En el Salón Libanés, colmado de empresarios, proveedores y clientes, Walter Castillo volvió a ocupar el centro de la escena. Tres años después de aquella primera conversación con Economis, cuando hablaba de “buenas intenciones” y proyectos en marcha, hoy llega con un anuncio de peso: la presentación oficial de su nueva marca propia de heladeras industriales y equipamiento gastronómico, una apuesta que consolida a Misiones como polo de innovación en refrigeración comercial.

“Es una noche especial -dice Castillo, rodeado de equipos brillantes recién salidos de planta-. Después de un largo trabajo de ingeniería, desarrollo y mucha insistencia, estamos presentando nueva tecnología, nueva línea y una nueva marca que nace en Misiones pero pensada para toda la Argentina”.

La marca anterior, Fricom, fue creciendo en silencio desde Eldorado y Posadas hacia el resto del país. Pero ahora el empresario misionero busca un salto cualitativo: la línea propia de heladeras industriales que integra freezers verticales, cámaras de frío compactas y suma una nueva marca MBN con equipamiento para gastronomía profesional. “Esto que ven acá —señala— ya está disponible. Hace veinte o treinta días que estamos entregando al mercado”.

Castillo no oculta el orgullo por el origen de su empresa. “Para nosotros es muy importante que conozcan lo que se está produciendo en Misiones. No es un showroom más: es mostrar que una empresa misionera quiere competir en el mercado argentino con tecnología propia”.

Ese espíritu de expansión viene de lejos. Cuando Economis lo entrevistó por primera vez, hablaba de la posibilidad de abrir vínculos comerciales con Paraguay. Tres años más tarde, la ambición sigue ahí, aunque la macroeconomía marcó ritmos inesperados.

“Estamos en tratativas -admite-. La economía argentina fue fluctuando, tuvimos momentos difíciles y los seguimos teniendo, pero Paraguay sigue estando en nuestro radar. El tiempo dirá cuándo es el momento”.

Contra todos los pronósticos del sector metalmecánico y del mercado de equipamiento gastronómico, Castillo asegura que 2025 viene mejor de lo esperado.

“Freecom cierra el año con un buen balance. No estamos para quejarnos, al contrario: estamos agradecidos. Después de mucho esfuerzo logramos cumplir los objetivos: ingeniería, producción, pruebas, certificaciones… todo lo que el cliente no ve, pero está”. El salto a MBN, su marca completamente propia, corona ese proceso.

Lo que viene: hornos, calor y más innovación

El portafolio no termina en las heladeras industriales. Antes de fin de año, Castillo lanzará otra familia de productos, esta vez del segmento de calor: hornos convectores, lomiteras, planchas hamburguesas y otros equipos orientados a restaurantes y rotiserías.

“Eso viene de la mano de MBN. No tenemos tiempo para otro evento, pero es otra línea que ya está terminada”, anuncia.

Castillo también formalizó la operación de un depósito propio en Buenos Aires, con 2.500 metros cuadrados dedicados a distribución. Desde allí negocian con clientes del interior: Salta, Jujuy, Neuquén, Mendoza y el propio AMBA.

“La competencia está feroz, pero la vamos a pelear. Tenemos producto, tenemos ingeniería y tenemos respaldo”, afirma con la seguridad de quien construyó una marca desde cero.

Más allá de la coyuntura nacional, Castillo mantiene una convicción firme: Misiones sigue siendo un territorio propicio para la industria del frío.

“Misiones nos dio cosas maravillosas -dice-. Ojalá a todos les pase lo mismo. Para nuestro rubro, Misiones es una provincia bendecida. Y por eso apostamos desde acá, porque creemos en lo que hacemos”.

La noche avanza en el Libanés, los invitados recorren los equipos nuevos y Castillo, el “Señor Frío”, vuelve a repetir lo que lo acompaña desde sus inicios: trabajo, insistencia y una idea simple pero contundente: producir en Misiones, competir en el país.