Es de Posadas, se fue a trabajar a la city londinense y ahora escribió un libro sobre la vida y el éxito
Juan Pablo Dallmann es bien misionero, aunque no lo parece ni por asomo. De padre músico -falleció hace poco- y madre docente nacida en Santo Pipó, apenas terminó la secundaria en la Comercial Mixta Estados Unidos del Brasil, quiso salir a conocer el mundo y vaya que lo logró.
Hizo de todo. Primero vivió en los Estados Unidos, donde aprendió a dominar el inglés, que iba a ser la lengua que dominaría su vida laboral. Después se fue a Chile donde se recibió de ingeniero comercial e hizo un posgrado en finanzas.
“Siempre fui muy emprendedor, ya en la secundaria tenía emprendimientos, como un lavadero de autos, o venta de comida”, explica en una entrevista con Economis, durante una de las visitas anuales que hace a Posadas.
Dallmann usa sombrero para cubrirse del potente sol misionero, de esos que sólo se ponen los extranjeros y en sus manos tiene un libro que acaba de publicar: “Transforma tu vida, de manera sencilla”. Su obra se presenta como “Una fórmula sencilla para la felicidad y el éxito”. Justamente, en la vida de Dallmann, equilibrar lo laboral y lo personal se transformó en el principal objetivo de su vida.
Justamente el, que logró insertarse en la city londinense, uno de los ámbitos laborales más competitivos del mundo, donde se exigen 20 horas de trabajo 6 días a la semana y el domingo se “descansa”, bajando a 12 horas.
“En este libro quiero volcar todo lo que aprendí en estos años y compartirlo con muchos que hoy por algo no se pueden realizar en la vida, y me refiero a gente a la que le va bien económicamente pero no está feliz o gente a la que le parece que no ha desarrollado todo su potencial”, explica.
Dallmann tuvo la posibilidad de desarrollar su potencial en Londres, a donde se fue a vivir a los 25 años. Tras recibirse en Chile, trabajó unos años en el sector financiero y le iba muy bien, hasta que decidió probar suerte en una de las ciudades más cosmopolitas y exigentes del mundo.
Al principio puso un restaurante -ya había tenido ese tipo de comercio en otros lugares- pero después volcó todas sus energías en entrar a trabajar a la banca de inversión de Londres. Algo así como el Wall Street del Viejo Continente, donde se necesitan muchos pergaminos para obtener un puesto.
“A la city londinense podés entrar si portas apellido o si venis de una universidad tipo London School of Economics, Oxford o Cambridge y en cualquier caso, tenés que probar tu valía en la cancha, después”, explica, para detallar lo exigente de ese ámbito laboral.
Dallmann logró entrar “por el costado” a través de un amigo que le consiguió una prueba en el HSBC. Allí trabajó durante años en los “deals” más importantes, esos que se ven en las películas y donde una empresa enorme, se “come” a otra más grande. Acuerdos multimillonarios en los que formó parte, armando planes de negocios o realizando presentaciones para convencer a potenciales inversores de que apuesten millones y billones.
“Participamos en la potencial privatización del aeropuerto de Atenas, por ahí te tenías que tomar un avión y llevar una presentación, dejarla y volver en el acto”, recuerda, para ilustrar una jornada laboral “normal”.
“En la banca de inversión trabajas 20 horas los días de semana y quizás los sábados y domingos bajás a 12 horas, pero todos lo hacen y a nadie se le ocurre trabajar menos horas”, argumenta.
Después de años en el HSBC, Dallmann pasó a otro banco importante, el Royal Bank of Scotland, uno de los más grandes del mundo, que estaba en plena etapa de reestructuración.
Trabajó en un equipo que armó la Gerencia General para reformar toda la estructura del gran banco y convertirlo en uno más chico, ágil y capaz de resistir a la debacle que sobrevino en el mundo financiero tras la caída de Lehman Brothers en septiembre de 2008. Un hecho que puso patas para arriba a Wall Street, la city londinense y los grandes centros financieros mundiales y, sobre todo, a la gente que allí trabajaba.
Pero los nuevos desafíos de Dallmann -quien tuvo dos hijas con Steph, una británica- pasan por conectarse más con lo espiritual y lograr un balance entre el mundo financiero y el personal. Por eso, ahora está abocado a dar charlas y presentar su libro.
Además, tiene una consultora financiera para ayudar a fondos de inversión a apostar a activos o negocios sustentables, que en muy poco tiempo ha sido nominada a galardones por el trabajo realizado, incluyendo el podcast Impact Leaders.
“Creo que hay que vivir la vida con una actitud como si uno estuviera de vacaciones, cada lugar tiene su encanto y depende de la forma en que lo miremos, cuando vengo a Posadas, encuentro cosas maravillosas, ayer estaba tomando una cerveza en Beerlin, en El Brete y un señor vino con su conservadorita, sacó sus sillas, se abrió una gaseosa y se puso a disfrutar de la noche junto a su pareja y su hijo, de eso se trata, de hacer lo mejor con lo que tenemos”, explicó.
Dallmann siempre está intentando ayudar a la zona y está armando varios proyectos de inversión, incluyendo desarrollos inmobiliarios. Pero antes de irse, deja un mensaje. “Acción”, dice. “Hay que ponerse en acción”.
Grande Juan Pablo !!
Un orgullo y un ejemplo p todos, especialmente p nosotros, los Misioneros q t vimos arrancar dsd abajo.
Felicitaciones !!