Misiones cuenta con su propia Escuela de Rock destinada a los gurises de la Capital Provincial
En el año 2003 se lanzó la película School of Rock (Escuela de Rock en español) que cuenta como una sucesión de decisiones irresponsables del protagonista, interpretado por Jack Black, concluye en la formación de una academia de música orientado al rock. A pesar de tratarse de ficción, la cinta logró inspirar, de alguna manera, a Lucas Chávez y a su colaboradora, Ada Barrios Hermosa (“Adita” para los cercanos), quienes decidieron emprender en una escuela de música orientada al género, que actualmente se llama igual que el filme.
La Escuela de Rock existe realmente y funciona en la ciudad de Posadas, más específicamente en la calle Junín, casi Santiago del Estero, donde más de 200 estudiantes de 8 años en adelante aprenden a tocar instrumentos, cantar, también armonías, solfeos, estilos modales y todo lo que concierne al rock y sus ramas. Además, contarán a partir del 2022 con cursos de teatro, producción de sonido y luthería, también para mayores de 18 años.



La propuesta nace de la idea de Lucas Chávez fundador y director de la Escuela de Rock, en el año 2009, como un taller de verano en la casa escuela de Grillitos Sinfónicos. Debido al pedido de padres y chicos, se empezaron a dar clases anuales.
“Hoy día hay múltiples propuestas no solo referidas al aprendizaje de instrumentos, sino que fuimos sumando este año especialmente, cursos de sonido y grabación, teatro y luthería”, explicó Ada, quien detalló que se enseñanza de instrumentos y teatro, arranca desde los 8 a 18 años y los cursos, están segmentados para chicos de 13 a 17 años y de 18 años en adelante.
La historia de origen también difiere a su contraparte de la película. Mientras que el personaje del largometraje inició su emprendimiento a partir de deseos personales y fraudulentos, en la propuesta posadeña, la idea nace desde una posición más altruista. Lucas es un amante de la música, al igual que Adita y vieron la posibilidad de plasmar sus conocimientos a nuevas generaciones de músicos.



Es que la Escuela de Rock se fundamenta en el compartir, en el aprender siendo parte de un conjunto, es por eso que los preparan para que el día de mañana puedan conformar su propia banda o carrera solista, pero partiendo de la solidaridad. Es por esto que, además de las partituras, en la Escuela de Rock enseñan la importancia de cada instrumento en un ensamble, que no todos aprenden a la misma velocidad y que cada uno puede especializarse ya sea en una guitarra rítmica, como en un bajo, una guitarra solista, cantante principal o coros, por nombrar algunos.
Las clases, a pesar de ser grupales por los diferentes grupos etarios que conforman, son personalizados, según explicó Ada y es por esto que el sistema de trabajo difiere de la educación formal, porque los objetivos están atados al tiempos de aprendizaje de cada músico y no a uno estipulado por un plan de estudio.
“Si hay un plan de estudio, hay objetivos a cumplir, pero también entendemos el tema de los procesos de cada chico y por ende algunos van llegando a los objetivos un poco más rápido que otros y eso nos exige crear nuevos objetivos a los que avanzan más rápido y evitar que se frustren los que se demoran un poco más y que puedan seguir mejorando”.



No obstante, como se mencionara anteriormente, todos los estudiantes, desde el recién llegado, hasta el que tiene años de práctica encima, se deben preparar para una presentación en vivo. Cada fin de año la institución realiza una muestra que preparan con meses de antelación, donde los jóvenes pueden lucir sus talentos en un escenario mayor, con instrumentos, sonido y luces de un nivel profesional, frente a familiares y amigos.
Además, realizan muestras más pequeñas con grupos más reducidos en diferentes centros culturales y también presentaciones acústicas, donde también es una oportunidad para que los jóvenes talentos aprendan sobre el formato, cómo interpretar sus canciones con instrumentos acústicos, tal vez reemplazar una batería por percusiones y acomodarse a un sonido diferente, pero que no por eso deja de ser de excelente calidad o menos rockero.



En la actualidad cuentan con nueve docentes instrumentistas, donde varios son egresados de la escuela y aportan una mirada fresca y renovada al sistema de enseñanza, ya que estuvieron en ambos lugares: docente y estudiante. “Parte de los docentes que forman el plantel, son ex alumnos, o sea que tuvieron la formación de la escuela de rock, lo cual nos enorgullece y facilita el proceso tanto para que entiendan la mecánica y el tipo de enseñanza hacia donde nos orientamos y también nos mejora, porque ellos tienen la mira de ex alumnos sugieren y proponen cosas que a nosotros nos permite comprender mejor todo lo que debamos desarrollar respecto a las clases”, manifestó Ada.
Además, en este nuevo ciclo lectivo se sumarán tres docentes más que dictarán los cursos de teatro, luthería, además de sonido y grabación. “Queremos abarcar varias disciplinas que a nosotros nos permitan ofrecer a los chicos y adolescentes una formación bastante completa con lo que tiene que ver con un trabajo escénico, así sea en la parte de teatro o con una banda. La idea es sumar propuestas que ayuden a mejorar todo lo que tenga que ver con la parte audiovisual, el manejo de redes, etc”, enfatizó.
A pesar de tener un sistema de trabajo y enseñanza informal, desde la Escuela de Rock realizan un seguimiento minucioso del progreso de cada uno de sus estudiantes y los motivan a superarse cada día y, en algunos casos, enseñarles el camino hacia dónde ellos eligen ir cómo músicos. Son varios los egresados que tiene la institución y algunos deciden inclinarse por la docencia y acompañar ese emprendimiento que les ayudó a crecer cómo artistas.



La institución queda por la calle Junín, casi Santiago del Estero, frente a la parada de colectivos. Los interesados pueden comunicarse a través del teléfono 3764-708477 o bien por sus cuentas de Instragram, Facebook y Youtube: Escuela de Rock. Los cursos tienen actualmente una tarifa de $3.000 y una cuota mensual del mismo precio, con descuentos para aquellos que decidan dedicarse a más de un instrumento.


