“Voy a trabajar para que haya más quilombo acá, pero regularizado, higienizado”, manifestó Celso “Kelembu” Miranda, el reciente intendente ascendido en reemplazo de la renunciante Sandra McLeod. El comerciante esteño dijo que el “quilombo es atractivo turístico”.
“Queremos ir para los quilombos en otros países, entonces el quilombo tiene que haber, tipo ‘nightclub’ y eso. Yo voy a trabajar para que haya más quilombo acá, pero regularizado, higienizado, totalmente controlado, con salubridad, completo, totalmente legal”, manifestó Celso “Kelembu” Miranda, quien ahora ocupa la intendencia de CDE de manera irregular.
“El quilombo no se puede atajar, el comercio nocturno. El quilombo es atractivo turístico. Pero quilombo porã va’erã, ndaha’éi va’erã umi quilombo vaikue (pero tiene que ser un quilombo lindo, no esos quilombos desastrosos)”, dijo Miranda en otra parte del video.
Kelembu” Miranda, prometió regular y potenciar los prostíbulos, ya que considera que son atractivos turísticos. A sus detractoras les dijo: “compren guacha y vístanse de batichica para ver si levantan al muerto”.
Fiel a su estilo, el político y comerciante esteño manifestó el pasado 18 de enero en una transmisión en las redes sociales que posee varios proyectos, entre los cuales figura su llamativa propuesta para potenciar los lupanares.
“Ahora vamos a entrar al vyrorei, pero no tan vyrorei. Que los turistas de Foz vengan y tengan opciones a la noche, además que sea seguro. (…) Estoy a favor de regular el quilombo, porque ahora funcionan bajo el nombre de spa, masajes, karaoke, pero no es malo, se tiene que regular como en Asunción, donde trabaja legalmente un club de putos”, dijo.
En ese sentido dijo que el municipio se puede encargar de habilitar estos sitios y controlarlos para que reúnan todas las condiciones para operar, como por ejemplo que estén bien aseados. A esto también se sumarán, según su idea, los test de VIH a las trabajadoras y los trabajadores del sexo.
“Vamos a abrir quilombo para putos y lesbianas en Ciudad del Este para potenciar el comercio nocturno. Que pasen los brasileños y entren a los quilombos y que cuando se vayan consuman cerveza. Totalmente controlado o de lo contrario nos estancaremos. Kelembu está a favor del quilombo, que abran los que quieran pero con todas condiciones y que sean legales”, dijo.
“A las mujeres que me van a retar, (les pido que) atajen a sus esposos. Ustedes tienen la culpa (de que vayan los hombres a los prostíbulos). Entonces compren los fetiches, guachas, vístanse de batichica para ver si levantan al muerto. El quilombo no se puede atajar, pero tiene que ser un buen quilombo”, esgrimió.
En una sesión extraordinaria, de la cual participaron los cinco concejales colorados, más Miranda y el liberal Javier Bernal (solo 7 en total), aceptaron la renuncia de Sandra McLeod y nombraron intendente de Ciudad del Este a “Kelembu”.
Celso Kelembu Miranda cumplió este lunes su tan anhelada aspiración de hace años, ser intendente de Ciudad del Este. Alcanzó su objetivo en medio de una polémica, ayudado por el enemigo al que siempre enfrentó en el escenario político: el clan Zacarías.
Kelembu, apodado así por los propios ciudadanos y vestido como un personaje estrafalario, se convirtió en uno de los más populares de la capital del Alto Paraná. Detrás del personaje se oculta en realidad el empresario Celso Miranda, propietario de una conocida casa de venta y representación de productos de informática.
Antes de ser concejal ridiculizó a la intendencia de Sandra McLeod y después, cuando ya fue elegido miembro de la Junta Municipal, se convirtió en uno de los principales impulsores de la intervención a su administración.
Miranda se presentó oficialmente dos veces como candidato a intendente de Ciudad del Este, otras dos para concejal municipal y dos más para gobernador.
Como burla, en las elecciones del 2013 inscribió como su primer candidato a concejal a un burro llamado Ceferino.