¿Empleados estatales o cuentapropistas? Los “blindados” y los grandes perdedores del parate
En medio de la crisis del Coronavirus, las reacciones son muy distintas, desde la gente que no lo termina de percibir como una verdadera amenaza hasta la que está realmente asustada y no sale de la casa por ningún motivo.
Hablando estrictamente de la cuestión económica y laboral, hay dos grupos de personas bien marcadas. Por un lado la gente a la que no le afecta prácticamente en nada el parate total de actividades y la reclusión en el hogar.
Pero no hay que olvidar en esta época donde se apela tanto a la solidaridad, que hay quienes sufren o sufrirán enormes perjuicios, ya que si no trabajan, no generan ingresos imprescindibles para subsistir.
Economis realizó un sondeo consultando a empresarios, empresas, cuentapropistas, y relevando lo que sucede en otras ciudades y países, para establecer un listado que divide aguas: aquellos empleados o autoempleados a los que el parate no los afecta en nada y aquellos que van a sufrir un impacto importante, al no conseguir el dinero que se necesita para el diario subsistir.
Es un listado imperfecto, en el que todos pueden participar, enriqueciéndolo con sus propias experiencias personales, que pueden comentar escribiéndonos a nuestras redes.
Se excluye de esta lista a las empresas de cualquier índole con cierta envergadura como para resistir al parate, por más que haya un impacto fuerte. Al fin y al cabo, cualquier firma que opere en la Argentina está sujeta a esos vaivenes. Hoy es el Coronavirus y mañana puede ser cualquier otra crisis. Ni siquiera incluimos a la mayoría de los castigados empresarios pyme, pero si a los que tienen una micropyme o dependen de la facturación del mes para llegar al mes siguiente.
La estabilidad del sector estatal
Posadas es una ciudad con una enorme cantidad de empleos estatales. Estos gozan de estabilidad y cuando termine la crisis, no importa cuánto dure, sus trabajos van a estar ahí, esperándolos.
Empleados nacionales de organismos como AFIP, Aduana, Migraciones, o delegaciones de entes nacionales. Empleados provinciales del Poder Ejecutivo o Legislativo. Municipales o empleados judiciales, verán su trabajo otra vez sin cambios cuando esto termine, no importa cuánto dure.
Los que deben facturar para vivir al día
En cambio, ¿qué puede hacer una empleada doméstica que vive al día y tiene trabajos en cuatro casas de familia y le piden que no vaya? Si no trabaja, no cobra. Y si no cobra, tarde o temprano tendrá dificultades importantes en su vida cotidiana.
¿Y cómo les va a impactar a los taxistas y remiseros? ¿Gente que hace trabajos de construcción, reparación? ¿El pequeño comerciante que tiene que facturar para pagar alquiler, luz, impuestos?
Un empleado de la construcción que trabaja en una empresa y cobra en blanco, percibe el seguro de desempleo de la UOCRA. En cambio, un albañil que hace trabajos por cuenta propia o un pintor, se queda sin su sustento.
¿Y los periodistas? Están viviendo un momento de enorme apetito por información, con audiencias que crecen en televisión, portales digitales y radios. La gente quiere saber todo sobre el Coronavirus y los medios, que venían en caída, encontaron un tema que por fin atrae a las audiencias masivas.
Sin embargo, también es cierto que el dueño de una pequeña radio del interior o de la capital que vive de los avisos de los comerciantes, puede sufrir un gran impacto por el parate.
¿Qué pasa con un emprendedor que tiene la concesión del bar o la cantina de un club al que ya no va nadie?