante sucesión, expresa con tanta ligereza como falta de la debida fundamentación, el verborrágico presidente, que más bien parece operar como virrey subordinado a los Atlantistas y el poder financiero transnacional. 

El tema económico requiere extensas fundamentaciones, que en mérito a la brevedad acá no se explayan. Solo cabe decir que, con las destructivas medidas implementadas, dentro de ellas el industricidio alevoso, el endeudamiento externo creciente, y el intencional atraso cambiario con la timba financiera, en un contexto de nulas inversiones externas con efecto multiplicador, las carencias de divisas llevarán a una implosión en el breve plazo, o a un nuevo y descomunal endeudamiento, que se busca al solo efecto de parchar gruesas falencias. 

Pero “hay plata” para los “viajes turísticos” del presidente y su séquito, para “acondicionar voluntades de legisladores” en sanciones de leyes que buscan la suma del poder público (como lo dijo con otras palabras la ministra Bullrich); para contratar legiones de “colaboradores” de altos funcionarios, por lo general parientes o amigotes de los usufructuarios de las mieles del poder, los que gozan de muy elevadas retribuciones; para pagar trols rentados que operan desde la Casa Rosada (según trascendió) e incluso del exterior; y para asignar un enorme presupuesto a los servicios secretos, que parecen muy activos internamente para presionar con carpetazos, pero nulos en lo Geopolítico. 

En lo concreto, por ser elementos de delicadas funciones estratégicas, es de suma importancia poder incorporar alguna capacidad operativa, considerando las cuatro décadas largas de cerrados condicionamientos que se nos impuso como nación derrotada en el doloroso Conflicto del Atlántico Sur, período en el cual el Reino Unido ejerció fuertes presiones para evitar el necesario reequipamiento de nuestras Fuerzas Armadas, las cuales quedaron con sus capacidades operativas diezmadas y casi nulas, sobre todo en las armas que en teoría podrían ser una amenaza al enclave colonialista de Malvinas, a saber la Fuerza Aérea y la Marina. Mientras tanto, nadie parece haber pedido rendiciones de cuentas y la necesaria fundamentación previa (que todo indica fue inexistente), en la muy burda y nada planificada compra de cinco aviones Super Etendard, que intempestivamente hizo Macri, los cuales pasaron a ser simples “adornos muy costosos”, pues no pueden despegar, dado que los eyectores de asientos de tripulantes, son de industria británica, y el Reino Unido se niega a proveer. Y para peor muestra de improvisación, antes de estallar el escándalo de comprar aviones no operativos (rápidamente tapado por los medios concentrados), hubo “opiniones encontradas” entre la Fuerza Aérea y la Marina, respecto de a que fuerza deberían ser asignadas esas aeronaves. ¡Se pelearon por tener esos aviones que no pueden despegar! 

El “partido militar” y sus notorias falencias de fundamentaciones en Geopolítica, Historia y Economía; con sus negativas secuelas de cerrados prejuicios. 

Las Fuerzas Armadas de Argentina tuvieron notorios referentes de probado patriotismo, identificado con lo que podríamos denominar el Pensamiento Nacional, tal como lo definió Arturo Jauretche; los que a la vez descollaron por sus capacidades y sólidas formaciones. 

Dos de esos esclarecidos patriotas expertos en Geopolítica, el Coronel Jorge Luis Rodríguez Zía, y el General Juan Enrique Guglialmelli, fueron mis grandes maestros en esa disciplina. 

Hoy parecen ser raras excepciones las mentes preclaras, como las de los citados, pues evidencian abundar los intoxicados con la Doctrina de la Seguridad Nacional, que reemplazó a la Doctrina de la Defensa Nacional, e ignorantes en grados superlativos en Historia, Geopolítica y Economía. 

Prácticamente desde la profunda modernización de las FFAA, concretada en la segunda presidencia de Roca, con el accionar muy eficiente del General Riccheri; o poco después, se fueron instalando en sus cuadros de oficiales (permeado a los suboficiales), dos sectores de pensamientos estratégicos muy diferenciados -liberales y Nacionales-, si bien en los primeros años esos enfoques de alguna forma convivieron sin trascender mayores enfrentamientos doctrinarios. 

En la primera presidencia de Yrigoyen, en 1922, la creación de la estatal YPF marcó un hito de gran relevancia, tanto en lo económico, como en lo estratégico y doctrinal, pues fue la primera petrolera estatal del mundo, la cual con una eficiente y patriótica conducción de dos Generales Ingenieros, Mosconi y Baldrich, pudo desarrollarse fuertemente, proveyendo los vitales combustibles a todo el vasto territorio nacional, y a precios mucho menores que los que cobraban y pretendían seguir cobrando, las otras dos petroleras -extranjeras, de capitales anglosajones- que operaban en nuestro país. 

En 1930 se hicieron brutalmente visibles las posiciones muy encontradas que sostenían sectores ideológicamente muy diferenciados de las Fuerzas Armadas, perpetrándose el primero de una larga y muy lamentable serie de golpes de Estado, casi todos ellos con los uniformados como amanuenses de los poderes internos concentrados, de claras orientaciones liberales (y por ende antinacionales), a la vez que con sutiles -e incluso en varios casos explicitas- vinculaciones con los poderes colonialistas extranjeros, en particular los anglosajones. 

Las persecuciones a Yrigoyen, Mosconi y Baldrich (entre otros casos menos conocidos), tuvieron caracteres ferozmente vengativos, por el “grave pecado” de no haberse subordinado a las “opiniones políticamente correctas”, dictadas por los poderes extranjeros, básicamente anglosajones. 

Golpe de Estado con fuerte olor a petróleo, fue calificado ese atropello institucional, del cual prontamente se pudieron ver sus reales motivaciones, más allá de algún confuso nacionalismo formal -como el del idealista Leopoldo Lugones-, quien seguramente no alcanzó a advertir el cipayismo de fondo que lo motivó. 

En medio de la vergonzosa subordinación a poderes extranjeros en la década infame (1930-1943), creció el malestar en sectores patrióticos, tanto civiles como militares. 

En el sector civil, descolló el accionar de FORJA, que aglutinó a muy destacados patriotas (como Jauretche, Scalabrini Ortiz y otros), que dieron la batalla cultural pese al entorno represivo. 

En el ámbito castrense, el conformista y cómplice sector afín al liberalismo (doctrina antinacional por definición), tenía crecientes oposiciones de uniformados que se preocupaban por las corruptelas y desmanejos perpetrados por los poderes imperiales y sus mandaderos locales acomodaticios, y de las oligarquías siempre subordinadas a las sugerencias anglosajonas. Posiblemente Uriburu, con serias confusiones doctrinales, fue usado, pero el General Agustín P. Justo, fue actor principal del sector liberal (antinacional en los hechos) de las FFAA. 

Con visión geopolítica de grandeza nacional, surgieron patriotas como el General Savio, impulsor de la siderurgia, y otros que consolidaron el accionar de Fabricaciones Militares e impulsaron las fabricaciones de aviones, automotores, motocicletas y tractores, como poco después descollaría el Brigadier San Martín, en el complejo industrial militar de Córdoba. 

El golpe de Estado de 1943, fue el único en el siglo, en Argentina, que tuvo características claramente nacionalistas…sin zeta, dicho por si algún malicioso quisiera opinar. 

En ese gobierno pretoriano, muy pronto sobresalió el accionar de Juan Domingo Perón, muy activo, inteligente y carismático, que se hizo muy popular, triunfando en las elecciones que lo llevaron a la Presidencia de la Nación…llegando por los votos, no por las botas. El Informe Rodríguez Conde (nombre del Coronel que presidió la comisión que lo elaboró) fue un meduloso análisis de las aberraciones perpetradas con las concesiones del servicio eléctrico y sus tarifas, en la década infame. El citado fue otro de los muchos uniformados de ideas patrióticas, por ende opuesto al liberalismo, que es apátrida por definición y trayectoria histórica. 

En la década de gobierno peronista, los sectores pro oligárquicos -ultra conservadores y doctrinariamente liberales- asumieron crecientes operaciones de oposición violenta, siendo sus más fuertes acciones el genocida bombardeo a Plaza de Mayo (aberración de masacrar al propio pueblo, de lo que nunca se arrepintieron sus instigadores y perpetradores), y poco después el golpe de Estado de 1955. 

Los antiperonistas visceral y cerradamente dogmáticos, desde el golpe de Estado de 1955, fueron llamados despectivamente por el mote de gorilas, el cual perdura hasta nuestros días. Ese calificativo asumen, incluso en forma gustosa, los milicos de mentes proceseras. Hasta ese momento, el nacionalismo corporizado en el peronismo, tenía amplia adhesión entre los uniformados, posiblemente en forma mayoritaria, incluso entre los suboficiales de la muy pro oligárquica y pro británica Marina. 

La revolución fusiladora buscó eliminar todo vestigio de peronismo dentro de las FFAA y FFSS, para lo cual encarcelaron, torturaron, fusilaron o dieron de baja a todos los uniformados identificados con la doctrina nacional y su carismático líder. 

Eso marcó el comienzo de lo que después sería conocido como el partido militar, el cual se reforzaría en lo doctrinal y lo operativo, con los subsiguientes golpes de Estado de 1962 y 1976, y solo en parte con el de 1966. Este último fue parcialmente teñido de acciones definibles como nacionalistas y de Doctrina Nacional. Posiblemente el accionar del citado Guglialmelli y el economista Aldo Ferrer, logró neutralizar en buena medida la orientación liberal que algunos permanentes adherentes a la antipatria, buscaron implementar en la autodefinida Revolución Argentina. 

Desde 1958 en adelante, el “partido militar” presionó fuerte y abiertamente, condicionando a los gobiernos de Frondizi y de Illia, notándose también lo mismo, tal vez algo solapado, en la presidencia de Alfonsín, siendo mucho más sutil en los períodos de Menem y De La Rúa, posiblemente por la mayor afinidad de estos últimos con los sectores ultra conservadores en lo político y ultra liberales en lo económico. 

El golpe de Estado de 1962 marcó una profundización en las metodologías represivas, y posiblemente significó la institucionalización de las fuertes vinculaciones de oficiales de altos rangos, con las grandes empresas, las cuales los incorporaron a sus directorios. Eso dio lugar a la despectiva figura de “Generales de Empresas”, definida con precisión por el historiador revisionista José María Rosa, quien fue otro de los grandes referentes del Sector Nacional. 

Posiblemente el caso más notorio de los Generales de Empresas, fue el de Alcides López Aufranc, activo participante en los combates entre Azules y Colorados, tallando fuerte en la conducción castrense del gobierno de 1962, para poco después pasar al directorio de la gran empresa siderúrgica Acindar, prácticamente hasta su deceso, años después. 

Ya por entonces se definía al accionar castrense vinculado al Poder Político, como el Partido Militar, el cual sostenía al civil José María Guido como Presidente de la Nación, pero sin poder efectivo, el cual ejercían los uniformados. 

Después de un breve interregno de gobierno civil, de “democracia condicionada” (pues el peronismo estaba proscripto), ocurrió el golpe de Estado de 1966, llamado la Revolución Argentina, comandado por el General Onganía, quien fuera el jefe del triunfante bando Azul, en los cruentos enfrentamientos de los sectores Azul y Colorado, de las FFAA. 

Pretendían un gobierno pretoriano de larga duración, pero luego de dos disputados cambios de figuras presidenciales y por el desgaste político, a los siete años, las FFAA se vieron obligadas a dejar el poder formal…pero el Partido Militar no dejó de existir, temporariamente de bajo perfil. 

Perón volvió al país, y accedió a su tercera presidencia, falleciendo poco después en ejercicio del alto cargo. La ausencia física de Perón, provocó un vacío de poder, que fue rápidamente aprovechado y agravado, por los operadores semi encubiertos del partido militar, y por los mercenarios de las comunicaciones, los que son permanentes subordinados a las oligarquías y otros factores del poder antinacional. Como un pseudo secreto a voces, se supo anticipadamente, del golpe de Estado del “Proceso”, el cual, bajo fanfarrias supuestamente “nacionalistas”, ejecutó políticas de fuerte contenido antinacional, instalando sin oposición, bajo la fuerza de las bayonetas, al muy negativo y antinacional sistema neoliberal; para lo cual institucionalizó fuertes políticas represivas, que por cierto no se limitaron a perpetrarla contra los militantes de las guerrillas. 

Las guerrillas, bajo supuestas ideas dogmáticas “irreversibles” (como afirmar que el mundo iba “sin duda” hacia el “socialismo”), pretendieron justificar todo tipo de acciones, que eran repudiadas por la mayoría de los argentinos, que no adherimos a ningún tipo o encuadre de violencias. 

Las guerrillas fueron funcionales para justificar al “proceso”, siendo ambos sectores -guerrillas y proceseros- funcionales a las acciones que el intelectual canadiense – británico Harry S. Ferns, definió como lo único que podría destruir los notables avances económicos y sociales, alcanzados por Argentina a consecuencia del gobierno peronista. 

El Mayor Bernardo Alberte (Tte. Coronel post mortem), es considerado el primer asesinado por “el proceso”, en su propio departamento y en presencia de su familia. Eso por el supuesto “delito” de haber cursado una nota al General Videla, advirtiéndole de las nefastas consecuencias que tendría el golpe de Estado, a punto de ser perpetrado. 

Entre muchos otros actos aberrantes del proceso, en cuyo marco de terrorismo institucional no hubo oposición posible al apátrida neoliberalismo implementado por el personero de la Sociedad Rural Martínez De Hoz y sus colaboradores, autodenominados “los Chicago’s Boys”, secuestraron (y “desaparecieron”) al dirigente de Luz y Fuerza Oscar Smith, para que no tuviera oposición el negociado de desguace de SEGBA y las privatizaciones de EDENOR, EDESUR y EDELAP, con sus secuelas de falta de inversiones y tarifazos dudosamente justificados. También se denunció que la transferencia de la empresa Papel Prensa, fue hecha firmar en una mesa de torturas, lo cual hasta donde se sabe, no fue negado. 

Otro de los muchos casos “dudosos”, fue el de un “raro” accidente, en el cual el muy querido cantautor Jorge Cafrune fue atropellado, al costado de la ruta, cuando iba a caballo hacia Yapeyú, donde se haría el acto recordatorio de San Martín. Para las obtusas mentes proceseras, tener llegada al pueblo, con sus canciones llenas de patriotismo, seguramente era considerado “subversivo”. 

La torpe y brutal vengatividad de antiperonismo visceral, evidenciada por los personeros “proceseros”, fueron los prolongados encarcelamientos, sin que se probara delito alguno, de la depuesta mandataria María Estela Martínez de Perón y del Secretario Legal y Técnico Dr. Julio Carlos González, mientras que al menos un par de colaboradores del citado profesional, fallecieron a consecuencia de brutales interrogatorios u otras acciones de malos tratos. 

Las evidencias de los muy pobres -o nulos- conocimientos de Historia, Geopolítica y Economía, de los comandantes proceseros y sus consejeros y colaboradores directos, fueron los muy torpes manejos y evaluaciones de las previsibles actitudes del Reino Unido, de la OTAN, y en particular de EEUU, suponiendo que los británicos no reaccionarían, y que EEUU sería neutro, o incluso suponer que estaría de nuestra parte. 

¡Se creyeron “aliados” y nunca asumieron que fueron marionetas descartables, usadas por la mega potencia imperial del continente! ¡Y si así fueron los comandantes, que podía esperarse de los subordinados, civiles y uniformados, de improntas proceseras! 

Las pautas setentistas del “proceso”, siguen vigentes e inculcándose como “verdades absolutas e indiscutibles”, en los institutos militares y de las fuerzas de seguridad, no registrando en modo alguno los profundos cambios geopolíticos del mundo, desconociendo además que existen otras doctrinas económicas, distintas al marxismo (al que aborrecen) y al liberalismo (al que adhieren sin cortapisas); con inculcada aversión al marxismo y al peronismo (como si fueran casi iguales), todo eso con muy pobres o nulos conocimientos de Historia Mundial e Historia Argentina. 

En concreto, en más de medio siglo posterior al “proceso”, los varios gobiernos civiles que hubo, no solo no hicieron y parecería que no intentaron, cambiar las materias, los contenidos y los docentes, de los institutos que forman a los uniformados, con lo cual la muy negativa y antinacional ideología procesera (tan antinacional como la de ciertas “progresías” afines a las violencias guerrilleras), sigue vigente en forma excluyente, bajo la adhesión explícita de la amplia mayoría no solo de los retirados, sino también, posiblemente, en un estimado 80 % del personal en actividad. 

¡Se dicen “muy patriotas”, pero por puro odio antiperonista mal digerido, apoyan a gobiernos que se burlan abiertamente de la soberanía, e incluso que operan para destrozar al Estado, no razonando que sin Estado no hay Nación, y sin Nación, no hay Patria! 

El tema no se agota, pudiendo ampliarse en sucesivos análisis.

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