El Banco Central volvió a jugar fuerte pero el esfuerzo fue inútil. En el mercado mayorista, la cotización terminó casi 30 centavos por arriba del cierre previo. En el minorista, finalizó en $20,84, en promedio.
Luego de la fuerte intervención del Banco Central en la víspera, cuando vendió casi u$s1.500 millones para sostener el precio de la divisa, en la rueda del jueves la cotización avanzó inicialmente unos 24 centavos.
Hasta que a media mañana la autoridad monetaria reapareció en el mercado con fuerza, y con una primera intervención llevó el precio hasta los $20,45 para la venta.
Pero después del mediodía, la divisa estadounidense quedó en $20,78 para la venta en el segmento minorista, según el promedio que publica el Banco Central, con picos de hasta $20,85 en algunas entidades.
Por su parte, el dólar mayorista también se encareció y trepó hasta los $20,69, marcando un pico histórico. En el segmento marginal, el blue se mantuvo en $20,69.
Con esta suba, en lo que va de 2018 el dólar se encareció un 9,4%, unas décimas por encima de la inflación estimada por las consultoras para el primer cuatrimestre del año
Las recientes intervenciones de la autoridad monetaria en el mercado se debieron al notable incremento de la demanda, impulsada tanto por factores externos s como domésticos. En primer término puede mencionarse la suba de la tasa de interés del bono de EE.UU., que superó el 3%, algo que no ocurría desde 2014.
En cuanto a lo sucedido localmente, se conjugaron elementos tales como las necesidades coyunturales de varias compañías de hacerse de divisas para hacer frente a obligaciones en dólares, como la venta de Lebacs por parte de inversores extranjeros, ante la inminente aplicación de impuestos que graban su ganancia.
Los analistas de Research for Traders sostuvieron al respecto que “más allá que la suba de tasas externas provocó la devaluación frente al dólar de varias monedas de la región, el peso se depreció también por la entrada en vigencia de la retención del Impuesto a las Ganancias que deben abonar los inversores residentes en el exterior, tanto por el rendimiento de las Lebac y otros instrumentos financieros”.
En lo que hace a las polémicas intervenciones del Banco Central y al uso que hace de las reservas, un expresidente de la entidad, Martín Redrado, afirmó que “el BCRA mostró que está dispuesto a usar las reservas para defender un tipo de cambio. Siempre es bueno que al presidente del BCRA no le tiemble el pulso”,
“Lo que el Central ha demostrado con la venta del miércoles es que ha decidido usarlas y las reservas no están para mirarlas sino para morigerar tendencias y usarlas en el momento de ser necesario”.
Más allá de respaldar lo actuado por Federico Sturzenegger, un tema que lo inquieta a Redrado es que al dejar clavado el dólar, invita al mercado a “pulsear” al BCRA.
“Hay que darle volatilidad al dólar, no una predictibilidad permanente. Si no, lo que se incentiva es a comprar, no a que aparezca la oferta privada. Eso es lo que, a mi juicio, debería revisar el Banco Central”.
Por qué escala el dólar
El miércoles, el Banco Central “quemó” u$s1.472 para frenar a la divisa estadounidense, la mayor intervención en el mercado de cambios desde la convertibilidad.
La magnitud de esta acciónse basa en los siguientes puntos:
– Se trata del mayor nivel histórico para una jornada
– Entre marzo y abril, el BCRA “quemó” u$s4.500 millones
– Ese monto equivale al 7,5% de las reservas (en apenas dos meses)
“Se priorizó utilizar las herramientas que permiten combatir la inflación. Bajo ese esquema, actuamos de la manera en que lo hicimos. No significa que siempre vaya a ser así”, puntualizó una fuente oficial a iProfesional luego de la intervención récord.
No obstante, en la mesa de dinero del Banco Central sabían perfectamente que algo se estaba “cocinando”.
Concretamente, hacían referencia al desarme de posiciones de los “Lebaqueros off shore” (como se les dice en la City a los tenedores de Lebac del exterior), que se intensificó esta semana.
Tanto el lunes como el martes, cuando el BCRA terminó vendiendo u$s636 millones entre ambos días, hubo una presencia importante de estos inversores.
Esa salida a “mansalva” de fondos tiene una explicación: este jueves comienza a regir el impuesto a la renta financiera, más precisamente a las ganancias obtenidas por los títulos que emite el BCRA.
Cabe recordar que alrededor del 8% del stock de las Lebac estaba en manos de foráneos. Oficialmente, ese pasivo llega a $1,23 billones, de modo tal que la cifra que podrían llegar a vender ascendía a un máximo de $98.400 millones.
Otro dato clave es que este miércoles se duplicó el volumen del mercado secundario de Lebac respecto al nivel que se veía registrando. Escaló a $45.000 millones, cifra que ayuda a explicar el fuerte movimiento de desarme que se estaba viviendo.
Además, sin intervención oficial, subieron las tasas de esos títulos, lo que “ayuda” al esquema restrictivo que propone el Central.
¿Todo lo que tuvo que “emigrar”, ya salió? Tanto en el Banco Central como en las mesas de dinero de las principales entidades advierten que no. Que aún hay un remanente que podría salir en el transcurso de los próximos días.
En otras palabras, la presión para vender Lebac y recomprar dólares todavía no terminó.
“Aún puede haber una cola de gente todavía por irse. Si bien muchos ya lo hicieron, todavía quedan bastantes”, afirmaban desde uno de los bancos que tiene como clientes a este tipo de inversores.
“De hecho, hay importantes operaciones que se debieron particionar en tramos ya que tampoco puede salir el total de una sola vez. Calculamos que este movimiento puede continuar en los próximos días aunque en menor magnitud”, añadieron.
A esta presión sobre el dólar no se puede descartar, además, la que pueda sobrevenir por lo que ocurre en el exterior. Es que la suba de las tasas en los Estados Unidos en nada ayuda a calmar el malhumor con las monedas emergentes.
“Hubo un poco de todo. Si bien influye lo que sucede afuera, la salida tiene más que ver con lo que ocurre internamente, con el desarme de Lebac”, afirmaron desde otra entidad líder.
Estrategia oficial
Con todo, los banqueros no se muestran asustados por las megaventas de Sturzenegger (u$s2.110 millones en tres días) y creen que la estrategia oficial es la correcta. ¿Por qué?
1.- Vender dólares implica reducir el stock de Lebac. En la hoja de balance del Central, los billetes que compra van al activo y las Letras que emite, al pasivo. Por ende, si se desprende de divisas estadounidenses reduce el activo pero también disminuye su contraparte. Es decir, el pasivo vía las Lebac.
2. – En los tres días en los que viene vendiendo, el BCRA absorbió 2,5 puntos la base monetaria, algo que está en línea con bajar la inflación vía una política más restrictiva.
“Para eso están las reservas, para usarlas si vemos que el movimiento del tipo de cambio no es el adecuado”, resaltan en el Central, dejando así en claro que seguirán actuando, de ser necesario.
En la City señalan que el Gobierno, para complacer a la oposición, fijó un impuesto por el que poco va a recaudar y que puede perjudicar mucho. Es que:
– Por lo que señalan sus estatutos, los grandes fondos estaban obligados a vender
– Cuando estos importantes jugadores del mercado compran activos, lo hacen considerando la legislación vigente en ese momento
– Cualquier modificación, como en este caso un impuesto a las Ganancias, hace que tengan que volver al directorio (que decide las inversiones) para ver si aprueba un regreso a la compra de Lebac.
Un sistema engorroso, pero que pinta de cuerpo entero por qué hubo una (avisada) salida de inversores en las Letras del Central.
“Pueden llegar a retornar, ya que no deja de ser negocio un dólar estable combinado con tasas que hasta pueden subir para controlar la inflación”, señaló el jefe de la mesa de dinero de una entidad extranjera.
“Además, hay que tener presente que todo ese dinero que se fue hoy te puede volver mañana”, añadió.