El incentivo al carry es una de las estrategias clave de Luis Caputo para mantener un flujo de divisas, que compense el rojo de la cuenta corriente cambiaria. Jugosos retornos en moneda dura y riesgos de reversión.
La “bicicleta financiera” de Luis Caputo y Javier Milei ya es la más redituable, al menos, de los últimos 32 años. No es casualidad: el Gobierno se encargó de orientar los incentivos de su política económica a fomentar las apuestas al “carry trade” como vía para atraer un flujo de divisas que compense el déficit de cuenta corriente cambiaria y le permita al Banco Central (BCRA) comprar dólares, como ocurrió en los últimos meses.
El economista Nery Persichini, de GMA Capital, estimó las ganancias en dólares que dejó la “bicicleta financiera” en los primeros once meses del año, calculadas en función de la tasa Badlar (la que remunera los plazos fijos superiores a $1 millón de 30 a 35 días) y el tipo de cambio CCL: “El ‘carry’ acumula 45% en dólares. Así, tenemos el mejor año, al menos, desde el inicio de la convertibilidad”.
El número sería aún mayor calculado en función del rendimiento que tuvieron otros instrumentos en pesos, como las Lecap o los Boncap. Pero el Badlar facilita la comparación histórica. El gráfico de GMA (ver abajo) muestra el retorno en dólares acumulado en cada año desde 1992: a falta de un mes para que termine, la ganancia de 2024 supera el pico anterior, el 39% de todo 2003, y se ubica muy por encima de cualquiera de los otros años de rendimientos positivos.
La combinación de la “tablita cambiaria” en el oficial, la compresión de la brecha y las tasas de intereses en pesos sostenidas siempre por encima del ritmo de devaluación son los incentivos que procura mantener el Gobierno activos. ¿Por qué? Un “carry” creíble estimula a las empresas a tomar crédito (bancario o en el mercado de capitales) en dólares y liquidarlo en el mercado oficial para luego poder repagarlo. También incide en la vocación de los exportadores de adelantar liquidación y de los importadores de demorar los pagos a sus proveedores para sumarse a la bicicleta.
Todo esto contribuyó a inflar la oferta de divisas en el mercado oficial y le permitió al BCRA comprar unos u$s3.000 millones entre octubre y noviembre, un monto atípico para esta época del año. Sobre todo, explicado por la colocación de obligaciones negociables y el crecimiento de los créditos bancarios en moneda extranjera (en conjunto, aportaron u$s4.900 millones en el bimestre), a partir del plafón que generó el blanqueo de capitales.
Si bien hay coincidencia en que el Gobierno tiene margen para extender el esquema al menos unos meses más -a partir de la gran capacidad prestable que dejó el blanqueo y del anclaje de las expectativas de devaluación- lo cierto es que la apuesta no está exenta de riesgos. Un cambio en las expectativas o un eventual shock externo podría dar vuelta el flujo de capitales en caso de que se desarmaran parte de las posiciones de “carry”.
GMA también evaluó las inversiones más rendidoras de noviembre. “Las acciones fueron lo mejor de noviembre. Ganaron 27,9% en dólares y le sacaron 18,6% a la inflación”, señaló Persichini en referencia al rendimiento de los papeles del Merval.
Los bonos del Tesoro en pesos dejaron 16,5% en dólares; los Bonares, Globales y Bonceres, algo más de 12%; y las Lecap, 9,8%; y el plazo fijo, 7,7%.
“Posadas tiene futuro”, Lacoste apuesta a la capital misionera con un local exclusivo. En la apertura del coqueto local ubicado por calle Bolívar casi Buenos Aires de Posadas, Martin Grünwaldt quien está al frente de la franquicia explicó a Economis que hace 18 años trabajan con Lacoste en el NEA y esta es la primera inversión en Misiones.
En el corazón de Posadas, la prestigiosa marca Lacoste inauguró su nuevo local, consolidando una apuesta por el crecimiento económico y el potencial de la región. En una entrevista con Economis Martín Grünwaldt, el emprendedor detrás de la firma destacó los motivos que los llevaron a elegir la capital misionera como el nuevo escenario para su expansión.
La decisión de apostar por Posadas
“Vinimos a Posadas con la idea de no solo probar suerte, sino de confiar en lo que el destino nos ofrece. La ciudad tiene un poder adquisitivo sólido y un notable movimiento turístico, acompañado por un auge en inversiones en gastronomía y comercio. Esto nos dio el impulso para instalar un local exclusivo de Lacoste aquí”, explicó el empresario, que también resaltó que el crecimiento proyectado para los próximos años en Posadas fue determinante para la decisión.
La transformación de la marca y un enfoque urbano
Lacoste, conocida históricamente por su estilo clásico, ha evolucionado hacia un concepto más moderno y versátil. “Hoy Lacoste es una marca urbana, Fashion Sport, que permite estar bien vestido con comodidad. Se ha rejuvenecido completamente y sigue marcando tendencias”, señaló Grünwaldt.
Con 18 años de experiencia en el rubro de indumentaria y siete locales previos, los empresarios afirmaron que este proyecto no es solo una expansión comercial, sino también una reafirmación de la confianza en una marca que ha sido estratégica para su trayectoria. “Lacoste no solo nos enseñó lo que sabemos del negocio, sino que también nos ayudó a superar desafíos como la pandemia. Es un socio estratégico que acompaña a sus clientes y respalda las inversiones”, remarcó el empresario correntino
Generación de empleo joven y desafíos del sector
El nuevo local contará con un equipo de cuatro empleados, de los cuales tres son de Posadas y uno de Corrientes. Sin embargo, encontrar personal fue un reto. “Notamos que a los jóvenes hoy no les interesa demasiado estar atados a horarios comerciales, que suelen ser exigentes. Esto nos llevó a trabajar con una empresa de selección para encontrar a las personas adecuadas”, dijo Grünwaldt.
El horario de atención será de lunes a viernes de 8:30 a 12:30 y de 17:00 a 21:00, mientras que los sábados abrirán de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00.
Una inversión significativa en un local histórico
El flamante local, ubicado en pleno centro de Posadas, implicó una importante inversión tanto en infraestructura como en mercadería. “El propietario del edificio realizó una restauración significativa, ya que se trata de una construcción antigua, con paredes anchas de ladrillo y barro. Por nuestra parte, invertimos en la arquitectura comercial, iluminación, mobiliario y stock de mercadería. Es una apuesta grande, pero estamos seguros de que Posadas tiene un gran potencial”, dijo el empresario.
La inversión en recuperar el local fue en dos partes, primero el propietario José Thomas, debió invertir en la infraestructura del predio, mejorar el techo y las vidrieras. Luego los inversores correntinos debieron preparar la arquitectura interna del salon con una inversión de unos 150 mil dólares, además de la inversión en mercadería para el stock inicial del nuevo local.
Uno de los factores que los motivó fue la falta de locales exclusivos para hombres en la ciudad. “Nos sorprendió que, más allá de marcas como Cardón, no encontramos locales dedicados exclusivamente a indumentaria masculina. Esto representa una gran oportunidad en una ciudad donde el poder adquisitivo está presente”, dijo Martín Grünwaldt.
Con esta apertura, Lacoste refuerza su compromiso con el mercado argentino y, en particular, con el desarrollo del NEA, posicionándose como un aliado del crecimiento comercial y cultural de Posadas.
Martín Grünwaldt es la cara visible de la empresa Farbon SA y en redes sociales pueden seguir al local de Posadas en Instagram a través de la cuenta @grunstorepdas o @grun_store o las cuentas oficiales de Lacoste.
En el Día Nacional del Mate, la industria yerbatera de Misiones y Corrientes quedó conmocionada por la trágica noticia de la muerte de Obaida Kabour, empresario de origen sirio y una de las figuras más influyentes en la exportación de yerba mate en Argentina.
Kabour, de 47 años, perdió la vida esta mañana en un accidente vial ocurrido alrededor de las 7:20 en la Ruta 19, cerca de Comandante Andresito, en el extremo noroeste de Misiones. Viajaba en una camioneta junto al empresario paraguayo Juan Selent, quien también falleció. El colectivo involucrado, perteneciente a la empresa Itatí, era conducido por un chofer que fue trasladado al hospital con heridas graves. Peritos y efectivos de la Comisaría de Andresito trabajan para esclarecer las causas del accidente.
El legado de Obaida Kabour y el Grupo Kabour
El Grupo Kabour es el principal exportador de yerba mate del país, especialmente al mercado de Siria y Medio Oriente, que representa cerca del 80% de las exportaciones argentinas de este producto. En 2022, las ventas al exterior de yerba mate alcanzaron los 39,7 millones de kilos, un 13% del consumo interno. Obaida Kabour se radicó en Comandante Andresito en 2008, liderando las operaciones del grupo familiar, constituido en 2007 por él y sus hermanos Adib, Emad, Husni, Obadeja y Hosam, quienes trabajan desde Siria. Además de su base en Misiones, el grupo cuenta con oficinas en Puerto Madero y operaciones industriales en Medio Oriente, donde también procesan y envasan té, café y yerba mate.
En Andresito, Kabour desarrolló un complejo industrial modelo, que incluye uno de los secaderos más grandes de la provincia y un molino. Desde allí, cada día parten camiones con contenedores hacia los puertos, con destino final en Medio Oriente.
Desafíos recientes y la visión estratégica
La situación económica y el desdoblamiento cambiario en Argentina llevaron a Kabour a buscar alternativas para mantener la competitividad de las exportaciones. En los últimos años, parte de las ventas al exterior se realizaban desde Paraguay, una decisión que generó tensiones con algunos productores de Misiones.
Kabour también tenía planes para incursionar en la exportación de té misionero, con el objetivo de reducir las compras internacionales que el grupo realizaba en mercados como Sri Lanka, India y Kenia. “Buscamos mejorar la calidad del té argentino para competir con los estándares internacionales. Ojalá podamos progresar en este aspecto”, expresó a Economis en una de sus raras declaraciones públicas, durante una reunión con el entonces presidente Mauricio Macri en 2018.
En el 2.023, en una charla con Economis, ponía el foco en la discusión de la rentabilidad del sector productivo yerbatero. Explicaba que, para él, que no era un gran productor (su grupo solo gestionaba unas 50 hectáreas productivas – era comprador neto de hoja verde y canchada), la discusión debía centrarse más en la rentabilidad por hectárea que en el precio por hoja verde. Lamentaba que los rindes en las chacras misioneras no superaran los 10 mil kilos por hectárea, mientras que productores de Brasil y Paraguay manejan rindes superiores a los 15 mil kilos.
Para Kabour el INYM (fuerte en esos tiempos) debía centrarse en potenciar el rinde productivo de las chacras misioneras elevando la rentabilidad de las chacras basándose en aumentar la productividad, no solamente en fijar precios elevados de la materia prima. Además, el otro eje de trabajo del INYM para Kabour era la apertura de nuevos mercados consumidores o incrementar los existentes.
En este contexto lamentaba siempre los problemas para exportar que generaban las asimetrías cambiarias, los controles cambiarios que complicaban la operatividad y el pago de insumos y encarecía el costo logístico de las exportaciones. Siempre fue claro que esos eran problemas que Nación no comprendía que debían resolverse para solucionar no solo el problema yerbatero, sino la realidad de todas las economías regionales.
Un empresario de bajo perfil y gran impacto
Cultor del bajo perfil, Kabour era conocido por su sencillez y cercanía con los trabajadores y productores del sector. Echó raíces en Misiones, donde formó una familia, y pasó gran parte de su vida recorriendo rutas para supervisar sus operaciones, un esfuerzo que finalmente le costó la vida.
La noticia de su fallecimiento generó conmoción en el ámbito yerbatero. Sin embargo, desde diferentes referentes industriales que trabajaban a la par de Obaida explicaron a Economis, que su triste fallecimiento no afectaría la operatividad del grupo, ya que los hermanos que viven en Siria y conforman el Grupo Kabour tienen un gran conocimiento de la yerba mate y de cómo son las operaciones del grupo en la región.
El efecto “blanqueo” y una mayor confianza en la economía llevó a que aumentaran de manera considerable los billetes en circulación y ya comienzan a traerles graves problemas a los bancos, que apuestan a una “desmonetización” de la economía.
En la actualidad, los billetes y monedas en posesión del público alcanzan los $14.283,288 millones. Por otro lado, de acuerdo a un informe de Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), los depósitos en pesos del sector privado, medido en términos reales, crecieron por segundo mes consecutivo. El crecimiento representa un alza del 122% respecto al mismo mes del año anterior y ya superan los $64.500 millones.
En tanto, los depósitos del sector privado en dólares crecieron 33% en octubre y mantienen tendencia alcista por once meses consecutivos, que coincide con el inicio de la gestión Milei. La fuerte suba de los últimos meses fue producto del blanqueo de capitales. Hoy, esos depósitos en moneda dura superan los u$s30.000 millones.
En este contexto, los bancos ya no tienen más bóvedas para depositar billetes. Con algo de humor, Claudio Cesario, presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), afirmó que ya se convirtieron en “constructores”. Y es que muchas entidades tuvieron que implementar sarcófagos para complementar el espacio de almacenamiento propio.
“Un tema importante para resolver, aun cuando este año se realizaron destacables avances, tiene que ver con la administración y gestión del efectivo. Como saben, años y años con alta inflación y sin emisión de billetes de mayor denominación provocaron la acumulación de billetes en los tesoros de los bancos, que han sobrepasado la capacidad de recepción y almacenamiento de estos por parte del BCRA, al punto de que las entidades han tenido que construir nuevas bóvedas”, dijo el representante sectorial.
“La emisión de billetes de mayor denominación requiere la pronta y urgente desmonetización de los billetes de menor valor. En español básico y para que se entienda: no hay capacidad instalada para almacenarlos. El volumen de billetes emitidos es tan disparatado que para ilustrar el problema si los alineamos podemos dar 43 veces vueltas alrededor de la Tierra o podríamos construir cuatro torres a la Luna. Dato final; la capacidad de almacenamiento en millares de billetes de los principales bancos recaudadores es mayor al de la Reserva Federal de New Orleans. Un despropósito de capacidad instalada y recursos utilizados si comparamos el valor de lo custodiado”, sentenció el banquero.
De acuerdo a los datos del Banco Central, al 15 de octubre, los billetes de $1.000 eran los que lideraban en cantidad, con 5.701,1 millones de unidades. Le siguen los de $500 (1.389,1 millones) y los de $2.000 (1.105,7 millones). Por lo tanto se apunta a que, a medida que se vayan emitiendo billetes de mayor denominación, como el de $20.000, se reemplace progresivamente los de menor denominación.
De esta manera, se amplía la capacidad de almacenarlos y se avanza en solucionar el problema de las bóvedas, aunque, en el fondo, el objetivo es cada vez tender más hacia una economía de “dinero digital”.
Argentina se posiciona como el país que lidera en América latina la transformación digital en lo referido a medios de pagos, con un nivel récord de 95% de habitantes que utilizan aplicaciones de pago en sus dispositivos móviles, cifra que supera el promedio de la región.
Aunque el 95% de los habitantes de Argentina tiene al menos una billetera de pago instalada en su celular, el uso de efectivo sigue siendo un medio de pago prevalente en el país. La cifra de manejo de “cash” iguala al uso del pago virtual, con el 95% de la población aún utilizándolo, según un informe reciente de Ipsos.
Yerba mate: Paraguay enfrenta el desafío de la superproducción y el cambio generacional en el consumo. La comparación con la realidad argentina es compleja, su volumen de producción es inferior a la Argentina, pero los precios son mejores que los actuales de nuestro país ya que allá se paga por kilo de hoja verde entre 1400 a 2000 guaraníes (entre 215 a 300 pesos argentinos). El otro contraste es el rinde, en Paraguay por hectárea están obteniendo por encima de 15 mil kilos de hoja verde al año.
El 2024 trajo alivio tras años de sequía en la región productora de yerba mate, incrementando la productividad en chacras de Argentina, Brasil y Paraguay. Sin embargo, este último, tercer productor mundial, enfrenta un doble desafío: una cosecha récord que presiona los precios a la baja y la caída sostenida en el consumo interno, especialmente entre las nuevas generaciones.
Ciclos de sobreoferta y el reto de conquistar nuevos mercados
Eduardo Dietze, gerente de producción y abastecimiento de la cooperativa Colonias Unidas, analiza esta problemática:
“La yerba mate siempre ha tenido ciclos. Si miramos un horizonte de dos décadas, vemos momentos de sobreoferta y otros de escasez. Hoy estamos en un punto de exceso de producción: hay más hoja verde que capacidad de consumo interno”, explicó Dietze.
En la zona productora, la yerba mate ha atravesado históricamente ciclos de sobreoferta y escasez. Eduardo Dietze, gerente de producción y abastecimiento de la cooperativa Colonias Unidas, explica que esta dinámica es natural en el sector. “Si analizamos la yerba mate en un horizonte de dos décadas, podemos identificar ciclos marcados. Actualmente, estamos en un momento de sobreoferta: hay más hoja verde produciéndose en el campo de lo que el mercado interno puede absorber”, señala.
Según Dietze, el 90% de la yerba mate producida en Paraguay se destina al mercado interno, pero advierte que hay un cambio en los hábitos de consumo, especialmente entre los jóvenes. “El desafío más grande del sector es reconquistar a la población joven e instalar nuevas formas de consumo. Aunque la yerba mate es un producto noble con múltiples posibilidades, aún no hemos explotado todo su potencial”, asegura.
La exportación de yerba mate está principalmente orientada a comunidades de migrantes en Europa y Estados Unidos, donde la demanda crece de manera sostenida. Sin embargo, para corregir la actual sobreoferta, el gerente subraya la importancia de diversificar las formas de consumo y explorar nuevos mercados. “El futuro del sector depende de consolidar la exportación y aprovechar nuevas oportunidades”, agrega.
El exceso de oferta ha generado una baja en los precios, lo que afecta directamente a los productores. “En este contexto, los yerbales más antiguos y menos productivos suelen ser eliminados. La clave para enfrentar esta situación es aumentar la productividad”, explica Dietze. Además, destaca el esfuerzo conjunto entre las industrias, la academia y otros actores del sector para desarrollar nuevos productos y equilibrar la oferta y la demanda.
El 90% de la yerba producida en Paraguay se destina al mercado interno, pero las generaciones jóvenes han mostrado menos afinidad por el mate y el tereré, lo que obliga al sector a innovar.
“El desafío es reconquistar a los jóvenes y diversificar las formas de consumo. La yerba es un producto noble, pero aún no hemos aprovechado todo su potencial. También debemos consolidar la exportación, especialmente hacia mercados donde los migrantes buscan mantener sus tradiciones”, añadió.
Entre bajos precios e insumos caros, la yerba mate sigue siendo rentable
Celso Orue, productor yerbatero de Bella Vista, Paraguay remarcó en una charla con Economis que “A pesar de los bajos precios, sigue valiendo la pena invertir en yerba mate”
Orue, explicó el costo de mantener y renovar cultivos:
“Plantar una hectárea de yerba cuesta unos 10 millones de guaraníes, con una recuperación que llega recién a los tres años. Sin embargo, a pesar del bajo precio actual, sigue siendo rentable porque la planta resiste sequías y otros desafíos climáticos mejor que otros cultivos como la soja”.
El productor paraguayo explicó que “este año, afortunadamente, no nos afectó tanto la sequía en Paraguay. Sin embargo, lo que nos está complicando es el precio de la yerba, que sigue siendo muy bajo. En cuanto al clima, por suerte, estuvo bastante benigno”.
Al ser consultado sobre cuanto se está pagando actualmente por el kilo de hoja verde en Paraguay, explicó que “hay variaciones dependiendo de quién compre. Las cooperativas están pagando bastante bien, alrededor de 1.600 guaraníes, y además ofrecen un retorno adicional que eleva el precio a cerca de 2.000 guaraníes por kilo. Por otro lado, algunas empresas privadas pagan menos, alrededor de 1.400 o 1.500 guaraníes por kilo”.
Pensando en la rentabilidad de la producción se le consultó cuántos kilos produce un productor promedio por hectárea. a lo que comentó que “con buen manejo y fertilización, estamos logrando entre 18.000 y 22.000 kilos por hectárea. Este rendimiento es el resultado de una atención constante y el uso de insumos adecuados”. Explicó que un rinde inferior a los 12 mil kilos por hectárea hace inviable la producción yerbatera en un contexto como el de Paraguay donde hay “libre mercado”.
El costo de los fertilizantes y otros insumos subió considerablemente este año en Argentina y por ello quisimos comprar la realidad en el vecino país y Orue indicó que el contexto es similar, aunque vale la pena invertir en ellos. “Aunque los costos son altos, invertir es clave para obtener buenos resultados. Por ejemplo, invertir 3 millones de guaraníes por hectárea puede generar una ganancia de 6 o 7 millones. La mitad queda como ganancia neta. Eso demuestra que la inversión vale la pena si se trabaja correctamente”.
El productor valoró la incorporación de nuevas tecnologías de plantación como de cosecha y agradeció las capacitaciones brindadas en Agrodinámica donde en esta feria se trabajó con ingenieros del INTA Argentina sobre mejores cortes de rama madura. “Con las nuevas técnicas y variedades, ahora podemos plantar entre 2.500 y 3.000 plantas por hectárea, cuando antes se manejaban entre 900 y 1.200. Sin embargo, esto requiere fertilizar y abonar adecuadamente para alcanzar esos rendimientos de 18.000 a 22.000 kilos”, dijo el productor.
En cuanto al control de malezas indicó que “usamos una combinación de técnicas. Se pueden emplear herbicidas, pero también hacemos carpidas manuales según las necesidades. Es importante alternar ambos métodos para no dañar el suelo. Si no se cuida adecuadamente, el uso excesivo de químicos puede degradar la tierra”.
A contramano de la visión misionera donde se hace cosecha gruesa y zafriña, Orue explicó que “en Paraguay, la cosecha es casi exclusivamente en invierno. Comienza en abril y finaliza hacia finales de agosto. Durante el verano, dejamos descansar las plantas porque el calor extremo no favorece el proceso”.
Orue tiene una chacra donde destina 20 hectáreas a la producción yerbatera, de esas, 12 están en etapa de cosecha, mientras que el resto está en crecimiento. Ante la consulta de cuánto cuesta poner una hectárea en producir yerba, el colono paraguayo detalló que “el costo inicial es alto. Para empezar, se necesitan alrededor de 4 millones de guaraníes por hectárea. En total, incluyendo los cuidados durante los primeros tres años, la inversión alcanza unos 10 millones de guaraníes. Recién después de tres años se puede comenzar a recuperar la inversión y generar ganancias”.
El debate sobre la regulación de precios
En Paraguay, las políticas de regulación de precios enfrentan resistencias. Según Dietze, establecer valores por ley podría tener beneficios a corto plazo, pero a largo plazo distorsionaría el mercado.
“Creemos en la autorregulación basada en oferta y demanda. El compromiso debe centrarse en abrir nuevos mercados y fomentar el consumo interno”, concluyó.