Redacción Economis

Misiones se sumó a la investigación sobre el uso medicinal de Cannabis

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La Cámara de Representantes aprobó hoy la adhesión a la ley nacional 27350, que regula la investigación médica y científica respecto del uso terapéutico de la planta de Cannabis y sus derivados, con el objetivo de garantizar y promover el cuidado integral de la salud.
La adhesión implica la incorporación de la provincia al Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales; que fue creado por la normativa nacional.
El programa apunta a la promoción, prevención y concientización; a garantizar el acceso gratuito al aceite de cáñamo a los pacientes con patología e indicación médica; a desarrollar evidencia científica sobre las alternativas terapéuticas para los problemas de salud no alcanzados por los tratamientos convencionales; y a establecer la eficacia de este tipo de intervenciones terapéuticas; además de conocer sus posibles efectos secundarios con miras a la universalización del tratamiento.
Para autorizar el acceso, la ley nacional, sancionada el año pasado, creó un registro voluntario para que se inscriban los pacientes que por determinadas patologías o indicaciones médicas sean usuarios del aceite en cuestión o alguno de sus derivados.
La adhesión de Misiones fue propuesta, en distintas instancias, por los diputados Martín Sereno y Héctor Bárbaro, Noelia Leyria, Raúl Flach, Mario Pegoraro, Javier Mela, Oscar Alarcón y Martín Cesino.
Precisamente, Cesino fue quien recordó que “los estudios serios con respecto al aceite Cannabis medicinal se iniciaron allá por los años ’90 y los principales países que avanzaron cumpliendo con todos los ensayos fueron Estados Unidos y países europeos, y luego se replicó en otros, incluyendo Argentina”.
Informó que “el aceite Cannabis más utilizado en el mundo y también en Argentina es el aceite de Charlotte’s Web, que posee propiedades farmacológicas que tienen efectos beneficiosos para la salud humana, sobre todo en enfermedades como las convulsiones refractarias, muy frecuentes en los niños”.
En ese sentido, precisó que “uno de cada doscientos niños argentinos tiene diagnóstico de algún tipo de convulsión y, en esos casos, este aceite es beneficioso y ha permitido mejorar la calidad de vida, logrando la reducción de episodios de convulsiones en estos niños”.
El legislador también comunicó que “el INTA y el CONICET son los responsables de la cosecha y de la producción de la materia prima del Cannabis medicinal, de la cual se va a obtener luego el producto y la sustancia que es el aceite, que se va a distribuir a todo aquel argentino, misionero que así lo requiera”.
Remarcó que el requisito será estar incluidos en el registro de pacientes del programa nacional a partir de la indicación de un médico o una historia clínica, donde se prescriba la indicación del aceite terapéutico.
También precisó que “la ANMAT es el órgano en la Argentina que permite la importación del aceite Charlotte’s Web, que es utilizado hoy por hoy para las convulsiones o episodios de epilepsia refractaria en niños y adultos”.
Cesino explicó que “también desde la Comisión de Salud de la Legislatura hicimos un pedido de comunicación solicitando un informe a la Secretaría de Salud de la Nación de cómo se viene implementando este programa a nivel nacional, si se siguen haciendo las primeras cosechas o siembras de cannabis y si la ANMAT, además de autorizar el aceite, permitirá otro tipo de cannabis para variados fines terapéuticos”
“Es un paso muy importante para Misiones esta adhesión que va a permitir acompañar aquellas políticas de investigación médica y científica que tienen que ver con el uso medicinal del cannabis”, argumentó Cesino, y resaltó que la provincia “cuenta con las instituciones correspondientes, con laboratorios provinciales y con instituciones nacionales, como el INTA”.
“Esto tiene que ver con la calidad de vida, siempre hablamos del derecho a la salud y esta ley garantizará a esas familias misioneras el marco legal y regulatorio, brindándoles sobre todo, la seguridad sanitaria para el uso del aceite de cannabis a todos los misioneros que requieran este tipo de medicamento”, concluyó el legislador.

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Las tapas del viernes 7/9: La pelea por la recaudación de las provincias, antes que el debate del presupuesto

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A continuación reproducimos las tapas de los principales diarios del país. El debate por el presupuesto avanza con negociaciones con las diferentes provincias. La pelea pasa por postergar la rebaja de los impuestos para asegurar la caja de las provincias, pero Nación insiste en que el pacto fiscal debe seguir vigente, aún cuando ellos incumplan con el envió de fondos pautado
A la par Dujovne y su equipo siguen negociando con el FMI los nuevos puntos del acuerdo de renegociación. Ahora se habla de nuevos envíos de fondos por fuera del primer acuerdo.
El sistema financiero mostró una calma en los mercados durante el jueves. La expectativa está en esta jornada para ver si se sostiene la calma o el BCRA debe intervenir nuevamente para evitar otra escalada del dólar.

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¿Qué opina Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, sobre la crisis de Argentina y lo que viene?

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El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, opinó sobre la crisis de Argentina; anticipó que “las medidas de austeridad ralentizarán la economía e impondrán un alto costo en la gente” y aconsejó que comience a pensar en reestructurar la deuda del país
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, lanzó un consejo para el presidente Mauricio Macri: debería pensar en reestructurar la deuda del país.
“Si eso excluye a Argentina de los mercados internacionales, que probablemente no lo hará, puede que no sea tan malo”, sostiene el estadounidense Stiglitz en entrevista con ‘BBC Mundo’.
A juicio de Stiglitz, quien fuera economista jefe del Banco Mundial, los errores del pasado de Macri limitan su margen de acción y los costos de las medidas de austeridad que busca imponer podrían ser demasiado grandes sin un reperfilamiento o hasta una posible quita en la deuda.
El economista estadounidense señaló que los ajustes “obviamente ralentizarán la economía e impondrán nuevamente un alto co sto en la gente común”.
Además, condenó el exceso de estímulo a los capitales especulativos y la baja a las retenciones a las exportaciones sobre las que recientemente tuvo que dar marcha atrás.
El economista analizó la crisis económica argentina, signada por una devaluación del peso que ya supera el 100 por ciento y una subida de tasas de referencia al 60 por ciento, única en el mundo.
El premio Nobel de Economía destacó que ni bien asumió Macri cometió grandes errores. El principal fue confiar “demasiado en la idea de que habría un ingreso de capital de inversión extranjera”.
El segundo, acabar con la fuente de ingresos que aportaban las retenciones a las exportaciones. “Cometió un gran error al recortar los impuestos a la exportación, que eran una importante fuente de ingresos, al aumentar el déficit, el monto que tenía que tomar prest ado, el costo de los alimentos, y reducir los salarios reales de los trabajadores”, subrayó Stiglitz.
Respecto de la excesiva confianza al capital extranjero, aclaró: “Los tipos de interés excesivamente altos atraen capital que viene por algún tiempo y luego se va”.
En particular, cuestionó la rebaja de retenciones y la calificó como una “medida que aumentaba la desigualdad” en tanto “reduce los impuestos a algunos de los argentinos más ricos y el precio lo pagan algunos de los más pobres.”
“No he seguido todo lo que ha hecho, pero por lo que he visto, ahora subió impuestos a exportaciones como parte de un paquete nuevo. Si lo hubiera hecho originalmente, no estaría en la situación extrema que está ahora”, aclaró respecto a la decisión que antes criticaba el presidente y finalmente decidió tomar para responder a la escalada del dólar que superó los 40 pesos.
El lunes pasado, el ministro Nicolás Dujovne anunció que se restablecerían los derechos de exportaciones para todos los sectores por dos años mediante una suma fija del gravamen, en su meta por alcanzar el “déficit cero”.
Stiglitz también señaló como “una parte crítica del error” el “enfoque excesivo en las metas de inflación”, que el gobierno primero fijó en una meta del 8 a 10 por ciento, que debió recalcular en diciembre a un 15 y luego a un 17 por ciento.
Tras la última corrida del dólar, la inflación esperada para 2018 se elevó al 40% de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elaborado por el Banco Central y el mismo FMI confirmó que se superaría el techo del 32% que se había fijado como condicionante durante el acuerdo stand by suscrito con el equipo económico de Macri en junio.
Para Stiglitz el primer paso sería llevar adelante “un nuevo reperfilamiento” lo que significa “aplazar los pagos inmediatos”. “Pero sospecho, dada la magnitud de los errores económicos que se han cometido en los últimos años, que tendría que haber una quita en la deuda”, insistió.
Mientras el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne está en Washington renegociando nuevos términos del acuerdo con el Fondo, el premio Nobel recomendó a la comitiva del gobierno prestar atención a “las demandas particulares que impone”. “Los errores del pasado fueron una austeridad excesiva, la pérdida de autonomía económica nacional… Hay una enorme lista de condiciones que eran inapropiadas para un país en particular”, finalizó

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Como pasar del “ajuste” a “políticas de Estado” para lograr un crecimiento sostenido

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Un informe de la Fundación Mediterranea – IERAL, a cargo de Marcelo Capello y Agustín Cugno, plantea las medidas fiscales para la emergencia, que deberían ceder paso en el futuro a políticas de estado, para asegurar el crecimiento de largo plazo
Apuntando al déficit cero para el resultado primario (antes de intereses) de 2019, el gobierno anunció un ajuste fiscal que implica un recorte de gasto de 1,6 % del PIB y un aumento de los recursos de 1,2 %. La merma en las erogaciones se logra en un 55 % por ajuste del gasto corriente, pero en un 45 % por menor inversión pública
De cumplirse el objetivo oficial, en 2019 el sector público nacional habrá logrado llevar a terreno positivo el ahorro corriente (0,9 % del PIB), luego de cinco años de desequilibrios en este indicador. Esto significa que la Argentina dejará de tomar deuda para pagar gasto corriente. El desafío a futuro es mantener el equilibrio fiscal pero, al mismo tiempo, reemplazar el impuesto a las exportaciones y controlar el gasto corriente, de modo de evitar que el ajuste recaiga sobre la inversión
En 2019, el gasto primario se ubicaría en 20,4 % del PIB, casi 4 puntos porcentuales por debajo del máximo marcado en 2016 (24,1 %), pero todavía muy por encima de guarismos como el de 2007 (15,4 % del PIB). Además, buena parte del ajuste reciente ha recaído sobre el gasto de capital, que está pasando de 2,9 % del PIB en 2014 a 0,9 % en 2019, aunque la merma sería menos significativa en términos físicos
Dado que los dos grandes problemas económicos existentes desde el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner a la actualidad, son el muy alto nivel de déficit fiscal y de cuenta corriente, la combinación óptima de políticas debería haber sido tal que reduzca el déficit fiscal y mejore el resultado de la cuenta corriente, incentivando mayores exportaciones.
Imponer mayores Derechos de Exportación (DE) va en línea con el primer objetivo, pero no con el segundo. Lo óptimo hubiera sido reducir el peso del gasto público más rápidamente en los últimos dos años (especialmente el gasto corriente), lo cual hubiera incidido favorablemente sobre ambos objetivos.
En la actual coyuntura, con un tipo de cambio ya muy depreciado como consecuencia de la nueva corrida cambiaria de las últimas semanas y, ante la necesidad de asegurar solvencia fiscal para el actual año y el próximo, la estrategia del gobierno apunta a bajar a cero el déficit primario en 2019, a través de un ajuste del gasto por 1,6% del PIB, y de un aumento en la recaudación del 1,2%, en este caso aumentando los DE (inclusive a sectores que había antes desgravado) y suspendiendo las rebajas en materia de aportes patronales que correspondía al año 2019. Está claro que en el gobierno deben suponer, para lograr mejorar los resultados fiscales y de  cuenta corriente en forma simultánea, que aún luego de esas medidas, el nivel de rentabilidad para los exportadores primarios, industriales y de servicios resultará mayor que el existente previo a la suba del tipo de cambio en estos últimos meses, con los impuestos vigentes en ese momento.
¿Cómo se puede explicar lo anterior? Ocurre que la fuerte depreciación del peso operada en los últimos meses bajará inicialmente, y en forma importante, el peso de los costos que se derivan de los bienes y servicios no transables (entre ellos el salario), sobre los ingresos de los sectores transables de la economía (los que exportan y compiten con las importaciones), de modo que para éstos últimos podría ocurrir que aún con la aplicación de mayores DE aumente inicialmente la rentabilidad, dada la baja en sus costos resultante de la licuación salarial y de otros costos no transables (no se mueven a la par del dólar). Se tratará de una mejora en la rentabilidad por unidad producida, y medida en moneda local, a valores constantes. La caída en las ventas, no obstante, podría generar pérdidas netas en sectores que dependen más del mercado interno, dado que podrán trasladar parcialmente a precios la suba del tipo de cambio.
Claro que se debe tener en cuenta que suele resultar normal que, luego de una fuerte suba del tipo de cambio real y de la rentabilidad en la producción de bienes transables, tras la estabilización y progresiva normalización de la economía, la inflación le gane al
dólar por algún tiempo, con lo que el tipo de cambio real comienza nuevamente a apreciarse, y así se podría terminar nuevamente en un problema de competitividad y de cuenta corriente, si a la par no se reducen los nuevos tributos aplicados.
Quizá por la anterior razón, los nuevos DE se han definido como montos fijos por cada dólar exportado, de manera que en la medida que el tipo de cambio nominal se siga deslizando al alza en el tiempo (en un país con inflación todavía alta, ello debería tender a ocurrir, en términos nominales), el peso relativo de los DE caerá en el futuro, medido sobre el monto de exportaciones, sin necesidad de decisiones burocráticas al respecto. Esta medida seguramente fue pensada de ese modo para dar sensación de “transitoriedad” a los nuevos DE, aunque también podría concebir un riesgo: si el plan anunciado funciona, y el tipo de cambio nominal, tras el overshooting de las últimas semanas, tiende a bajar, el peso relativo de los DE podría subir por arriba de los niveles iniciales, en lugar de bajar. En este caso, el sector transable quedaría con mayores impuestos y ya no habría tanta licuación de costos vía salarios y otros costos no transables, lo que podría generar problemas al sector exportador, que paga DE más altos.
Si bien se trata de un plan de emergencia, en la urgencia de contener una corrida cambiaria, en que se apunta a resolver el problema fiscal y de cuenta corriente con instrumentos heterodoxos y en algunos casos transitorios, se debe remarcar que, si se hubiese actuado a tiempo, con un mayor ajuste en el gasto público nacional y provincial, podríamos haber evitado esta situación.
A largo plazo, se requiere una política de estado en materia de equilibrio fiscal e incentivos a las exportaciones. Aplicar nuevamente DE no ayuda para ese objetivo. Por ende, debería tratarse de una solución transitoria, que luego vaya mutando hacia otro tipo de estrategia, con incentivos más claros, efectivos y duraderos para la inserción externa de Argentina, una vez superado el actual trance económico y financiero.
Debe partirse de la idea de que, aun teniendo éxito el paquete de medidas anunciado, y se logre contener el tipo de cambio y asegurar la capacidad de pago de Argentina, luego sobrevendrá un período con alguna apreciación cambiaria, de modo que, si los DE no bajan adicionalmente, podría sobrevenir nuevamente un problema de competitividad, generando dudas respecto a la estrategia exportadora que Argentina necesita a largo plazo.


El tipo de cambio real contra el dólar en niveles de 2007 
Con los valores actuales del dólar, el Tipo de Cambio Real (TCR) de Argentina contra dicha moneda se ubica en 1,72, a valores de diciembre de 2001. Se trata prácticamente del TCR bilateral que existía en el año 2007, y no muy lejos del TCR promedio entre 1950 y 2018 (1,92 pesos por dólar).
Vale recordar que en el año 2007 existían algunas variables económicas en niveles muy razonables para la economía argentina, como un superávit primario (Nación más provincias) de 2,9% del PIB, y 0,7% de superávit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
Claro que dicha situación resultó un derivado de la fuerte devaluación del peso ocurrida en 2002 y de los altos precios de las commodities observados desde 2003, mientras que en la actual situación el ajuste cambiario y en el gasto público debió realizarlo la misma administración actualmente en gobierno (con el desgaste político que ello supone), y los precios de las commodities ya no son los existentes hace una década atrás.
Luego de 2007, las variables económicas fundamentales fueron empeorando en forma sostenida, perdiendo sustentabilidad en materia fiscal y de competitividad, error que debe evitarse en las actuales circunstancias.
El ajuste fiscal anunciado esta semana en contexto histórico Las nuevas medidas fiscales anunciadas por el gobierno nacional apuntan a lograr el equilibrio fiscal primario en 2019 (en lugar de 2020, como era la meta anterior), apostando con ello a que el FMI apruebe adelantar total o parcialmente para 2019, los fondos que por el acuerdo vigente recibiría en 2020 y 2021, para así despejar cualquier duda sobre la capacidad del gobierno para cumplir con los compromisos por deudas en 2018 y 2019. Con tal fin, se anunció un ajuste fiscal que consta de un recorte del gasto equivalente a 1,6% del PIB en 2019, y de un aumento en los recursos por 1,2% del PIB, que incluye los mencionados aumentos en los Derechos de Exportación, así como la suspensión en la baja del peso de los aportes patronales el próximo año. El recorte en el gasto, a su vez, se efectuará en un 45% por menor gasto de capital, y 55% por ajuste en el gasto corriente. Si se considera el ajuste fiscal total para 2019, incluyendo la suba de impuestos, ascenderá a 2,8% del PIB, el cual se logrará en un 43% por suba de tributos, 39% por reducción de gasto corriente y 18% por recorte en el gasto de capital.

A continuación, se evalúan los números fiscales anunciados para 2019 con una visión a más largo plazo, de modo de comparar con la situación en el período 2007 – 2019. En primer lugar, puede decirse que, si se cumplen los pronósticos fiscales para 2019, se habrá recuperado el ahorro corriente en el sector público (+0,9% del PIB), tras cinco años de desequilibrio corriente en el sector público nacional. Esto significa que dejaremos de tomar deuda para pagar gasto corriente. No obstante, aun se estará lejos del superávit corriente que se observaba en 2007 (4,8%).

Como se anticipó, en 2019 se volvería al equilibrio primario, situación que no existía desde el año 2009. En cambio, se observará aun déficit financiero por 3,2% del PIB, similar al existente en el año 2012.

Luego de una baja en la presión tributaria en los primeros dos años de la administración actual, con las modificaciones tributarias anunciadas, los ingresos corrientes del sector público nacional ascenderán a 20,4% del PIB en 2019, ratio superior al observado en los años previos. Como se adelantó, una vez que se hayan resuelto las urgencias macroeconómicas, debe retomarse el sendero de reducción de la presión tributaria, y compensar con mayor ahorro en las erogaciones corrientes del estado.

El gasto primario se ubicará en 20,4% del PIB en 2019, cerca de 4 puntos inferior al máximo observado en 2016 (24,1%), pero todavía bastante por arriba del gasto primario que se observaba en 2007 (15,4%). No obstante, no se trataría tanto de un ahorro en erogaciones corrientes, como de un ajuste en el gasto de capital, que pasará de 2,9% del PIB en 2014, a 0,9% en 2019 (caída a un tercio de aquel nivel), aunque probablemente la reducción resultará menos importante en términos físicos.


El gasto en subsidios económicos, que se realiza para disminuir el impacto sobre las tarifas de energía, transporte y agua, entre otros servicios, resultará de 1,7% del PIB en 2019, contra un máximo de 3,9% en 2014.

Junto a las erogaciones de capital, en 2019 se verificará un fuerte ajuste en las transferencias discrecionales a provincias, cuando dichos envíos serán equivalentes a 0,4% del PIB el año entrante, contra 2,4% que representaban en 2010. En este concepto, el ajuste es transmitido a los gobiernos provinciales.

En definitiva, si se cumplen las proyecciones del gobierno, en 2019 se alcanzará equilibrio primario en el sector público nacional, lo cual resultaría un elemento imprescindible para el logro de la sustentabilidad fiscal y macroeconómica de Argentina, pero se lo conseguirá con algunas medidas económicas que realizarán un buen aporte con ese objetivo en el corto plazo, pero que deberán ser reemplazadas por otras decisiones de mejor calidad en el largo plazo, cuando el tipo de cambio real ya no resulte tan alto como el actual. Existirá un gran desafío a futuro: mantener el equilibrio fiscal, pero ir reemplazando los DE y la caída en el gasto de capital por mayor ajuste en el gasto corriente y otras reformas pendientes, de modo de ir compensando la previsible caída en el TCR que se producirá en los próximos meses, con otras medidas que sostengan la competitividad estructural, así asegurar sustentabilidad en los números fiscales y en la cuenta corriente.

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En Banco Macro, tu tarjeta de débito vale más que el efectivo

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Banco Macro lanza una campaña de educación financiera especialmente diseñada para la provincia de Misiones. Desde el 3 de septiembre y hasta el 30 de noviembre, los clientes de Banco Macro que utilicen su tarjeta de débito participan del sorteo de tres motos y quince Smart TV.
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Cada operación que se realiza con la tarjeta de débito queda registrada en los resúmenes de cuenta del banco, siendo este un  excelente comprobante de pago.
Así, el cliente de Banco Macro puede evitar las filas en las sucursales, y optimizar el tiempo.
Banco Macro continúa brindando nuevos beneficios para sus clientes, posicionándose como la entidad financiera privada con mayor red de sucursales del país.

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