En 2016, cuando la familia Rodríguez -tercera generación en la industria del vino- decidió emprender el proyecto Corbeau Wines, sabía que el Malbec tenía que estar presente en todo su portfolio.
Por eso, para la línea Mad Bird, el enólogo Eduardo L. Rodríguez decidió apostar a dos 100% Malbec con perfiles distintos: uno fresco y joven pensado para toda hora, y otro con más cuerpo y potencial de guarda.
En cuanto a los blends, la elección fue realizar cortes de Malbec con la cepa que distingue a Corbeau Wines: la Ancellotta. La bodega cuenta con el viñedo más grande del país de esta variedad, un total de 90 hectáreas ubicadas en el departamento de San Martín.
“Desde la bodega queríamos lanzar una propuesta totalmente innovadora, que hasta ese momento no se encontraba en las góndolas y largamos este concepto de blend de Malbec con Ancellotta”, explica Francisco Rodríguez, Brand Manager y parte de la familia detrás de Corbeau Wines.
“Además, quisimos elaborar un vino en partes iguales, para que en el producto final no hubiera predominio de ninguna de las variedades y tenga una personalidad única”, agrega.