Por Irina Sternik para Nuestras Voces. Esta semana se anunció un avance en la validación de un nuevo test para el coronavirus, desarrollado por científicos argentinos. Débora Marcone cuenta que “estamos trabajando contra reloj para lograr un kit diagnóstico que detecte genoma viral de manera rápida, sensible y específica, dentro de los próximos 3 meses, a dos dólares por tira/reacción”. Es un logro en equipo de la Unidad #Coronavirus COVID-19 de Argentina, impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el CONICET y la Agencia I+D+i. 

Seis meses atrás nadie se hubiera imaginado que las investigaciones pasadas y los años de inversión y desinversión en ciencia argentina iban a ser tan relevantes. Esta historia empieza justamente allí, el 19 de septiembre de 2019, cuando se realizó la jornada científica “CRISPR, la nueva biotecnología del Siglo XXI” en la Sala de Conferencias de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB) de la UBA, en la cual el Doctor Federico Pereyra Bonnet (INPA-FAUBA – CONICET) expuso su charla “CRISPR como una herramienta para la detección de enfermedades humanas”.

CRISPR siginifica Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, o en español “Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente interespaciadas” y originalmente se desarrollo para «editar» (cortar y pegar) secuencias muy precisas de ADN de las células, aunque tiene gran potencial para diagnóstico justamente.

Débora Marcone es investigadora Asistente de CONICET en la Cátedra de Virología de dicha Facultad, trabaja en el grupo de evolución viral en esa cátedra, estudia la evolución de diferentes virus respitatorios en argentina y, por supuesto, asistió al Congreso. 

Desde Nuestras Voces la entrevistamos para ver cómo llegó a formar parte de los recién anunciados avances en la validación de un test rápido y portátil de virus SARS-CoV-2 (nombre científico del coronavirus) en base a tecnología CRISPR, logrado por la Unidad #Coronavirus COVID-19 de Argentina impulsada por el Ministerio de Ciencia y Teconología, el CONICET y la Agencia I+D+i. 

Nuestras Voces: ¿Venían trabajando con la tecnología CRISPR y/o la metodología RT-PCR (para determinar la carga de virus) antes de la pandemia? 

Débora Marcone: Lo conocí en la jornada sobre CRISPR, utilizada en un principio para edición génica, y con un potencial enorme en la aplicación a diagnóstico, incluyendo a los virus. En su charla, el Doctor Bonnet, mostraba resultados preliminares obtenidos a partir de una colaboración realizada con un grupo de Investigadores de Misiones para el diagnóstico de Dengue. Al finalizar la charla me puse inmediatamente en contacto con él para poder participar de alguna colaboración con el fin de desarrollar la metodología para el diagnóstico de virus respiratorios, dado que es el tema en el cual me formé y continúo trabajando en la actualidad. 

Quién diría que unos meses después esa colaboración se estaría llevando a cabo en el medio de una pandemia. En mi caso, por mi tema de trabajo, la mayoría de las investigaciones comienzan con el punto de partida de una RT-PCR, para amplificar una región de los genomas virales ARN o una PCR para los virus ADN. Esa amplificación es útil no sólo para diagnosticar el virus, sino también para conocer su secuencia, su código genético, y de este modo, conocer las variantes que circulan en una población determinada.

NV: ¿Cuáles son los pasos a partir de ahora? ¿Cuánto se demoraría en tenerun dispositivo portátil?

Marcone: El paso próximo es testear el kit en un mayor número de muestras extraídas que nos otorgará el Instituto Malbrán, y comenzar a realizar testeos sobre muestras respiratorias de pacientes con diagnóstico de SARS-CoV-2. Otro paso para realizar es ensayar un Buffer para recolectar las muestras respiratorias que permita la inactivación viral y, por ende, utilizar el kit en diversos ambientes, y no sólo en laboratorios que cuenten con cabinas de seguridad biológica. De este modo, el kit podrá ser usado no sólo en laboratorios y centros que cuenten con todo el equipamiento y el personal altamente capacitado que se requiere para llevar a cabo el procesamiento de muestras respiratorias y el diagnóstico utilizando una técnica molecular de RT-PCR. Estamos trabajando contra reloj para lograr tener un kit diagnóstico que detecta genoma viral de manera rápida, sensible y específica, dentro de los próximos 3 meses y queremos que este kit llegue a los laboratorios de cada rincón del país. El costo previsto del mismo sería de unos U$S 2 por tira/reacción.

NV: ¿Esta es una investigación exclusivamente argentina? ¿De qué maneracolaboran o colaborarán con otros organismos?

Marcone: Esta es una investigación argentina, realizada por la empresa de base tecnológica CASPR (bajo normativa CONICET impulsada por GridX, una incubadora nacional de empresas de Biotecnología), con el apoyo del MINCYT, que cuenta con un grupo de investigadores, becarios y personal altamente entrenado. El grupo principal está conformado por el Dr. Pereyra Bonnet, su becaria Lucia Curti, la biotecnóloga Carla Gimenez y el economista Franco Goitia. Ellos fueron los que convocaron a investigadores y profesionales altamente capacitados en diversas áreas, muchos de ellos investigadores y becarios de CONICET, para conformar el grupo del que soy parte, con el fin de desarrollar el kit en tiempo récord, para intentar dar una solución al testeo necesario en el marco de la pandemia por el SARS-CoV-2.

NV: ¿Cómo están trabajando desde la cuarentena, hay alguna situación extraordinaria de horarios, recursos, movilidad, etc?

Marcone: Trabajar durante la cuarentena en este desarrollo implica largas jornadas de trabajo, no sólo en el laboratorio sino también desde la computadora en nuestras casas. La movilidad la tenemos garantizada ya que por ser parte de la Unidad COVID-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, nos han otorgado permisos de circulación. El desarrollo de este kit también involucra a 20 colegas que se encuentran trabajando en California, aportando su expertiz en distintas áreas. Ellos debieron viajar y se encuentran alejados de sus familias en este momento tan delicado, y poniendo todo su conocimiento al servicio de encontrar una rápida respuesta al desarrollo del kit. Es un orgullo ser parte de este equipo y poder compartir junto a todo el grupo de profesionales este desafío.

NV: ¿En qué proyectos estabas trabajando antes de esta situación?

Marcone: Antes me encontraba terminando un trabajo sobre epidemiología de adenovirus en población pediátrica, donde describimos la circulación de múltiples genotipos asociados a cuadros respiratorios de distinta gravedad: desde leves con recuperación total hasta graves con desarrollo de secuelas pulmonares e incluso letales. Además, comenzado a planificar y desarrollar un proyecto de evolución viral de virus respiratorios con genoma ARN y ADN en Argentina. Sumado a esto, soy docente de Virología en la carrera de Medicina de la Universidad Católica Argentina y acababa de comenzar el dictado de clases. 

NV: ¿Seguiste dando clases o pudiste dedicarte a la investigación?

Marcone: Todas estas actividades se encuentran suspendidas dado mi reciente incorporación al grupo del Dr. Pereyra Bonnet para colaborar con el desarrollo de un kit diagnóstico que permita la detección del virus SARS-CoV-2, con la tecnología CRISPR. Estoy muy agradecida a mis colegas de ambas Universidades por acompañarme en este desafío.

NV: ¿Qué pensás acerca de la sucesión de hechos con respecto al Conicet en el último año? ¿Hay faltante de becarios y/o investigadores, se nota el recorte de los últimos cuatro años?

Marcone: Considero que el CONICET es la institución que garantiza la ciencia de calidad en Argentina. Ciencia independiente, que permite el desarrollo mediante los subsidios que se otorgan con el fin de avanzar en el conocimiento de diversas áreas y además, atender las necesidades de la sociedad. Y creo que esta pandemia ha sacado a la luz la gran cantidad de investigadores, becarios y personal de apoyo tan capacitado, dispuestos a ayudar, cada uno desde su lugar, para dar solución a distintos problemas que aparecen en este momento. Creo que un país que apuesta en ciencia apuesta al futuro, un futuro mejor para toda la sociedad. Hay mucha vocación en todos los que conformamos CONICET, muchas ganas de aplicar los conocimientos para el bienestar, el desarrollo de tecnología que tenga impacto positivo sobre la sociedad, incluyendo el diagnóstico de infecciones, no sólo de coronavirus, también de aquellas endémicas que afectan a distintas regiones de nuestro país. Hay investigadores capacitados en tantas áreas que pasaría horas enumerándolos, y todos valiosos. Así que considero que cuanto mayor pueda ser el número de recursos humanos, será en beneficio de nuestro país. Creo que la iniciativa de aumentar en número de becarios y de ingresos a carrera del investigador desde el año pasado es una muy buena decisión, excelente, y se verá reflejado en los años venideros.

NV: ¿Adonde estudiaste y qué especializaciones pudiste realizar?

Marcone: Soy de La Matanza, estudié en un colegio religioso y luego comencé la carrera de Bioquímica, en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Luego, comencé mi formación como becaria doctoral de Agencia y CONICET en la Unidad de Virología y Laboratorio de Virología del Hospital Unversitario CEMIC, bajo la dirección de las Doctoras Marcela Echavarria y Guadalupe Carballal. Desde mis inicios me desarrollé especialmente en la detección de los virus respiratorios clásicos, como el sincicial respiratorio, influenza, parainfluenza y adenovirus, por técnicas de Inmunofluorescencia Indirecta y los virus emergentes por métodos moleculares. En el año 2009, debido a la pandemia de Influenza A (H1N1), comencé a profundizar mi formación en técnicas moleculares, como la RT-PCR en tiempo real para poder realizar el diagnóstico del nuevo virus. El principal objetivo de mi doctorado fue poner a punto una RT-PCR para detectar a los Rinovirus, conocidos como los virus del resfrío común pero que también se asocian a infecciones graves, y describir cuáles eran las variantes que circulaban en población pediátrica, mediante amplificación de los genomas virales seguido de análisis de filogenia de las secuencias obtenidas. Por este trabajo recibí el título de Doctora de la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente, realicé mi post doctorado en epidemiología molecular de adenovirus. Actualmente, soy investigadora Asistente de CONICET y trabajo en el grupo de evolución viral en la cátedra de Virología de la FFyB, bajo la dirección del Dr. Campos, con el objetivo de estudiar y describir la evolución de virus respiratorios en Argentina, utilizando herramientas bioinformáticas para el estudio de cepas virales que circulan en nuestro medio. Para este objetivo nuestro grupo ha recibido recientemente la adjudicación de un subsidio PICT que nos permitirá financiar parte de las investigaciones. Soy una eterna agradecida del sistema de educación público y gratuito, al CONICET, y a los maestros que tuve en todos estos años, ya que de otro modo hubiera sido imposible que llegue al lugar donde estoy.

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