Laurie Ward es director de la división de hoteles del poderoso fondo Albwardy Investment de Dubai, que el año pasado compró por una cifra millonaria el Sheraton Iguazú. Propiedad de Ali Saeed Albwardy, este fondo –creado a mediados de los 70- tiene intereses en múltiples sectores y opera en los cinco continentes con más de 10.000 personas empleadas en forma directa.

Como director de la división hotelera, Ward supervisa un portafolio de 20 hoteles de lujo de las marcas Four Seasons, Hyatt y Meliá, además de lodges de lujo en Tanzania. Ward, un contador egresado de la prestigiosa Rhodes University de Sudáfrica, es originario de Zimbabwe.

Es la zona del mundo donde Albwardy concentra muchos de sus hoteles. Aunque ahora empieza a mirar a Sudamérica. Economis contactó a Ward por correo electrónico. Este ejecutivo que trabaja en las oficinas centrales de Albwardy, en Dubai, viaja permanentemente y estaba en Africa durante el primer contacto.

“Quiero aclararte que el Señor Albwardy no es jeque”, corrigió amablemente en uno de los primeros contactos. También dijo que el hotel se compró por una cifra menor a los 55 millones de dólares que trascendieron inicialmente.

A continuación, la entrevista donde anticipa los planes del multimillonario Ali Albwardy para Iguazú, un sitio del que está “enamorado”.

¿Cómo fue la operación de compra del ex Hotel Sheraton Iguazú?

LW- El Grupo Albwardy inicialmente compró el 74% del hotel en el año 2016 y recientemente concluyó la compra del 26% restante, históricamente en posesión de la cadena Sheraton. La decision de invertir en Iguazú se basó en el gran amor del señor Albwardy por las Cataratas, tras muchos años de visitar ese destino icónico; la ubicación única del hotel en el Parque Nacional y el creciente potencial del turismo que se vislumbra en Iguazú.

-¿Cuál fue el precio que se pagó?

LW –La naturaleza de confidencial de la operación y los acuerdos firmados lamentablemente nos impiden informar el precio pagado. Pero sí podemos decir que el precio fue menor a los 55 millones de dólares.

-En Argentina hay ciertas reglas para las inversiones de capitales extranjeros en zonas de frontera ¿tuvieron que realizar algún tipo de trámite para cumplimentar estas reglas?

– Todos los trámites pertinentes se realizaron ante la Comisión de Seguridad en Frontera.

-¿Cuáles son sus planes para el actual hotel Meliá Iguazu?

–Arrancando desde el sábado 30 de septiembre, Meliá Hotels International asumirá el gerenciamiento y marketing del hotel por encargo nuestro. Esto hace de Iguazú el tercer hotel de la cadena Meliá en nuestro creciente portfolio (Albwardy Investment tienen también hoteles de las marcas Hyatt y Four Seasons).  El Meliá fue elegido por ser una cadena de habla hispana, y su fortaleza en el mercado europeo e internacional, su profesionalismo es absoluto. Es un placer hacer negocios con ellos.

 -¿Cuál sera el nuevo nombre del hotel?

LW – Hotel Meliá Iguazú.

-¿Hay planes de hacer una reestructuracion profunda del hotel? Se comentaron planes para convertirlo en un hotel 6 estrellas.

LW –Inicialmente planeamos restaurar la zona de arribo, lobby y áreas públicas, el restaurante, el área de la piscina en una fase inicial o fase 1. Con una cierta restauración de las habitaciones que le seguirá durante el próximo año.

-Y luego de la fase inicial, ¿hay una segunda fase con cambios más profundos?

LW -En este punto no sería prudente comentar nuestros planes de desarrollo a largo plazo, porque podría disparar expectativas irreales en el mercado y, además, todavía tenemos que obtener ciertas aprobaciones de Parques Nacionales (para terminar de definir esos planes). 

-¿Están planeando contratar gente?

LW – Todos los temas del staff del hotel serán gerenciados y decididos por el Meliá, quienes, por supuesto, darán prioridad a la gente maravillosa de la provincial de Misiones.

-¿Qué me puede decir de las Cataratas del Iguazú?

LW –El sitio donde está el hotel es único ya que está en el corazón del Parque Nacional (el único con esa condición), con las vistas más espectaculares de las Cataratas. Los pasajeros son privilegiados de despertar y sumergirse, prácticamente, en el rugido y el spray de las Cataratas, que están ahí nomás, frente al hotel, 24 horas al día los 365 días del año.

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