Bienestar Animal: aportes para la adaptación al cambio climático
Eficientes, sostenibles y preocupados por el bienestar animal, así es la chacra de Don Luis Daniluk y su señora que viven en la localidad de 25 de Mayo, Paraje 443, de la que obtienen distintos alimentos, entre ellos huevos, carne, leche, queso, dulce de leche, entre otros productos de origen animal y vegetal que son utilizados para el consumo familiar y el excedente es vendido en mercados de la zona.
Los integrantes de esta granja modelo se alimentan de forraje y maíz sin agrotóxicos, complementada por un preparado que cocinan todos los días para los animales que incluyen: zapallo, maíz, harina de hueso, y otros productos de la chacra.
Los cerdos, aves y bovinos comparten el mismo espacio al aire libre, se mueven con libertad por los cerros y se cobijan en galpones, sin estrés, incomodidades ni hacinamiento, acostumbrados a la presencia de Don Luis, él los reúne llamándolos con un sonido particular y muchas veces les da de comer en su mano, siendo el momento donde se conecta con sus animales.
El objetivo de la familia Daniluk, es demostrar que es posible producir sin químicos de forma sustentable y rentable, recuperar cultivos y actividades tradicionales que habían sido desplazadas por las plantaciones de tabaco en forma intensiva, “siempre nuestra idea fue la de producir alimentos sanos y variados que pudiéramos comer en casa y vender los excedentes. Por eso, desde que vivimos en nuestra chacra hace 12 años, optamos por la producción agroecológica, cuidando mucho el suelo, producimos sin ningún tipo de agrotóxicos y sin ningún tipo de conservantes ni aditivos en nuestros alimentos. Lo cierto es que para nosotros la agricultura agroecológica no es una técnica, sino una forma de pensar, de sentir y en definitiva de vivir”, dijo.
La principal producción de la chacra es la de cerdo y, en menor medida, animales vacunos y animales de granja. Para la familia, la producción de cerdo cubre todas las demandas de la chacra. “Nos gusta más la cría de cerdo, porque con los desechos hacemos abono y biofertilizantes para nutrir el suelo y aprovechamos los recursos propios del agroecosistema. En la chacra se rotan variedades de maíces con zapallos criollos, frutales, cítricos y yerbales siempre producidos sin una sola gota de agrotóxicos ni fertilizantes, a través de la rotación de las plantaciones nos aseguramos el cuidado del suelo”, sostuvo.
Sus animales no rehúyen del contacto humano ni muestran inquietud de ningún tipo, uno de los indicadores de bienestar animal. Don Luis y su familia, están convencidos de que todo lo que hacen por sus animales no es una frivolidad ni un lujo excéntrico, las caricias, la dieta que incluye pastos y frutos de producción propia y el completo programa de seguimiento y asesoramiento veterinario a cargo de los veterinarios del Ministerio de Agricultura Familiar repercute y mucho, en la calidad final del producto para el consumo y la venta.
Muy lentamente los productores van introduciendo ese concepto en sus chacras, y algunos emprendimientos se encuentran trabajando bajo este sistema en los municipios de Cerro Azul, Santa Ana, 25 de Mayo y San Vicente.
Desde el Ministerio de Agricultura Familiar se fomenta la implementación del Bienestar Animal, que se centra en que se contemple espacios suficientes para que el animal pueda caminar y recorrer, tenga buena sanidad, espacio donde dormir, nutrición variada, muerte humanitaria y cero estrés; además contribuye con la adaptación al cambio climático porque los desechos son transformados en abonos y se entiende al ambiente como el espacio para todos los seres, con derechos de vivir y morir bien.
Estas prácticas de cría producen animales más sanos e inmunológicamente fuertes, modificando la calidad de la carne, mejorando el aporte nutricional de la misma a los consumidores y llenando de orgullo a los productores, como Luis.